1 may 2024

MALAS HISTORIAS DE PODER ABSOLUTO

 

 

 

Hoy, primero de mayo, esto de va de dos historias para no dormir… en busca del poder absoluto frente a la democracia.

 

-I-

Mañana triste y aciaga la del lunes pasado. Ya esbocé mi desesperanza ante la Terra Ola que llegó rotunda a las 11 AM con un mensaje dispuesto para las 12 -de ahí lo de “buenas tardes” tengan ustedes- que había alterado en horario la visita impuesta a Zarzuela para que alguno creyera que se marchaba.

Una mancha más en su negro estandarte, ¿quién la va a notar?

Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?; ¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?[1]

Una versión particular de esta frase me repetía mi padre en aquellos días rebeldes de mi juventud. Quousque tandem abutere, Juanito, patientia nostra?

 

-II-

Con un Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? arranca la primera de las catilinarias[2] y buscando por donde enganchar esta historia de búsqueda de poder absoluto me acordé -y por la Internet encontré- de un genial “Quousque tandem, Zapatere, abutere patientiam nostram?[3] de Roberto Centeno, que es de 2011, y en el que el número de afrentas patrias, a resultas de este otro elemento que es Sánchez, ha aumentado exponencialmente en 2024.

Decía entonces el ingeniero de minas y doctor en Economía que ZP había “destruido moral, social, cultural y económicamente España -a la que ha traicionado de todas las formas posibles: aniquilando las raíces de la creación de riqueza, dividiendo a la nación, destrozando el Estado de Bienestar, el sistema de pensiones, la enseñanza pública o el sistema nacional de salud, que tanto sudor y esfuerzo costaron a varias generaciones de españoles-, ha decidido prologar la agonía de todo un pueblo que le ha rechazado masivamente en las urnas”.

Para este Quousque tandem abutere, Pedro, patientia nostra? de mayo de 2024 habría que añadirle las hechas ya hechas y las anunciadas.

Así, que yo recuerde, mononeuronal que sigo estando, y a bote pronto… estaría… lo de la soberanía marroquí en el Sahara; la retirada de la sedición; la reforma del delito de malversación; la ley del ‘solo sí es sí’; el cambio de sexo a los 12 años; lo del Tito Berni; lo de la ley de Vivienda que hace subir los precios, sacar viviendas del marcado y hacer caer el alquiler un 28%, al tiempo que los datos del Ministerio del Interior apuntan a que la ocupación de viviendas subió hasta un 37%; lo de la marcha de Ferrovial a Países Bajos; lo de la expulsión de la Guardia Civil de Navarra; lo de la frasecita de los acuerdos ‘virtuales’ con Bildu y la respuesta de Otegi, siempre al rescate; lo de la entrega de la alcaldía de Pamplona; el que nos llevó a las urnas un 23 de julio de 2023 con ‘toa la caló’; el que justifica los indultos a los líderes de la revuelta independentista catalana; el que soltara, sin despeinarse, el de ‘no podría dormir tranquilo si gobernaba con Podemos’ y…; el de la ley de amnistía en tramitación y los numeritos de Santos Cerdán allende los Pirineos, quien, además, nos desveló que llevaban negociando con Junts desde marzo, antes incluso de las municipales… y aquí no ha pasado nada; el de que nos implanta un mediador en los contactos de Ginebra; el que nos lleva a tener que asumir el relato separatista y meter en la ecuación el ’lowfare’ de marras…; lo de Ábalos, con o sin Delsy; lo del caso Koldo y la koldosfera; lo de Illa; lo de los abucheos allá donde ha ido inaugurando; el sacar a pasear a Franco, el Valle de los Caídos y la desmemoria histriónica cada dos por tres; lo de la sanchezfera… … … ¡esto es un sinfín!

Y también está lo de ser abanderado palestino. El 30 de noviembre Israel nos retiró a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon, tras el chorreo a la embajadora Ana Salomón en Tel-Aviv; el 7 de octubre -recuerden- se había producido el miserable ataque de Hamas. La embajadora volvió a Madrid en enero de este año y en marzo se anunciaba su relevo, el nuevo embajador, Zvi Vapni, que se incorporará en unos meses…. Y nada más comenzar abril se me va Sánchez de gira europeda para abanderar a Palestina y ante el don de la sempiterna oportunidad que exhibe va Irán lanza su ataque de drones y misiles a Israel… hizo el ridículo, una vez más, se quiera o no se quiera ver. Es él.

Es que los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Jordania y los llamaos países del Golfo, incluida Arabia Saudita, ayudaron a abortar el ataque iraní y participaron en el derribo de las amenazas aéreas. El problema palestino existe porque sus parientes pasan muy mucho de ellos; que por algo será.

Pero vuelvo al presidente y sus cambios de opinión. Fue una eurodiputada de Ciudadanos, Soraya Rodríguez, la que nos dijo que Sánchez miente con mentiras sinceras… ¿o sinceras mentiras? El caso es que miente. Y veo en internet que son sinceras mentiras[4]. Pero es que miente más que habla, aunque repita y defienda su derecho a rectificar que, asegura, es distinto de mentir; porque es adaptarse a la realidad. ¡Tremendo!: Sánchez no miente; cambia de opinión y se aferra al poder.

Y hoy, Quousque tandem abutere, Pedro, patientia nostra? he cambiado el sujeto de la oración porque, al menos, Catilina, por muy felón que fue, también fue un destacado soldado y entregado al combate, murió al frente de su hueste.

(y no ando sugiriendo supremos sacrificios).

 

-III-

Lucio Sergio Catilina fue un militar de éxito, propio de su tiempo (siglo I aC), de la Roma tardorrepublicana, que buscó el poder y ansió el poder absoluto.

