Pues eso, que pasó a tomar café con nosotros, por el Meliá
Benidorm, Pepe Riera y en la tertulia disfrutamos con sus vivencias y
certeras opiniones. Y hasta contamos con la asistencia de Norberto Beltrá,
con quien tantos años ha compartido actividad este ibicenco, de San Jorge (Sant
Jordi de Ses Salines), que un buen día recaló en Benidorm y benidormer es.
Recordó aquellos primeros años en la isla: recuerdos de
infancia “y de jugar en la calle hasta llegar a la Escuela de Artes y
Oficios”. Su primer trabajo en la SEAT de Ibiza. Y su primer sueldo: “un
sobrecito con cien pesetas”. Hasta se emociona al recordar.
Y de repente, su apuesta por la actividad turística. Cada
día, al ir y venir del trabajo, pasaba frente al cartel de Viejas Pitiusos. Y un
buen día de 1969 se presentó en la oficina y dijo que quería trabajar allí, “y
Juan Marín me contrató y comencé a aprender”. Y hasta hizo Secretariado en
Turismo Internacional donde se primaban los idiomas y la operativa mercantil.
Le gustaba -y le gusta- el mundo de las agencias de viajes y
nos hizo partícipes de historias de aquellos días donde se ponía mucha ilusión
y “esfuerzo”… como el necesario para rellenar “uno de aquellos
billete de Iberia con nueve calcos: “era cuestión de apretar con fuerza”.
Y fue prosperando: “En 1971 llevaba el tema de reservas
con ITS; doce vuelos semanales desde Alemania”. Y nuevo recuerdo: “aquellas
‘sábanas’ con el planning de vuelos y hoteles donde en apenas unos milímetros
debías poner aquellos apellidos tan largos”. Y así hasta 1979.
Nos descubrió Pepe Riera, en “Los cafés del Meliá”, a un
Pepe Riera ‘ye-yé’; un Pepe Riera en la Onda: ¡músico!: “cuatro
amigos que formamos un conjunto, primero nos llamamos ‘Expresión’ y luego
‘Nueva Ilusión’ e íbamos tocando de sitio en sitio, cada noche, y por la mañana
a trabajar: ¡muy buena época!”. Un Pepe Riera melenudo y tocando al bajo
los éxitos del momento para animar fiestas, saraos, terrazas de hotel y de bar.
Sí, y en un 600, carretera y manta.
Y en el convulso 75 Loleta entra en su vida. La
conoció en Enero, en Ibiza, y como Loleta era de Benidorm, el 24 de Junio
estaba Pepe por Benidorm para ver a aquella Loleta de enero que le impresionó.
Y volvió en Noviembre; y eso que estaba en la ‘mili’, con campamento en Ferral
del Bernesga (León), con su dosis de frío que sólo calmaba el sol de Benidorm.
Y en octubre de 1976, boda en San Jaime; aunque de momento volvieran a Ibiza,
donde estaba el trabajo.
Pero en el 79 se vienen a Benidorm; “Viajes Barceló me
dijo sí -relataba Pepe en la tertulia del Meliá- y comencé con Pedro
Sidrach; aprendí mucho”. Se volcó Pepe, como tantos de aquellos días, con
su trabajo: “No vi crecer a mis hijas; pero a mis nietas las disfruto mucho”.
Para, piensa y reflexiona: “mucho trabajo”. Y lo
repite incansablemente una y otra vez. Insiste, pero significando felicidad en
sus palabras: trabajo fructífero; bien hecho.
En Benidorm y en los ochenta conoce a Norberto Beltrá y hay
sintonía entre ambos por el método de trabajo y objetivos, siendo Ideal
Tours el eje sobre el que girará su trabajo hasta hoy.
Y entró en materia entre agencias receptivas y emisoras; en
lo que ha cambiado el negocio; en estrategias de marketing… “Me he recorrido
toda España con un maletín y mis tarifas; y media Europa, casi entera”. Y
medio Mundo.
Tertulianos en tertulia, con Pepe Riera. [Fotos. Mario Ayús] |
Nos refirió iniciativas desarrolladas con éxito, aventuras
empresariales, planteamientos que han dado grandes resultados y acciones de
promoción que, contó, “nos han llevado hasta a Canadá; y aún tenemos
clientes canadienses en Benidorm desde aquellas promociones”. Y recordamos “lo
de esto y lo de lo otro”; los autobuses de cuando el Mundial de
España, o la línea de hovercraft (aerodeslizador) Benidorm-Ibiza desde La Cala
con aquél “monstruo” que salía del mar y se posaba en la arena poniendo arena
hasta en el Puig Campana; que si los contacto con la turoperación portuguesa,
que si el resto de Europa… Y, ¡cómo no!, el famoso lema que le popularizó: “No
pay, no fly”.
Y dándole al magín llegaron anécdotas vividas durante su
etapa profesional en primera línea: overbooking, desvío de vuelos,
desplazamientos nocturnos, cambios de hotel… la intrahistoria del Turismo de
los sesenta, setenta y ochenta que, como mínimo, produce una sonrisa y la
aplicación de la condescendencia de aquellos hombres y mujeres que marcaron una
época del turismo en España.
Analizó la situación del receptivo: “La batalla de las
agencias receptivas en Benidorm se perdió en 1985 cuando un grupo hotelero
entró de lleno en esa función; y nadie respondió”. El gran cambio llegó con
la contratación directa: “ahora, la intermediación ha caído”.
Pidió “racionalizar el crecimiento y apostar por la
calidad”. Aquí llegados, apuntó que “en Formentera, por ejemplo, se ha
hecho muy bien”.
Sigue optimista y confiado en el potencial de Benidorm. Ve
ahora los acontecimientos desde el palco y disfruta de su pasión por el mar y
por Loleta y la familia. Pero está en la onda.
Por el futuro le preguntamos. Nos respondió: “desaparecerán
muchas agencias tradicionales; hay un repunte de franquicias y grandes grupos.
Hay que ir a la especialización”. Pero es que ya no hay ni turoperadores: “quedan
dos y medio”, apuntaba, con razón, el tertuliano Moncada y Pepe Riera
asentía. Esto ha cambiado mucho.
Y ya en faena nos dijo que ahora mismo, sin abandonar sus
habituales funciones, Ideal Tours está centrada en turismo de incentivos (MICE)
y en inteligencia turística, única agencia certificada, y si bien Pepe está
ahora en segundo-tercer plano, sigue muy de cerca como se mueven los turistas,
maniobran los segmentos y evolucionan los mercados… y se mantiene en sus trece:
“no pay, no fly”… Historias de Benidorm y de un chico ye-yé que
de Ibiza se nos vino hacer grande este destino.
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