Cuando la gente del común supimos, por Sánchez y sus ministros
y sus tentáculos[1], lo
del tal Del Pino[2] y Ferrovial[3]
y una vez que desde el gobierno Sánchez nos explicaran lo que es la patria,
no queda más remedio que posicionarse
“La patria no es sólo hacer patrimonio…”.
¡Oh, Santa María!, ¡y valme! que cuentan exclamó
Fernando II (de Aragón; ‘el Católico’, junto a Isabel I de Castilla) el 7 de diciembre
de 1492 cuando el terciado[4]
de un remensa[5] le asestó,
saliendo de la palatina capilla de Santa Ágata en Barcelona, una cuchillada, a
la altura de la nuca, que no hizo más estragos porque chocó con un eslabón de la
cadenilla metálica del Toisón de Oro que lucía en aquella ocasión la regia
persona. Juan de Cañamares, que así consta que se llamaba el magnicida agresor
terminó siendo considerado un rusticum mentecaptum (¿tonto rústico? que
diríamos hoy) y, conforme a la costumbre de la época, descuartizado. Hago
constar que “por clemencia y misericordia de la reina Isabel fue ahogado
previamente”, según contó Andrés Bernáldez, cronista regio y capellán del
Obispo de Sevilla, conocido como “el cura de Los Palacios”[6],
en su crónica.
Patria, presidente, -y me dejo de
monsergas- es esencia del padre y de los antepasados. Patrius-patria-patrium,
del latín; terra patria que dirían nuestros ancestros y que llega en
solitaria patria al contexto que de la civilización romana recuperaron los
humanistas del Renacimiento -aunque ya en las Siete Partidas[7]
(Alfonso X; s. XIII), se lee a las claras la palabra patria y el
concepto de la tierra donde se ha nacido[8]-,
mientras que nación, el equivalente, es la actualización del concepto a
partir del siglo XVIII.
Y patrimonio, permítaseme, es el conjunto de bienes
propios de una persona o de una institución, susceptibles de estimación
económica. Aunque patrimonio también es historia, raíces, cultura y
tradiciones. Es lo recibido del padre (patri-monium), cosas del Derecho Romano,
que llega a los orígenes y que sólo en el siglo XIX adquiere connotación individual
pues desde 1874 le adjudican valoración pecuniaria; que antes era concepto de
acumular.
Le leí, tiempo ha, a un jurista -ponte a buscar con tan nimio
recuerdo quién era- algo así como que patria y patrimonio son dos
conceptos antagónicos o incompatibles: patria es un ideal y patrimonio
tiene componente material pragmático y crematístico. A la vista de ello, parece
que más de uno, instalado en la púrpura oficial, se inclina por el viejo aforismo
aquel lo de primun vivere, deinde philosophari (primero vive, luego filosofa).
Lo dejo caer con arrogancia porque pocos saben de qué va lo de patria y la
DIB -División de Ingenios Blindados-, pensó el presidente, ya se enfrentará a
la Brunete Mediática: que sean los Medios los que lo dejen caer[9].
Y así estamos. Algunos ya han replicado al socaire de lo que
pasa -solo falta el exprópiese-, que cuenta Herrera[10],
una chorrada más de lo del sí es sí, una puntillita más de lo de la ley trans o
destripar una golfada más de ‘Putito Berni’ (una genialidad de Girauta llamarle
así).
La patria, permítaseme, es algo tan grande e
inconmensurable que se identifica a través de su bandera; incluso de su escudo
y de su historia. Hasta por un himno. Y
mírate que aquí somo tan nuestros que nos impusimos -en 1770- la Marcha Real,
que es la marcha de Granaderos (de 1761) y que como buena marcha, no tiene
letra. Aquí cuando queremos letra patria recurrimos a una zarzuela o un
cuplé. Y así nos va con el himno, que yo le conozco hasta trece ripios siendo
el más conocido el del “chinta, chita, tachinta, chinta, tachín, tachín,
tachán”. Yo crecí con la letra de Pemán, aquella del “gloria a la Patria
que supo seguir sobre el azul del mar el caminar del sol” cual la Santa
María, la Pinta y la Niña en aquel mes de septiembre de 1942 y me sale solo.