Todo lo que sabemos de él viene de sus más encendidos enemigos. Maco Tulio Cicerón y del historiador Cayo Salustio Crispo, con quienes compartió vivencias y múltiples desavenencias. Ambos lo pusieron a los pies de los caballos: Cicerón en sus catilinarias y Salustio en la Conjuración de Catilina[5], donde además le describe[6].

Aún a partir de esas fuentes, el personaje es que se las trae. Apoyó Catilina a Lucio Cornelio Sila Félix en su época de dictador (81 y 80 aC), etapa en la que Plutarco[7] -que había leído a Cicerón y a Salustio- le atribuyó varios asesinatos de importantes opositores. Después tuvo cargos, poder, líos y pendencias por sus destinos en las costas de Anatolia y Túnez, volviendo a Roma con juicios, de los que salió indemne, pero con la reputación tan maltrecha que se estrelló una y otra vez en sus aspiraciones de llegar a cónsul[8], al no conseguir los votos suficientes.

Una de estas aventuras electorales ocurrió en el 65 aC, donde hubo, además, un par de conspiraciones para asaltar el poder y en ellas se le cita como muñidor, aunque no pasó de ser un mero peón de Marco Licinio Craso (que aspiraba, este sí, de nuevo a ser dictador, con Julio Cesar como lugarteniente, que la cabra siempre tira al monte); que lo del poder absoluto tentaba y tienta mucho.

Catilina volvió a presentarse en los comicios centuriados del año 64 aC y nuevamente resultó derrotado, pues volvió a ser acusado de asesinatos varios y otras pendencias; aunque resultó exculpado, no contó nunca con los apoyos suficientes de la aristocracia para ascender al cargo.

Se radicalizó Catilina aún más tras estos reveses y se entregó al populismo más descarado, promoviendo una revuelta en Roma para noviembre del 63 aC que incluía el asesinato de Cicerón, cónsul de la República en aquel año, al amanecer del 7 de noviembre. Pero alertados todos -propios y extraños- de lo que se preparaba hubo que abortar la revuelta y no se pudo llevar a cabo el asesinato.

Aquellos primeros días de noviembre del año 63 aC estaba Roma caldeadita, a punto llama. Ante tal inestabilidad general, noticias de diversas sublevaciones -como la de esclavos en Capua-, un ejército en la Toscana con Quinto Metelio al frente dispuesto a intervenir y algún que otro lío más, el Senado emitió un senatus consultum ultimum[9] (una especie de Decreto de Estado de Sitio[10] moderno) que suspendió el corpus legal vigente y dio poder absoluto a Marco Tulio Cicerón. Así, el 8 de noviembre, fue convocado el Senado Romano, en el Templo de Júpiter Estator, y ante el mismísimo Catilina -que convocado, asistió-, Cicerón lanzó su: Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?

Fue una sesión tensa, pues Catilina salió repondón, aunque viendo el cariz de los acontecimientos y la que se podía liar, tomó las de Villadiego[11] y -aduciendo que iba al exilio- salió de Roma a uña de caballo para encontrarse con las tropas afines de Quinto Metelio acampadas en algún lugar de la Toscana.

Con plenos poderes, Cicerón cortó por lo sano. Se apoyó en la denuncia de una tribu gala[12] a la que habían ofrecido sumarse a la conspiración, cuyos representantes estaban en Roma negociando su estatus y que prefirieron apostar por la República antes que por Catilina. Y en el puente Milvio -que recomiendo encarecidamente visitar siempre en Roma y, por supuesto, no colocar el puto candadito- tuvo lugar la desarticulación de la trama conspiradora y la interceptación de las misivas que fueron determinantes en la acusación a los conspiradores que, de inmediato, fueron ejecutados. Catilina, recuerden se había largado.

Por aquellos días del 63 aC., Cicerón -elegido cónsul- y Julio César -elegido pretor urbano[13]- se las tenían ya tiesas desde hacía décadas; y a partir de entonces fueron de mal en peor.

Y vuelvo a Catilina porque junto con las fuerzas de Quinto Metelio Celer, errantes, acumulando deserciones y con problemas de todo tipo, no dudó en enfrentarse a las tropas enviadas por el Senado y afectas a la República, mandadas por Cayo Antonio Hybrida -cónsul conjunto con Cicerón-, pero que en aquella jornada de enero del 62 aC las dirigía Marcus Petreius-.

Catilina, soldado hasta el final, dio la batalla a pesar de la inferioridad de fuerzas y en ella pereció. Identificado su cuerpo, fue decapitado para llevar su cabeza a Roma.

 

-IV-

No le fue mejor a Cicerón. 'El Arpinate', así llamado por haber nacido en Arpino, en el Lazio, en el año 106 aC., gozó unos años más de su fama, hasta que el asesinato de César y algunos problemas de familia -divorcios- y hacienda, le amargaron sus últimos años.

Combatió la dictadura de Julio César haciendo uso de todos sus recursos.

Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, los principales conjurados, cuando acuchillan a César gritaron: “¡Cicerón, Cicerón!”, como si éste fuera -y en cierto modo lo fue- el mentor intelectual de los hechos. En realidad, gritando ¡Cicerón!- clamaban libertad; la libertad que encerraban los postulados y actuación de Cicerón.

El asesinato de Julio César provocó un largo periodo de guerras, en las que Marco Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron a los conspiradores y formaron el Segundo Triunvirato. Y luego -tiren de cosas del Bachiller- ya llegamos a Cayo Octavio, sobrino nieto de Julio César, que se hizo llamar Cayo Julio César Augusto, también conocido como Octaviano, que se convirtió en el primer emperador romano (27 aC) tras su victoria en Accio[14] sobre Marco Antonio.

