Leo en el Diario INFORMACIÓN que retomamos el "turismo militar" de buena parte de los años 80 y 90; cuando llegaban los barcos de la VIª Flota y se dejaban una pasta gansa en abastos (unos raros gabarrones llegaban desde los puertos de La Vila y Benidorm cargados hasta la bandera) y un indecente pastizal en figuritas de Lladró, chorraditas varias y copas en Benidorm por parte de la tripulación. Algún chiste se hizo al respecto.
Recuerdo a Vicent Fuster cada mañana en el puerto esperando el transporte naval para instalarles a bordo la oficina de cambio del Banco Popular, que trasegaba dólares a porrillo y los cambiaba en pesetas. Recuerdo al grupito que colocaba su pancarta anti Navy y así trazaba su protesta en el Paseo Colón, ante la indiferencia de tantos. Recuerdo a la delegada de la Liga Naval Americana acompañándonos a bordo. Lo recuerdo porque me ilustran las gorras con el nombre de cada navío visitado.
Los de la prensa subíamos a bordo con las autoridades y girábamos una visita que terminaba en la recepción del capitán donde se servían extraños refrescos y café por hectólitros. Como no le dieras la vuelta al pozal te seguían sirviendo el brebaje. Al final, camisera, gorra y zippo que mercábamos. Mi primer barco en Benidorm fue el USS Saratoga en julio del 87; dejó -informe BP- 320 millones de pesetas en seis días entre suministros, servicios y dispendio de la marinería: un negocio.
Bueno, pues en junio parece que llega el USS Gettysburg (CG47), con base en Florida. Es un crucero de la clase Ticonderoga con 350 "turistas militares" a bordo. Incorpora el sistema de detección y respuesta de armas Aegis; y Aegis era el nombre del escudo de Zeus.
Un añadido de la visita de estos buques es que como no pueden atracar y deben fondear, previamente llegan los helicópteros de ingenieros y hacen, desde el aire, un estudio batimétrico de la bahía que se complementa con las pasadas de satélite y así ellos conocen, y luego conocemos nosotros, el estado de los fondos de la Bahía de Benidorm y la estructura de las arenas; llevamos quince años sin hacerlo; ¿cómo estarán esos fondos?
No, si al final será bueno ese estudio ante la llegada, dicen, en 2012 de cruceros de las compañías Residents of the Sea y Royal Caribbean. Este punto, por no ser Santorini -por ejemplo-, no lo veo yo claro.
Recuerdo una anécdota genial: en una visita del buque de transporte anfibio RPD-1 Raleigh, a principios del 91, se fundió una luz en medio del ágape y se ordenó su reemplazo. Aparecieron un suboficial y tres especialistas con casco, gafas protectoras y guantes. A la orden del suboficial cada especialista ejecutó su misión: retiraron la tapa, retiraron la bombilla fundida, la reemplazaron por la nueva y volvieron a colocar la tapa. Saludaron militarmente y se fueron... ante el estupor hispano: 4 tío hechos y derechos para una simple bombilla. Tal vez porque bombilla es diminutivo de bomba.
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