Hay, dicen, tres himnos “mudos” en el mundo: los de España, San Marino y
Bosnia-Herzegovina.
Otro identificativo de patria es el escudo. El nuestro
se basa en el de 1230, de Fernando III de Castilla y León: cuatro cuarteles
(que se llaman), en oposición, Castilla y León. La historia, patrimonio de España
y los Españoles, lo ha ido configurando: que si coronado de varios tipos de
coronas, que si cadenas y barras, que si el águila de San Juan, que si la bicéfala
imperial, que si lemas y símbolos, que si yugos, flechas y columnas, que si
armas de Borgoña, collares y mantos de armiño, coronas de laurel y esferas
terrestres… hasta llegar al actual escudo de España definido por la Ley 33/81
de 5 de octubre[11].
Podíamos haber empezado a configurarlo muchos antes, cuando el emperador Adriano[12]
puso en el reverso de las monedas a la lozana Hispania[13],
recostada sobre el Peñón de Gibraltar con un damán[14]
a sus pies; o al jinete íbero previo, pero eso es -quizás- irse muy atrás.
Y yéndonos con esas representaciones llegamos al fenicio i-spn-ya
que los romanos convirtieron en Hispania y viene a ser “tierra de damanes”
aunque Cicerón, César, Plinio el Viejo, Catón, Tito Livio y, en particular,
Cátulo, que se refiere a Hispania como península cuniculosa -cuniculosae
Celtiberiae-, prefirieron conejo a damán, que para ellos era desconocido.
Y, finalmente, señala la patria la bandera. La nuestra
es un símbolo recogido en la Constitución de 1978, especificada en su artículo
4.1, y con ley propia -Ley 39/1981- que regula su uso como bandera de España.
Con origen en los vexilos romanos y en los estandartes visigodos,
serán las banderas del Islam las que marquen el protagonismo de este símbolo que,
para España, desde el siglo XVI, unificará la roja Cruz de San Andrés/Borgoña
sobre paño blanco. Fue Felipe II el que cambió el color del paño a amarillo,
aunque el borbón Felipe V volvió al paño blanco y cambió el aspa borgoñona por
sus armas reales. Y ya será Carlos III es el que abandone las enseñas de tierra
para buscar una enseña de mar que por el Real Decreto de 28 de mayo de 1785 se
llaga a dos diseños[15]
de una misma identidad rojigualda: uno para los buques de guerra y otro para
los mercantes, de entre las doce propuestas que le presentó Antonio Valdés y
Fernández Bazán, en esa época Secretario de Estado y del Despacho Universal de
Marina; vamos que, Ministro de Marina. Los colores: amarillo y rojo… como el
vino de Jerez y el vinillo de Rioja… mitad sangre, mitad oro… (de ‘Las Corsarias’;
que ya dije que zarzuelas o cuplés inmortalizan nuestro patrimonio y señalan a
la patria).
Apenas llevaban ondeando ocho años sobre cascarones cuando (en
1793) la bandera de guerra de marina se ordenó que ondeara también en tierra;
en los puertos y fuertes de la Marina y en las costas custodiadas por el
Ejército de Tierra. A partir de ahí, la rojigualda empezó a utilizarse en
campamentos del ejército y fortificaciones fronterizas y, especialmente, durante
la guerra del Rosellón/Pirineos (1793-95)[16].
A partir de 1808 con la explosión del
sentimiento patriótico
durante la guerra de Independencia, los colores rojo y gualda fueron empleados
por lo patriotas y para las banderas de enganche de voluntarios. Y así fueron oficializados
estos colores como colores de las Cortes de Cádiz y de la milicia nacional. Total,
que en 1843 se ordena la unificación de todas las banderas y estandartes de
España y la rojigualda pasa a ser la primera y máxima enseña.