Marco Antonio, cónsul en el 44 aC, como fiel segundo de Julio César en el mando, compañero, colega consular y pariente, efectuó la elegía del funeral y desarrolló en las semanas sucesivas un enfrentamiento dialéctico con Cicerón que se erigió en el líder del Senado.

Y es ahí donde lanzó un anciano Cicerón, con 63 años, las 14 'Filípicas'[15] en las que denunciaba el intento de Marco Antonio de instaurar una dictadura en Roma; un jefe militar se aprovechaba del poder de sus tropas para pisotear la legalidad republicana y conseguir el poder absoluto.

Cicerón fue proscrito como enemigo del estado por el Segundo Triunvirato y Marco Antonio decidió su muerte. Este, al saberlo, decidió huir hacia Grecia. Cerca de Gaeta, junto al Mar Tirreno, fue alcanzado por los soldados de Marco Antonio. El centurión Herenio y el tribuno militar Popilio le cortaron la cabeza y las manos (en unas fuentes señalan las dos y en otras una) con las que había escrito las Filípicas. Como trofeos fueron expuestos también sobre el rostra[16] del foro, la misma tribuna de los oradores desde la que pocos meses antes Cicerón había sido aclamado por la multitud.

 

-V-

Son dos historias distintas que no deben converger. Una es de 2024 y la otra tiene más de dos mil años.

Nada más que historias para no dormir, sobre el poder absoluto. Una nos pilla lejos; la otra nos golpea en el día a día.

 

 



[1] ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Hasta cuándo ese furor tuyo se burlará de nosotros? ¿Adónde irá a dar consigo esa osadía desenfrenada tuya? ¿Cómo no te mueven, para que desistas de tu locura, la nocturna guarda y vigilante guarnición del palacio? ¿Tampoco, los centinelas de la ciudad? ¿No, el temor del pueblo? ¿No, el consenso y la conformidad de todos los buenos? ¿No, el presente lugar, tan guarnecido de gente, donde suele juntarse ordinariamente el senado? ¿No, los rostros y las presencias de estos padres magníficos? ¿Qué es esto? ¿No sientes que tus consejos son del todo ya descubiertos y que tu conjuración está ya convencida y como tomada a manos por el perspicaz conocimiento y juicio de todos estos? ¿Cuál de nosotros piensas que ignora lo que hiciste la noche pasada y la precedente, en qué lugar estuviste, con quiénes te juntaste, y qué es lo que se resolvió en aquel santo consejo tuyo?

[2] Cuatro discursos de Cicerón pronunciados entre noviembre y diciembre del año 63 a. C., después de ser descubierta y reprimida una conjura encabezada por Catilina para dar un golpe de Estado.

[5] De Catilinae coniuratione, la primera monografía histórica de la literatura latina y también la primera obra del historiador y político latino Cayo Salustio (86-34 aC.). Siguiendo una estructura narrativa dividida en sesenta y un capítulos, la obra narra la conjura que intentó realizar Lucio Sergio Catilina en el año 63 a. C. con el fin de instaurar una dictadura en Roma.

[6] Cap. V: Fue de gran fortaleza de alma y cuerpo, pero de carácter malo y depravado. A éste, desde la adolescencia, le resultaron gratas las guerras civiles, las matanzas, las rapiñas, las discordias ciudadanas, y en ellas tuvo ocupada su juventud. Su cuerpo era capaz de soportar las privaciones, el frío, el insomnio más allá de lo creíble para cualquiera. Su espíritu era temerario, pérfido, veleidoso, simulador y disimulador de lo que le apetecía, ávido de lo ajeno, despilfarrador de lo propio, fogoso en las pasiones; mucha su elocuencia, su saber menguado. Su espíritu insaciable siempre deseaba cosas desmedidas, increíbles, fuera de su alcance. A este hombre, después de la dictadura de Sila le había asaltado un deseo irreprimible de hacerse dueño del Estado y no tenía escrúpulos sobre los medios con los que lo conseguiría con tal de procurarse el poder. Su ánimo feroz se agitaba más y más cada día por la disminución de su hacienda y por la conciencia de sus crímenes, incrementadas una y otra con aquellas artes que antes he señalado. Le incitaban además las costumbres corrompidas de la ciudad echadas a perder por dos males pésimos y opuestos entre sí: el libertinaje y la avaricia. Puesto que la circunstancia ha traído a colación las costumbres de la ciudad, el asunto mismo parece aconsejarnos volver atrás y explicar brevemente las instituciones de los antepasados en paz y en guerra, cómo gobernaron la República y cuán grande la dejaron para que poco a poco se transformase de la más hermosa y excelente en la peor y más infame.

[7] Plutarco de Queronea. Al serle concedida la ciudadanía romana se le conoce como Lucio Mestrio Plutarco; historiador, biógrafo y filósofo moralista griego del siglo I dC.

[8] El cónsul era el magistrado de más alto rango de la República romana. El cargo era anual y colegiado, y se elegían dos cónsules cada año entre ciudadanos mayores de cuarenta y dos años. Su cometido era la dirección del Estado y, especialmente, del ejército en campaña. Proponían y hacían cumplir las leyes, garantizaban la seguridad e integridad territorial como comandante supremo de las legiones y defendína los intereses de Roma como su representante diplomático. También tenía el derecho y el deber de controlar a los magistrados de rango menor para que no se excedieran en sus funciones y, si era necesario, juzgarlos y castigarlos. Tras la transición de la república al imperio, los cónsules se convirtieron en una figura meramente representativa de la herencia de la Roma republicana, ostentando muy poco poder y autoridad, ya que el emperador actuaba como líder supremo. Los cónsules eran seleccionados en los comicios centuriados, su mandato empezaba el 15 de marzo, fecha que posteriormente se cambió al 1 de enero. De los dos cónsules elegidos el que más votos obtenía era el primer cónsul (senior), y el que le seguía en votos era el segundo cónsul (junior)

[9] Decreto del Senado en defensa de la República que permitía a las cónsules hacer lo que fuera menester en defensa de la República y dando a los magistrados poderes semi-dictatoriales con el objeto de preservar los poderes del Senado, con el mismo fin de defender la República.

[10] Estado de excepción motivado por una insurrección o acto de fuerza contra la soberanía o independencia de un paísque otorga poderes excepcionales a las autoridades civiles o militares para poder afrontar situaciones extraordinarias y graves.

[11] Salir precipitadamente de un lugar. Los judíos era pecheros del monarca; pagan el impuesto llamado 'pecho' y como era una notable fuente de ingresos a la Corona, en plena época de persecuciones antisemitas, el rey Fernando III el Santo, para no ver mermadas sus arcas, otorgó una carta-encomienda en 1223 prohibiendo su apresamiento y señalando penas para los que hicieran daño o sometieran a vejaciones y maltratos a los judíos. La carta fue ratificada por su hijo Alfonso X El Sabio, lo que supuso largos años de tranquilidad bajo el favor real. Los judíos hicieron grande e importante a Villadiego, fundada por el conde Diego Rodríguez Porcelos, señor de Amaya, en el siglo IX a unos 40 kilómetros de Brugos. En su origen fueron Las Siete Villas de Diego; y la tradición oral confirma que en la antigüedad hubo ciertamente estos barrios con sus iglesias (Barruelo, San Esteban, San Cristóbal, Tudanca de Arriba, Tudanca de Abajo, Mora y el primitivo villorrio de Villadiego, de los que sólo subsiste el primero. Lo más probable es que al fundar el Conde Don Diego este pueblo diseminara por la campiña una cuantas casas de campo, las cuales en el correr de los años, uniéndose unas a otras con nuevas edificaciones, formarían el núcleo de lo que luego se llamaría Villa de Diego o Villadiego que se convirtió en centro de comercio y atrajo numerosas familias judías. Villadiego pasó a ser una ciudad refugio para los judíos y tomaban las de Villadiego al menor síntoma de persecución en otras ciudades. Allí debían vestir unas calzas amarillas, identificándose así como protegidos del monarca. De ahí la variante tomar las calzas de Villadiego.

[12] Alóbroges. Belicosa tribu celta de la Galia ubicados entre el río Ródano y el lago de Ginebra (entre lo que hoy son Lyon, Saint-Étienne y Grenoble en la moderna Suiza). Eran guerreros feroces y producían mucho trigo, lo que les hacía muy ricos. Controlaban la mayor parte del valle del Ródano y varios importantes pasos de montaña hacia Italia, como el que atravesaba la Via Agrippa.

[13] El pretor urbano era, en ausencia de los cónsules de la ciudad, el principal magistrado de Roma y, como tal, presidía el Senado.

[14] Batalla de Actium; 2 de septiembre del 31 aC. entre la flota de César Octavio, comandada por Agripa, y la de Marco Antonio y su aliada Cleopatra, frente al golfo de Ambracia y el promontorio de Accio. La batalla se saldó con la victoria absoluta de Octaviano y la retirada de Marco Antonio y Cleopatra.

[15] Llamadas así en honor a las que pronunció Demóstenes contra Filipo de Macedonia, el padre de Alejandro Magno.

[16] Tribuna del Foro que servía de púlpito desde el que los magistrados y oradores arengaban al pueblo

28 abr 2024

MEDITATIO. Yo también reflexiono

  

 

La Lectio Divina es una metodología de reflexión. La Lectio Divina se compara con el ‘deleite de la Palabra’: primero, el tomar un bocado (lectio); luego masticarlo (meditatio); saborear su esencia (oratio) y, finalmente, hacer la digestión y hacerla parte del cuerpo (contemplatio).

Como la Lectio Divina implica la lectura, que Yo ya he hecho, paso a escuchar el mensaje interior, a la meditación de lo que estos ojos que se han de comer la tierra han llegado a leer y ver…

Para ello, para la meditatio, me he llegado en esta mañana de domingo hasta pocos metros de la playa de Levante de Benidorm, bajo la lluvia -¡Bienvenida sea!- contemplando el ritmo de las olas, que los expertos llaman periodo; veo y sé que llegan en grupos, en cadencias uniformes… 3, 7, 9…

Y a la tercera, la séptima o la novena olas, desde el principio de las civilizaciones, se les atribuyen fuerzas especiales.

La novena ola está ungida y forma parte de los ritos de fecundidad; con la séptima, a la que llamó “Lissette” en sus ansias de libertad, Papillón[1] saltó del acantilado de la Isla del Diablo -la más pequeñas de las tres Islas de la Salvación, premonitorio nombre- en 1941 para conseguir la libertad; y algo debe tener la séptima porque Sting cantaba que el amor es esa ola[2]; y la tercera, ¡ay la tercera!, cuando sólo llegan en grupos de tres, es la más brutal.

Aquellos que tienen la cara surcada por el salitre marino incluso hablan de “la Tres Marías” que son las tres grandes olas que tiene todo temporal que se precie. Absolutamente acientífico, pero es que ellos las han conocido y siguen impactados con su poder. La tercera ola siempre ha sido la más grande, rotunda y devastadora.

En este cuarto día de reflexión de Pedro… ¿esto va de la tercera ola?

Leyendo la presa, viendo la televisión, golpeado por las redes sociales, me temo lo peor.

¿Conocen la Tercera ola?

Es que desde ayer sábado que le leí a Joaquín Estefanía, a primera hora de la mañana, en la edición digital de El País[3] que una ola de antidemocracia recorre los países que hace medio siglo pasaron de dictaduras a democracias se me pusieron los pelos como escarpias.

Cita la ola y el medio siglo. Y ya la neurona bullendo porque estamos a nada de los cincuenta años de la muerte de Franco -El Gobierno quiere aprovechar el próximo 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco, el 20N de 2025, para impulsar el conocimiento de todo lo que tiene que ver con la dictadura, la II República y el papel de quienes defendieron la democracia[4]- y un pelo de gamba más para los cincuenta años de la democracia en España… pero para eso ya veremos. Por ello, considero, la ola está a punto de romper aquí.

Y hoy te das de bruces, en El País, con que Madrid es la caldera en ebullición que alimenta la tensión política y mediática en España; donde se señala la rabia del PSOE y te encuentras con Meritxell Batet[5] que después de señalar una cuestión fundamental como que “la política es la discusión pública de alternativas” con un segundo párrafo memorable, ya entra en plan militante y evidencia la terrible miopía que aqueja a los que deambulan por el hemiciclo. Joaquín Manso, desde El Mundo, nos recuerda que ya The Ecomnomist tildó a Sánchez de Drama King y se mete en honduras mientras ilustra su texto con una versión de un San Sebastián asaeteado con la cara de Pedro. Me quedo con la reflexión de Lucía Méndez, acertada, como siempre[6].

Yo es que esto lo enmarco en el experimento de la Tercera Ola.

Ahora que acaba abril de 2004 sería bueno recordar lo de abril de 1967, en Palo Alto, California; lo puesto en práctica por el profesor Ron Jones[7], con alumnos de la Cubberley High School centrado, como vengo observando, en la maleabilidad mental del ser humano. Fue un experimento de fascistización del alumnado que detuvo al quinto día, porque lo había conseguido.

¿Pretende Pedro emular a Ron? Ojo, cinco días y ya vimos ayer los logros del tercero.

Aquellos chavales no comprendían cómo Hitler había implicado al pueblo alemán en su loca aventura. El atractivo de una ideología autoritaria y dictatorial siempre está rondando al ser humano. La facilidad con que una sociedad civilizada puede transformarse en un Estado totalitario es algo ha ocurrido y termina por volver a ocurrir a cada golpe de taco de calendario; que el planeta Tierra es muy grande y cada día nos asomamos a un disgusto nuevo.

El experimento podría resumirlo, a bote pronto, en que el ser humano tiene básicamente una naturaleza autoritaria y le gusta ser liderado y ser seleccionado dentro de una masa anónima. Echen un ojo a los telediarios por el tema de ayer.

Estaban los chavales californianos en el 67, estamos nosotros ahora en el 2004, sustituyendo a la razón por la sinrazón.

Fue un éxito. Y como el experimento se le iba de las manos, el profesor Jones, al quinto día, recuerdo e insisto, cortó por lo sano. Aquí lo de terminar las cosas nunca ha sido nuestro fuerte; que el tiempo, dicen, lo cura todo y vemos que no.

De este experimento, la Tercera Ola, hay libro (Todd Strasser, La Ola; 1981… aunque también aparece en La Tercera Ola, de Alvin Toffler, que es más amplio y profundo) y película (La Ola/Die Welle, de Dennis Gansel), así como innumerables estudios de toda condición y múltiples referencias en prensa, de entonces y de ahora, alertando; siempre alertando.

Estoy preocupado; muy preocupado.

Oír ayer a un chaval joven concentrado a las puertas de Ferraz decir que “la democracia está en peligro” -sin ruborizarse ni despeinarse- es de lo más alarmante que me ha tocado vivir en mis ya seis largas décadas de tránsito mundano. ¡Dios!; este sí que es un buen vasallo… si tuviera buen señor.

Las sociedades que no conocen o ignoran su historia están condenadas a repetirla”. La frase, como aquella de que “la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana”, se le atribuye, entre otros muchísimos, a Napoleón Bonaparte. Pues bueno, napoleónica o no, lo que dice es terrible. Pero resulta que a base de ignorancia y manipulación nos estamos metiendo en la boca del lobo.

El viejo proverbio español dice que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”; y el español, Juan Español decía yo, es el que tropieza una y otra vez con el mismo Peñón, el de Gibraltar, y con la misma ignominia, la de enfrentarnos unos con otros por visceralidad.  

Y ahora, visto lo visto y oído lo oído desde que el presidente del Gobierno de España se tomó sus días de absurda reflexión, tras el comité federal socialista que concluyó ayer sábado con un salgamos a la calle y unámonos a la masa vociferante veo con temor que el español quiere volver a tropezar con la misma autocracia y el mismo cesarismo.

Antidemocracia; lo opuesto a la democracia.

Es que todos aquellos que entienden que la democracia es la dictadura de la mayoría cometen el principal error de su vida. La democracia es el gobierno de las mayorías; el gobierno en nombre de todo un pueblo. Supone principios y valores: respeto mutuo y ejercicio de la libertad; “libertad de” y “libertad para”; debate y confrontación de ideas y modelo, no de personas.

La democracia es un sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes, donde hay derechos y libertades y un marco de convivencia; no un enclave de pensamiento único. Es un sistema que debate y busca siempre lo mejor; donde hay disparidad de ideas y criterios para buscar el bien común en libertad.

La democracia no una ideología y fue Abraham Lincoln el que la interpretó como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo[8]. Fue Heródoto el que así llamó -democracia- a la fórmula de gobierno ateniense, que Clístenes llamaba Isonomía y Aristóteles Politeia. La República romana también fue una democracia, pero el concepto se diluye en el transcurso de los tiempos y ya reaparece a mediados del XVIII donde se fraguan dos ideas claves: la de que un poder legítimo no puede fundarse ni operar sin incorporar la voluntad popular y la de que el poder legítimo en ningún caso es absoluto y tiene como límite los derechos de los ciudadanos.

Y mientras aquí nos descojonamos con el vidiete del norcoreano –“Cantemos, Kim Jong-un, el gran líder; presumamos de Kim Jong-un, un padre amigo”- y nos vamos a hacer lo mismo a una calle de Madrid para salvar la democracia. Celtiberia show.

Claro, se ha banalizado tanto todo que un deporte gubernamental es sacar a pasear a Franco y la Guerra Civil que terminó hace 85 años, pero que mantenemos viva la llama y apoyamos una ley que llegará a tratar hasta los temas del primer gobierno de Felipe González en 1983. Y todo porque se empeñan en impugnar la Transición.

Por entonces tronaban los transistores aquello de “Dicen los viejos que en este país hubo una guerra; que hay dos Españas que guardan aún el rencor de viejas deudas; Dicen los viejos que este país necesita palo largo y mano dura para evitar lo peor”. Y quien cantaba decía lo de “yo solo he visto gente que solo desea su pan, su hembra y la fiesta en paz”. Y la cosa iba a más: “Dicen los viejos que hacemos lo que nos da la gana y no es posible que así pueda haber Gobierno que gobierne nada; dicen los viejos que no se nos dé rienda suelta, que todos aquí llevamos la violencia a flor de piel”. Y coreábamos lo de “gente que tan solo pide vivir su vida, sin más mentiras y en paz”, para entrar al estribillo “Libertad, libertad, sin ira, libertad; guárdate tu miedo y tu ira, porque hay libertad. Sin ira, libertad[9]. La de Jarcha fue la canción de la transición, la que nos imbuyó de dignidad para hacerlo.

Caemos en la ira por puro desconocimiento de quienes somos y hasta dónde hemos llegado.

Mirémosnos lo que pasó en este país desde que arrancó el siglo XX… ¿por qué olvidándonos del anarquismo o del pistolerismo, de los asesinatos de Canalejas[10], Dato[11] o de ‘el noi del sucre’[12], de la agitación política de los años 20 y la influencia de Georges Sorel[13], la psicología de masas de Gustave Le Bon[14] o Gabriel Tarde[15], de los sucesos de Casas Viejas[16] o del durísimo comienzo de la década de los años 30…? Desde la crisis del Régimen liberal fuimos dándonos en las dos mejillas hasta templar armas en la Guerra Civil saldando salvajes cuentas antes y después por reformas que llegaron a destiempo o que aún tardarían en llegar.

Hace noventa años vivimos una situación muy particular; 1933 fue un año especialmente intenso que marcará, con dos revoluciones[17], un proceso que nos empeñamos en olvidar y reprotagonizar. ¿lo investigamos?

Y de allí, a palos, hasta 1939 y las secuelas de una guerra fratricida que muchos se empeñan en sacar a pasear una y otra vez.

Escuchaba ayer mañana con pesar y desazón el grito coreado del ‘¡No pasarán!’. Es triste y lamentable. Y lo es porque quienes lo lanzan no tienen ni idea de quien era José Miaja[18]; ni saben nada de aquella arenga de noviembre de 1936 cuando el gobierno republicano abandonó Madrid a la suerte del general; y este, recordando el grito francés “Verdún, On ne passe pas!” -que era de 1916-, lo convirtió en el “No pasarán”[19]. Entonces fue una llamada a defender la democracia, las libertades y los derechos que habían sido conquistados durante la República y, más que nada, una súplica a la unidad y determinación ante tantas y diferentes fuerzas políticas, ideológicas y sociales militarizadas que con divergencias y disputas internas hacían inviable una frente común; cosa que resolvió el teniente coronel Vicente Rojo Lluch[20]. Que esto es de primero de sentido común. No es ideología ni visceralidad; es sensatez, cordura y juicio, materias en las que veo a muchos españoles cuesta abajo y sin frenos.

No, se quedan en la idealización del grito, puro postureo; olvidan lo que lo motivó.

Y mientras Pedro reflexiona he leído barbaridades en redes sociales; textos de amigos periodistas por los que aún -tras leerles- siento un rescoldo de admiración que me anima a creer que se trata de una obcecación pasajera. Pero con radical pesimismo temo que sea radicalización. No pueden tergiversar así la realidad; ¿qué virus me los ha infectado?

Me han referido -y terminado por ver- lo de una peruana que desarrolla sus cometidos en el Canal Red[21] de Pablo Iglesias, plantear en La Hora de La 1 la intervención del Poder judicial para que se controle a Medios de comunicación[22] y en concreto a aquellos periodistas que, dijo, “mienten”; e, incluso, la intervención directa de Medios a los que ella calificó de “corruptos”. Y los demás tertulianos, de convidados de piedra. Bueno, uno le animó a que, teniendo pruebas de todo lo que estaba escupiendo, lo publicara. Un brindis al sol… y así hemos llegado a esto.

Estefanía, y vuelvo a mi lectura de la mañana del sábado, denunciaba la estrategia de la crispación que ya ha pasado al tercer nivel: a afectar a los ciudadanos. Es responsabilizar de la situación a quienes la padecen y no a quienes la provocan. Y esa es una bochornosa práctica habitual que se realiza sin pudor,

Pero a lo que vamos, que es lo de la democracia representativa. No miren muy atrás, que es cosa del XIX. Es de cuando arranca eso de que la soberanía popular está delegada en las instituciones gubernamentales que ejercen la autoridad en nombre del pueblo.

A veces olvidamos que la democracia representativa es un tipo de gobierno cuyos actos presentan una correspondencia relativamente estrecha con los deseos de relativamente muchos de los representados; no de todos.

Robert Dahl, politólogo norteamericano, sostenía que para que fuera posible la democracia participativa, que él llama poliarquía, debían existir una serie de garantías como el control de las decisiones gubernamentales, las elecciones libres e imparciales con determinada frecuencia, las consiguientes sustituciones de políticos que salieran de esas elecciones, que estas fueran tranquilas, lógicas y consecuentes; que hubiera derecho a elegir y a ser elegido y, como colofón, tres derechos básicos: libertad de expresión -en particular de expresión política, incluida la crítica a los funcionarios, al estado, al sistema político, económico y social y a la ideología dominante-, libertad de información -sin que gobiernos o grupos la monopolicen- y derecho efectivo de asociación.

Yo creo que esto que está pasando nos lo debemos hacer mirar y muy seriamente. Así vamos mal.

Yo creo que el problema es la crispación. Y más que la crispación es sí, el problema lo crean quienes acusan a los otros de crispar. Aunque, en realidad, lo que aquí en la vieja piel de toro llaman “crispar” y se pide que se deje de hacer, es lo que en cualquier democracia del mundo occidental se denomina confrontación de ideas y de opiniones, y lo que todo el mundo supone que es lo que se debe hacer en democracia.

Lo anormal en la vieja piel de toro no es que la oposición se oponga al Gobierno; lo anormal es que el Gobierno pretenda que la oposición permanezca en silencio y que se actúe para conseguir que efectivamente ese silencio se produzca.

Ahora, ayer sábado lo dijeron, hay quien grita con fervor ¡Todos con el líder! Porque advierte que si eso no ocurre eso la democracia se hundirá en el barro.

Esto es de primero de comunismo; pero lo llaman fascistización

¿Pero qué nos está pasando? Va a ser que el sueño de la razón produce monstruos… y esperando a que al quinto día se nos manifieste.

 

 




[1] Henri Charrière "Papillon", escritor y marino francés, condenado a trabajos forzados en la Guayana Francesa en 1931 por un crimen que no cometió en París. Se fugó en 1941 y aunque fue capturado en la Guayana venezolana y nuevamente encarcelado en ese país terminó siendo puesto en libertad en octubre de 1945. Se naturalizó venezolano en 1956 y su causa prescribió para la justicia francesa en 1967. En 1969 escribe su historia, Papillón, y regresa a Francia, ya famosos, a reencontrarse con su familia. En 1970 se instala en Fuengirola, lleva sus peripecias al cine (Papillon, 1973; Franklin J. Schaffner dirige a Steve McQueen y Dustin Hoffman. En 2017 se hace una secuela con el mismo nombre) y escribe un segundo libro, Banco, donde describe su vida en Venezuela desde que escapa de la Isla del Diablo hasta volver a Francia a ver a los suyos. Murió en Madrid en 1973.

[2] Gordon Matthew Thomas Sumner; líder de The Police, siguió en solitario y ya ha vendido más de 100 millones de ciscos, conseguido 16 premios Grammy y fama y renombre mundial. Su canción Love Is The Seventh Wave le ha traído a este Post. Es uno de los grandes de la m´husica.

[5] Presidenta del Congreso de los Diputados entre 2019 y 2023 y ministra de Política Territorial entre 2018 y 2019 en el Gobierno de Sánchez.

[7] Ron Jones (Palo Alto, California, 1941); escritor y profesor estadounidense. Mientras impartía clases de Historia Contemporánea en un instituto de Palo Alto, California, fue el iniciador de un experimento psicológico con adolescentes en torno al nacimiento del nazismo llamado “Tercera Ola”; en 1967.

[8] Discurso de Gettysburg; 19 de noviembre de 1863, cuatro meses y medio después de la terrible Batalla de Gettysburg que marcó en inicio de la ofensiva de la Unión durante la guerra civil norteamericana (1861-1865). Termina con la frase and that government of the people, by the people, for the people, shall not perish from the earth. Y la fórmula del “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” para definir la democracia ha sido adoptada incluso en el artículo 2.º de la Constitución de la Quinta República Francesa. Como anécdota diré que el principal discurso en aquella mañana de primavera era el del académico Edward Everett, pero se tiró dos hora de perorata y aburrió a las ovejas. En cambio, Lincoln, en 3 párrafos y 271 palabras, en 3 minutos, hizo historia.

[9] La Jarcha era una breve composición lírica de los poetas andalusíes árabes o hebreos entre los siglos XI y XIV. Buscando rescatar y divulgar las canciones populares andaluzas en 1972 se formó en Huelva el grupo Jarcha musicando viejos poemas andalusíes mozárabes y composiciones de autores históricos y poetas contemporáneos andaluces hasta que relataron el tránsito del franquismo a la democracia con la obra de Rafaél Baladés y José Luís Armenteros y Pablo Herreo, "Libertad sin ira" hasta convertirla en el himno de la Transición.

[10] José Canalejas Méndez (1854-1912); abogado y político regeneracionista y liberal español. Siendo presidente del Consejo de Ministros, murió asesinado en un atentado terrorista.

[11] Eduardo Dato e Iradier (1856-1921); abogado y político español, varias veces ministro y presidente del Consejo de Ministros durante el período de la Restauración. Cuando se produjo el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914, como presidente del gobierno decretó la neutralidad española en el conflicto. En marzo de 1921 fue asesinado por pistoleros anarquistas.

[12] Salvador Seguí Rubinat (1887-1923), apodado el El noi del sucre, uno de los más destacados anarcosindicalista de España de principios del siglo XX. Buscó dar un nuevo impulso a la lucha proletaria sin olvidar las esencias de su ideario anarquista. Fue asesinado el 10 de marzo de 1923 por pistoleros del Sindicato Libre, que en su momento estuvo asociado a la patronal catalana.

[13] Georges Eugène Sorel (1847-1922); filósofo francés y teórico del sindicalismo revolucionario. Es conocido por su noción de la violencia como factor determinante en el proceso histórico y ha sido considerado como uno de los introductores del marxismo en Francia.

[14] Gustave Le Bon (1841-1931); sociólogo francés y físico aficionado. Muy influyente en el campo de la psicología social por sus aportaciones sobre la dinámica social y grupal. Fue autor de numerosos trabajos en los que expuso teorías sobre los rasgos nacionales, la superioridad racial, el comportamiento y la psicología de las masas. Influyó decisivamente en Hitler.

[15] Jean-Gabriel de Tarde (1843-1904); sociólogo, criminólogo y psicólogo social francés. En sus análisis concibió la sociedad como un producto de la vida social, basada en pequeñas interacciones entre individuos, donde la imitación y la invención eran centrales. Entre los conceptos que inició estaban la mente grupal y la llamada psicología de masas, con atención a la opinión pública, donde anticipaba varios desarrollos modernos.

[16] Levantamiento campesino contra el Cuartel de la Guardia Civil de Casas Viejas, Cádiz, entre el 10 y el 12 de enero de 1933. Es uno de los hechos más trágicos de la Segunda República Española. Liberado el cuartel el 11 de enero se buscó a los responsables, sindicalista de la CNT. El 12 de enero, una unidad de guardias de asalto, al mando del capitán Rojas, que había recibido la orden del director general de Seguridad en Madrid, Arturo Menéndez, para que se trasladara desde Jerez y acabara con la insurrección, ocasionó la masacre de campesinos que inició el desencuentro entre el campesinado más pobre y los ideales de la República con su promesa de reforma agraria y de mejora de las condiciones de trabajo.

[17] La CNT contra la República: Enero de 1933, segunda de las revoluciones anarquistas donde el diario oficial de la CNT escribía que: la política represiva... sectaria de los socialistas que detentan el poder y usan de él contra los intereses de los trabajadores. Por eso, “vencida una insurrección surge otra, resuelta una huelga, otra se produce; apaciguado un motín, estalla otro mayor”. Los sucesos de Casas Viejas se enmarcan en ella. Diciembre de 1933, tercera de las revoluciones anarquistas donde las milicias armadas de Aragón pretendieron implantar el comunismo libertario. Se extendió por  Extremadura, Andalucía, Cataluña y la cuenca minera de León tras la victoria electoral del centro-derecha. El 14 de diciembre fue declarado el Estado de Guerra e intervino el Ejército para restablecer el orden. El día 15 la CNT dio la orden de volver al trabajo y al día siguiente la policía detenía al comité revolucionario. Durante la insurrección se registraron violentos choques con la fuerza pública, descarrilamientos de trenes, voladuras, destrucción de archivos, incendio de iglesias, sabotajes de vías férreas y puentes, así como líneas telegráficas y telefónicas, junto a numerosos tiroteos y escaramuzas.

[18] José Miaja Menant (1878-1958); militar español conocido por su papel en la defensa de Madrid durante la Guerra Civil Española (8-23 noviembre del 36; y hasta el final de la guerra). Crítico con el desenlace que la contienda tomó para la Segunda República, en marzo de 1939 apoyó el llamado golpe de Casado y aceptó presidir el Consejo Nacional de Defensa que intentó negociar, sin éxito, el fin de las hostilidades. En los últimos días de la guerra civil abandonó España y marchó al exilio, primero en Francia y, después, en México. Recibió la orden de defender Madrid a toda costa. Para ello contó con un excelente asesor soviético, el coronel Vladimir Yefimovich Gorev, y un concienzudo jefe de Estado Mayor, el teniente coronel Vicente Rojo.

[19] Aunque se hiciera famosa en Verdún, ya los liberales españoles del XIX, hacia 1820, inspirados en el Libro de Job –“Hasta aquí llegaréis y no pasaréis de aquí”- la pronunciaban. José Antonio Primo de Rivera, en 1934, tuvo su versión: Moscú no pasará, el separatismo no pasará. Dolores Ibárruri, ‘Pasionaria, la suya el mismo 18 de julio de 1936: el fascismo no pasará; No pasarán los verdugos de octubre (de la revolución minera de Asturias de 1934.

[20] Vicente Rojo Lluch (1894-1966); militar español, jefe de Estado Mayor del Ejército Popular de la República durante la guerra civil española, conocido por su destacada participación en la defensa de Madrid, así como en el planeamiento de la batalla del Ebro, la batalla de Brunete, y finalmente el Plan P (llegar con la línea del frente a Portugal). A pesar de estar en el bando republicano, él mismo se definió como católico, apostólico y romano. Al finalizar la guerra estuvo exiliado en Francia, Argentina y Bolivia. En 1957 regresó a España donde fue juzgado por auxilio a la rebelión y perdió su empleo militar. Fue autor de diversos libros relativos a la narración histórica de la guerra civil española, así como del entorno social que rodeó al conflicto. A su fallecimiento 15 de junio de 1966 los diarios ABC y Ya le reconocieron su empleo de general y lo calificaron como “el jefe militar más brillante del ejército republicano durante la guerra civil”.

[21] Canal RED es un canal de televisión en español que emite en abierto por internet y TDT dirigido desde su inauguración en marzo de 20232 por Pablo Iglesias Turrión y financiado, dicen, por micromecenazgo. El canal se centra en noticias relacionadas con la actualidad política de España y América Latina.