Y ante la bandera, jurarla es la mayor expresión cívica,
pública e individual de lealtad hacia España y hacia los españoles; besarla,
dicen ahora, no es preceptivo, pero nos lleva a la esencia de la patria,
de lo hecho por lo que antes que nos precedieron. Así, el juramento sellado
con un beso será la conciencia que conduce moralmente al mejor servicio y la
entrega a la Patria, que contaban los exégetas del tema en los
primeros cincuenta del siglo XX. Desfilar finalmente bajo el arco formado por
la Bandera y el sable de la autoridad militar que ha tomado el juramento es la
confirmación de la aceptación por parte de España del compromiso del juramento recién
efectuado.
El origen de este compromiso vuelve a estar en Roma con el sacramentum
de los legionarios romanos; juramento al entrar a servir que desde el siglo III
se renovaba anualmente, cada 3 de enero.
Ya en los Tercios, el soldado que sentaba plaza en la unidad adquiría
de por sí este compromiso, que con el rey Carlos III y sus Ordenanzas, termina
por jurarse ante Dios, prometiendo ante el rey, seguir constantemente la
bandera, haciendo patria.
Por cierto: fue Napoleón, el corso, el que planteó el
juramento de los civiles a la bandera; a los jóvenes se les debía inculcar el
“amor a la Nación” por lo que se promovía el “Juramento a la Bandera Tricolor”
de los alumnos, como formación de “Ciudadanos como hombres libres”.
Aquí llegados, a la patria, como hombres libres, sin
visos de patrimonio, se nos antoja muy necesario un juramento de fidelidad.
Y el próximo día 25 de marzo en Benidorm se celebra una jura
de bandera para personal civil organizada por el Mando de Operaciones Especiales
con base en Rabasa, Alicante. Hasta el 21 de marzo se puede inscribir quien
desee efectuar ese juramento. Desde este enlace, en el apartado ‘Delegaciones y
Subdelegaciones de Defensa’ se llega a la inscripción para el Juramento o
Promesa ante la Bandera de España. Solicitud (Código SIA: 203583) y ahí ya es
acceder.
Las Banderas del Mando de Operaciones Especiales, testigo de
la tradición guerrillera de este país, y del Regimiento de Defensa NBQ ‘Valencia
número 1’ del Mando de Apoyo a la Maniobra de la Fuerza Terrestre esperan a
quienes deseen jurar o prometer ante ellas en la Plaza de Sus Majestades los Reyes
de España.
A la patria, obediencia y fidelidad.
Pero tengamos muy claro que es la patria, que es el patrimonio
y como canalizar el patriotismo que sólo es un sentimiento que nos liga a un territorio,
que nos vincula a una gente -la nuestra-, que nos marca por su historia, que
nos identifica por sus tradiciones y nos condiciona por sus valores; vamos, el
orgullo de ser español más allá del deporte -Soy español, ¿a qué quieres que te
gane?- que como contaba Rafael Padilla en mayo del año pasado “viene determinado
por la minuciosa omisión de nuestra historia, la maldad con la que se acallan
sus aciertos y se magnifican sus errores, el odio con el que se detestan
nuestros símbolos, el afán por demoler cuanto nos une y que nos está robando un
colosal patrimonio de siglos”.
Coincido: “es hora es de reivindicar que el patriotismo no
es algo vergonzoso ni descalificador, sino el modo más cabal de mostrar
gratitud a los que ayer fueron y de construir dignamente el futuro de los que
mañana serán”. Hay tantas cosas que nos lo demandan.
[1] https://cadenaser.com/nacional/2023/03/03/pedro-sanchez-sobre-ferrovial-la-patria-no-es-solamente-hacer-patrimonio-sino-ayudar-cuanto-tu-pais-lo-necesita-cadena-ser/;
https://www.lavanguardia.com/politica/20230303/8798419/sanchez-redobla-pulso-presidente-ferrovial-patria-patrimonio.html;
https://elpais.com/espana/2023-03-03/feijoo-carga-contra-sanchez-por-sus-criticas-al-presidente-de-ferrovial-es-mas-hooligan-que-nadie.html;
https://www.lavanguardia.com/politica/20230303/8798419/sanchez-redobla-pulso-presidente-ferrovial-patria-patrimonio.html;
https://elpais.com/espana/2023-03-03/feijoo-carga-contra-sanchez-por-sus-criticas-al-presidente-de-ferrovial-es-mas-hooligan-que-nadie.html;
https://www.elmundo.es/espana/2023/03/04/64034550fc6c83cf3e8b457f.html;
https://www.publico.es/politica/belarra-exige-ferrovial-devuelva-hasta-euro-espanoles.html;
https://www.lavanguardia.com/economia/20230303/8798140/yolanda-diaz-reunio-pino-le-pidio-explicaciones-traslado-ferrovial.html;
https://www.publico.es/tremending/2023/03/03/rufian-le-dobla-la-apuesta-a-yolanda-diaz-sobre-ferrovial-que-devuelvan-todas-las-ayudas-publicas/
[2] Rafael del Pino
Calvo-Sotelo (Madrid, 14 de julio de 1958); empresario español presidente
ejecutivo de Ferrovial.
[3] Ferrovial, S.A. es una empresa multinacional española
que opera en el sector de las infraestructuras de transporte y movilidad, a
través de cuatro divisiones: Autopistas, Aeropuertos, Construcción e
Infraestructuras Energéticas y de Movilidad.
[4] Terciado es una espada, sable o machete que se
caracterizaba por ser, o bien más corta que una espada, -por ello terciado: le
falta el último tercio-, o bien un alfanje ancho -curvado en su último tercio-.
Así, de esta última guisa se le representa en el Dietari del Consell de
Barcelona, que recoge el atentado de diciembre de 1492.
[5] Los payeses de remensa, o simplemente "remensa",
eran cultivadores de tierras adscritos a ellas de modo forzoso y hereditario.
Jurídicamente eran hombres libres; pero esta libertad estaba limitada por los
vínculos que les unían al predio que cultivaban y, a través de él, al señor.
[6] Fue párroco de Los Palacios, localidad sevillana que,
desde 1836 , al fusionarse con la aledaña Villafranca de las Marismas pasó a
ser conocida como Villafranca Los Palacios, aunque desde 1987 se le denomina
Los Palacios y Villafranca. Amigo personal de Cristóbal Colón, escribió “Historia
de los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel”
[7] Las Siete Partidas, o simplemente Partidas, son un
cuerpo normativo redactado en Castilla durante el reinado de Alfonso X
(1221-1284) con el objetivo de conseguir una cierta uniformidad jurídica del
reino. Su nombre original era «Libro de las Leyes», y hacia el siglo XIV d. C.
recibió su actual denominación, por las secciones en que se encontraba
dividida.
[8] “Son tenudos los omes de loar a Dios e obedecer a
sus padres e a sus madres e a su tierra, que dizen en latin patria”.
Y entre esas obligaciones se encontraba la de morir por ella, siguiendo el
ideal clásico del dulce et decorum est pro patria mori [Gil Pujol,
Xavier (2004). «Un rey, una fe, muchas naciones. Patria y nación en la España
de los siglos XVI y XVII». En Antonio Álvarez-Osorio Alvariño y Bernardo J.
García García (eds.), ed. La Monarquía de las naciones. Patria, nación y
naturaleza en la Monarquía de España. Madrid: Fundación Carlos de Amberes. pp.
30-76. ISBN 84-87369-31-6]
[9] Se conoce como “Brunete Mediática” a los Medios de
Comunicación más afines a la derecha. Es un término acuñado en los noventa que
alude a la división acorazada Brunete (desde 1996 División Mecanizada Brunete)
considerada la más potente del Ejército español . Alude a la implicación de
algunos de sus mandos en el intento de golpe de Estado del 23F. Comenzó a
usarse el término con relación a las informaciones opuestas al nacionalismo
vasco y terminó hacia el más amplio espectro de informaciones opuestas a la
Izquierda en general. En contraposición, señalo yo la DIB, División de Ingenios
Blindados, que fue la unidad más potente del Ejército de la República en alusión
a los medios que le bailan el agua a la izquierda.
[12] Nacido en Itálica (76-138), sobrino segundo de Trajano,
este le nombró quaestor Imperatoris y comes Augusti y le recomendó como consul
suffectus, amén de otros honores y distinciones. Entre el 117 y el 138 fue Imperator
Caesar Divi Traiani filius Traianus Hadrianus Augustus, y Divus Hadrianus tras
su deificación. Es conocido como el tercero de los cinco buenos emperadores
(Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio) que gobernaron con
justicia.
[13] Mujer de cuerpo entero timbrada con laurel y ataviada
con estola y túnica, siendo sus atributos las espigas símbolo de fertilidad;
junto a ellas dos armas indígenas, las jabalinas cortas y el escudo redondo o
caetra.
[14] Mamíferos afroterios del orden Hyracoidea cuya
morfología confundió a los primeros naturalistas ya que los damanes guardan
cierto parecido externo con roedores como el conejo de Indias y/o una marmota,
en realidad son ungulados primitivos. Actualmente se consideran como los
parientes vivos más próximos a los elefantes y los manatíes, pese a que su
aspecto físico sea muy diferente, debido a la evolución divergente. Una teoría
bastante aceptada postula que esta similitud, habría llevado a los fenicios que
alcanzaron las orillas de la península ibérica en el 1100 a. C., a llamar al
nuevo país I-sephan-im, el país de los damanes, al confundirlos con los conejos
que eran abundantes en la costa, nombre que con el tiempo se convertiría en
Hispania.
[15] A fin de dar a conocer la nueva enseña, se promulgó una
Ordenanza General, que en el tratado IV, título I, disponía: “ Para evitar los
inconvenientes y perjuicios que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la
Bandera Nacional de que usa Mi Armada Naval y demás Embarcaciones Españolas,
equivocándose a largas distancias o con vientos calmosos con la de otras
Naciones, he resuelto que en adelante usen mis Buques de guerra de Bandera
dividida a lo largo en tres listas, de las cuales la alta y la baja sean
encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de enmedio,
amarilla, colocándose en ésta el Escudo de mis Reales Armas, reducido a los dos
quarteles de Castilla y León, con la Corona Real encima; y el Gallardete en las
mismas tres listas y el Escudo a lo largo, sobre Quadrado amarillo en la parte
superior. Y que las demás Embarcaciones usen, sin Escudo, los mismos colores,
debiendo ser la lista de enmedio amarilla y del ancho de la tercera parte de la
bandera, y cada una de las partes dividida en dos partes iguales encarnada y
amarilla alternativamente, todo con arreglo al adjunto diseño. No podrá usarse
de otros Pavellones en los Mares del Norte por lo respectivo a Europa hasta el
paralelo de Tenerife en el Océano, y en el Mediterráneo desde el primero de año
de mil setecientos ochenta y seis; en la América Septentrional desde principio
de julio siguiente; y en los demás Mares desde primero del año mil setecientos
ochenta y siete. Tendréislo entendido para su cumplimiento.
Señalado de mano de S.M. En Aranjuez, a
veinte y ocho de mayo de mil setecientos ochenta y cinco.
[16] Invadimos el Rosellón francés, pero cuando la Paz de
Basilea (22.07.1795) teníamos a los franceses controlando gran parte del País
Vasco y Navarra. Cambiamos Guipúzcoa por dos tercios de la Isla La Española (lo
que ahora es Tahití). Godoy quería la paz antes que las provincias vascas se
decantaran por ser francesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario