Estaba yo el domingo 20 de agosto con un ojo puesto en la
pista principal del Palau d’Esports l’Illa de Benidorm -donde las chicas del Atticgo
BM Elche estaban ganando -y ganaron- a las del Sola Hk noruego en la
final femenina del Global Tour Handball AON (GTH) de la Comunitat Valenciana- y
el otro ojo –cuatro ojos que tiene el
puente, yo tengo tres solamente: dos son para mirarte…[1]-
y (el pinganillo en la oreja) estaba en la pantallita del móvil maldiciendo en los
14 interminables minutos del añadido del 2º tiempo de la final del Mundial
femenino España-Inglaterra… ¡Árbitro, la hora!
En fin, que finalmente estallamos en aplausos -¡soy español!,
¿a qué quieres que te gane?- cuando el pitido final señalaba la victoria sobre
la pérfida Albión y suponía la consecución de la primera estrella dorada de
cinco puntas que orlará el escudo de la camiseta futbolera de la selección
femenina española de Fútbol; como lo hace en el escudo de la camiseta de la
masculina.
¡Qué inmenso placer poder celebrar este triunfo del deporte
español! Sin género… sin género de duda:
deporte español.
El fútbol es España, nos pongamos como nos pongamos comienza
en Barcelona -y como merengón me duele- y comienza -masculino- a finales de
1899 cuando Hans Gamper[2],
con el apoyo del Gimnasio Solé[3]
y de Narciso Masferrer[4]
-entonces director de la revista “Los Deportes”- pone en marcha el
Futbol Club Barcelona. Lo anterior, ni siquiera llega a ser prehistoria
futbolera.
Y luego está lo del fútbol femenino que… me acuerdo yo de sus
horripilantes comienzos en los setenta (y luego me explicaré sobre lo de
“horripilantes comienzos”)… aunque buscando un parde cositas para este post he
descubierto y constatado que esto de los comienzos del fútbol femenino fue my
anterior y ‘casi paralelo’ -los agrimensores decimos que en agricultura un
kilómetro no es holgura, asín que- al auge del fútbol masculino como
deportes de masas en los Felices Años Veinte. Que sí, que lo de unas chicas pegando
patadas a una cosa esférica viene de mucho antes, pero no me espachurren el
Post.
El caso es que no se me ponen de acuerdo en el día, pero fue a
inicios del mes de junio de 1914[5]
cuando se jugó el primer partido de fútbol femenino del que existe fehaciente
documentación en la vieja piel de toro.
Y fue en Barcelona, leo, en el Campo de las Habas[6],
junto al Clínic[7]; y lo
fue a beneficio de la Federación Femenina Antituberculosa de Barcelona[8].
Hasta entonces –y hay documentación gráfica en la Biblioteca
Nacional- las damas de alto copete de la España de la Restauración y la más
rancia burguesía acudían a los improvisados campos del “juego balompédico”
–como se le llamaba- como espectadoras. Iban a ver ya que como proclamaban los
manuales de la Institución de Libre Enseñanza el jugador balompédico era el “hombre
nuevo, viril, culto, civilizado y moderno”. Hombre, varón. No pensaron
aquellos próceres en la mujer.
Pero es que ni ellos, ni nadie se acordó tampoco de la mujer ni
a la hora de fundar los clubes deportivo futbolístico ni para darles
oportunidad deportiva.
Y ya que ‘estamos’ en Barcelona, contarles que cuando se funda
el FC Barcelona en los propios Estatutos sólo se señala para el capítulo de
socios a los “varones
españoles o extranjeros”. ¿Costumbre antropológica neandertal o misoginia? No
sé; cosas del peso de un par de milenios trogloditas.
Pero no iban a quedar, así las cosas: en 1913 hubo que de
variar los estatutos del FC Barcelona y admitir a la primera socia, Edelmira
Calvetó Alsamora. La puerta estaba abierta desde 1911 cuando en una
remodelación estatutaria alguien tecleo lo de “Serán socios numerarios las personas
mayores de 14 años” y cuando se dieron cuenta se solicitó al Gobernador
Civil de turno que se considerara una errata -donde decía personas debe decir varones-;
pero Edelmira fue socia en 1913[9]
cuando la mujer en España no tenía derecho voto; cosa que ocurrió en 1931.
Aquí quiero señalar dos hechos fundamentales en el auge del
fútbol: la ley del descanso dominical -que tuvo sus cosas buenas y malas- y la
huelga de La Canadiense que consiguió la jornada de ocho horas. Con ambos hitos
se ganó el tiempo libre que aseguraría el éxito del deporte de masas.
La Ley del descanso dominical[10]
de 1904 supuso la repentina llegada de un domingo ocioso en la vida de los
españoles… y generó un caos social al tiempo que marcó un punto de inflexión
positiva en esto de disfrutar del deporte. No estábamos preparados para el
ocio.
Al varón español de clase obrera le dio por ir al bar y esto
generó más de un drama en las escuálidas economías de las masas trabajadoras;
mientras que al varón burgués le dio por ir al fútbol, relegando los teatros… Y
así fue hasta que en 1963 Rita Pavone[11]
cantó “La partita de pallone”, que gracias a la granadina Gelu[12]
supimos lo de “¿Por qué, por qué, los domingos por el fútbol me abandonas?,
¿Por qué, por qué, no me llevas a mí también alguna vez?”.
Al comienzo de siglo XX el ocio consistía en ahogar las horas
muertas en vino peleón o ver un partido de foot-ball -como ahora- y olvidar que
veníamos del desastre del 98[13]-como
ahora, que venimos de desastre en desastre-; que la sociedad aquella estaba en
ebullición y el Ejército, acostumbrado a guerras, se buscó un campo de batalla
que las calles españolas y el norte de África. Y de pronto se armó la de Dios
es Cristo con lo del Cu-Cut[14]
(1905) y caímos en la Semana Trágica[15]
(1909) porque estábamos con la Guerra de Melilla[16]
(1909), -que luego se complicará con la Guerra del Rif (1911-1927; con el
Desastre de Annual en 1921, pero que salvamos los muebles con el Desembarco de
Alhucemas en 1925)-, para terminar, metiéndonos de cabeza, en la crisis del
verano del año 17[17]
-que España siempre fue por libre- y la cosa se puso muy fea hasta llegar la
conocida Huelga de la Canadiense[18]
(febrero y marzo de 1919, solucionándose todo en abril) en la que el movimiento
obrero logró grandes mejoras salariales y el establecimiento por Decreto de la
jornada laboral a ocho horas, con lo que sumó tiempo libre. Pero tan fea estaba
la cosa patria que no entiendo ni cómo había quien pensara en jugar al fútbol.
Y ahí estaba el fútbol, ganado adeptos. Tantos que en la
segunda década del XX atrajo el interés de intelectualidad patria -Ortega y
Gasset, Marañón, Ramón y Cajal, D'Ors o Giménez Caballero- que analizaron lo
que consideraban era “un nuevo pasatiempo emergente”.
Tanto el filósofo Ortega[19]
como el doctor Gregorio Marañón[20]
prestaron atención a la incidencia que el deporte tiene en hombres y mujeres en
su doble condición de practicantes (ellos) y espectadoras (ellas). La creciente
popularidad del fútbol les animó a ello al estar ya considerado como fenómeno
de masas y se dedicaron, cada uno en su campo, a explicar por qué ellos sí y
ellas no.
El caso es que, aún con toda la que estaba cayendo en la vieja
piel de todo nada más comenzar el siglo XX, la juventud española (varones) se
aferró al fútbol como un símbolo de la modernidad, según les leo en ensayos y
artículos; especialmente bajo la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) tal
que, en 1930, aún con las punzaditas del crack del 29[21]
en suelo patrio, Joaquín Soto Barrera[22]
es capaz de escribir ya una “Historia del Fútbol español”. Y eso que
apenas siete años antes (1923) había aparecido el libro de Isidro Corbinos[23]
(“El libro del jugador de foot-ball”), por primera vez con todas las
reglas y un buen número de consideraciones para esta práctica deportiva que,
apuntemos, triunfaba en los colegios religiosos de pago. Fue un éxito de ventas
el librito, aunque, todo hay que decirlo, ya en 1904, en la madrileña revista
Gran Vida, Vicente de Castro había conseguido insertar en fascículos todo lo
que debía saber un futbollista para jugar “Foot-ball.
El arte de defender la meta”[24]
y dejaba a las claras que el foot-ball era deporte “higiénico y saludable”[25]
; un deporte para una sociedad más elitista que apostaba por la “anglomanía”[26],
aunque Mariano de Cavia[27]
luchaba desde 1908 por “españolizar” el lenguaje deportivo anglosajón. Vamos: sustituir
foot-ball
por balompié,
el cambiar footballista por futbolista y evitar escribir dribling
poniendo en su lugar regate o finta. Y luego estaba la
retahíla de términos a descolocar del imaginario popular como el muy
celtibérico “órsay” (off side) por un fuera de juego.
El fútbol al comienzo de los años treinta había alcanzado ya
tal dimensión en España que en 1934 el filósofo Ortega estalla contra él en su
ensayo El revés del almanaque: “Está bien alguna dosis de fútbol. Pero
ya tanto es intolerable”.
Aquella España estaba desatada -y más desde el golpe de Estado
(13.09.1923) del capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera- y veía en
el fútbol una vía de escape donde la brutalidad y el salvajismo que muchos
había visto en el deporte del boxeo en la primera década del siglo -que era el
deporte de moda, junto con el ciclismo- se convirtió de la noche a la mañana en
coraje y virilidad hispana. Hasta se
inventó lo de “la furia española”[28]
mientras Miguel de Unamuno hablaba del potencial biológico de las naciones en
plena exaltación de ideales arios por Centroeuropa.
Pero en ese potencial biológico, para el deporte y para el
fútbol, los carpetovetónicos no incluían a las mujeres. Hasta el doctor Marañón
se atrevió a señalar que “el deporte representa una función
esencialmente varonil; el deporte es una actividad masculina”,
destacando que “sólo en épocas muy tardías de la evolución humana, la mujer normal se
hace deportista”[29].
Llevo un rato intentando averiguar el concepto de “mujer normal” para el ilustre galeno, que también habla de la “mujer corriente” que es la que “pasa por los deportes como un meteoro,
mientras es soltera o mientras no le ocupen demasiado los cuidados de la
maternidad”. Vamos que no, pero sí… que la olvido. Concluye Marañón que “cuando la feminidad verdadera se impone, la
mujer deja sus hábitos deportistas que son tan varoniles tanto en el sentido de la actividad como en el de la
vestimenta”.
Para Marañón (así que, imagínense para el resto) “la mujer debe ser fecunda y multípara
durante los mejores años de su vida” mientras que “el hombre, obligado a la acción y amenazado por la ociosidad, se
inventa un modelo de acción que es el deporte” concebido como sustituto del
trabajo. Y también ahí Marañón deja su puntadita anti-deportes: “El deporte es absolutamente improductivo,
estéril, más allá de ser un antídoto de la ociosidad”… “la eficacia del deporte se extingue al
terminar el juego”… Y como guinda: “el deporte como ocupación única de la vida
es patrimonio de gentes inferiores que hacen ‘sport’ para que la naturaleza les
perdone el pecado mortal de no trabajar”[30].
Y, como pueden apreciar en la lectura de este post, que les
agradezco, aunque el tiempo no, el papel lo soporta todo. (Y esto también queda
en papel, que me imprimo y conforma mi “libro gordo de Juanete”).
Y volvamos al fútbol femenino y aquel primer partido del
verano de 1914 que es el primer partido de fútbol femenino en la Historia de
España.
Se enfrentaron en aquella jornada de junio de 1914 dos equipos
desarrollados exprofeso dentro del Spanish
Girl's Club, el primer equipo femenino español de la historia, organizado
por Paco Bru Sanz[31] (ex jugador
del Barça -y del Español- y seleccionador nacional que fue para los JJOO de
Amberes 1920 de la selección masculina conde conseguimos una inesperada medalla
de plata; 2ª posición). Bru consiguió para su proyecto deportivo de féminas una
sede social en las dependencias siempre corporativas de la Sociedad Recreativa
l’Amistat, de la calle Consell de Cent. Bru incluso buscó un entrenador de
postín –John R Greenwelt[32]-
que no aguantó y tuvo que asumir personalmente esa faceta e incluso arbitrar
aquellos primeros encuentros.
Las crónicas de la época contaron que “El partido
enfrentaba a dos equipos bautizados como Montserrat y Giralda, en honor del
macizo donde se venera la Moreneta y del campanario de la catedral de Sevilla”[33] -¡Olé!- y que fue todo un éxito… además de
tontear con lo de niñas futbolistas: “Las niñas futbolistas no convencieron
a las personas amantes de lo bello, en todos sus aspectos”[34].
Y tal, como digo, fue el éxito conseguido en aquel primer
partido que de inmediato se apalabraron tres partidos más de las Spanish Girl’s
Club en Palma de Mallorca, otros dos en Sabadell, tres más en Valencia, uno en
Reus y otro en Tarragona. Y se negociaba otro más en Pamplona, durante los
Sanfermines -con motivo de la inauguración del campo del Punching Club[35]-,
pero tras el atentado de Sarajevo[36]
se veía venir que en ese mismo mes de julio –la crisis de julio[37]-
se iniciaría la guerra en Europa -como así ocurrió el día 28-, tras el
ultimátum a Serbia del día 23 de julio. Y con la ensalada de tiros que se lió
todo el esfuerzo del Spanish Girl's Club y de Paco Bru quedó en nada.
Incluso estaba previsto[38] que jugaran
las chicas en el sur de Francia ese verano una serie de partidos apalabrados
-en Perpiñán, Sète, Nimes y Marsella-[39]; pero
Francia no estaba para fútbol.
Y si la IGM truncó el fútbol femenino español, resulta que
activó el británico. Nosotros en paz celtibérica y ellos en medio de la
contienda fueron capaces de fundar en Preston, Lancashire (más arriba de Liverpool), en 1917, el Dick
Kerr's Ladies, el equipo de fútbol de las trabajadoras de la compañía Dick,
Kerr & Co, que producía municiones para el conflicto europeo. El Dick
Kerr’s Ladies jugó en torneos de caridad contra equipos similares por todo el
país y recaudó dinero para los combatientes heridos durante y después de la
guerra. Las jugadoras recibían 10 chelines por partido que pagaba la compañía
para cubrir sus gastos.
Hago aquí un inciso para señalar que el fútbol femenino en el
Reino Unido venía de antes. En 1894 Nettie Honeyball, una activista de los
derechos de la mujer que fundó el British Ladies’ Football Club tras
publicar un anuncio en un periódico en el que buscaba mujeres dispuestas a unirse
a su equipo de fútbol y una treintena acudió a la llamada. Entre ellas, Lady
Florence Dixie, la famosa escritora escocesa, luego corresponsal de guerra.
El caso es que la tremenda popularidad adquirida por aquellas
deportistas tras la IGM llevó a la Asociación de Fútbol británica (FA[40]),
en un golpe de absurda rabia, a prohibir el fútbol femenino en Inglaterra el 5
de diciembre de 1921[41].
[1] Cántico de la Charanga del tío Honorio; garrulería
premeditada que fue llamada, en su conjunto, rock rural. ¡Cosas de aquellos
años 70 herederos del Mayo del 68! P’a habernos matao; pero
sobrevivimos.
[2] Hans-Max Gamper Haessig, conocido en España como Joan
Gamper (1877-1930); deportista suizo, fundador tanto del Fussballclub Zürich
como del Fútbol Club Barcelona, equipo que presidió durante varios años.
[3] El Gran Gimnasio Higiénico y Recreativo Solé,
de Francisco Solé Font, contaba con una excelente sala de armas dirigida por el
profesor de esgrima José Bea Arnal, y el maestro napolitano José G. Geraci.
Atendía, en otras salas en máquinas gimnásticas para resolver problemas de
salud. Disponía de una sala anexa e independiente dirigida por la señora
Elisenda Ros, esposa de Francisco Solé centrada en ejercicios de esgrima y gimnásticos
para "robustecer la debilidad del sexo femenino de las clases no
populares, cuyas ocupaciones eran muy sedentarias". El responsable
médico era el doctor Enrique Robledo y estaba en la calle Montjuïc del Carmen
nº 5. El gimnasio de Francisco Solé fue motor de numerosos estímulos deportivos
y en él surgieron iniciativas como la fundación, administración y redacción de
la revista Los Deportes (1897), la Asociación Catalana de Gimnástica (1897), la
Federación Gimnástica Española (1898), el Fútbol Club Barcelona (1899) o la
Sociedad «Los Deportes», siempre bajo la influencia y dirección del periodista
y divulgador deportivo Narciso Masferrer Sala, auténtico «cerebro» de todo el
movimiento regeneracionista deportivo barcelonés. https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2015/12/el-gimnasio-sole-mas-que-un-gimnasio/
[4] Narciso Masferrer Sala (1867 -1941); pionero del deporte y del periodismo
deportivo español. Creador de las cabeceras barcelonesas ‘Los Deportes’ (1897),
‘Vida Deportiva’ (1902) y ‘El Mundo Deportivo’ (1906); director de la revista
‘Stadium’, escribió en ‘La Vanguardia’ y fue corresponsal de la francesa
‘L'Auto’. Impulsó la Asociación Gimnástica Catalana (1887) y la Federación
Gimnástica Española (1898), que en sus inicios actuó de facto como federación
española de fútbol. Fue presidente de la Federación Catalana de Fútbol e
impulsor de la española. Estrechamente ligado al FC Barcelona, estuvo presente
en la reunión fundacional del club y fue su vicepresidente la temporada
1909/10. En 1911 presidió la Unión Velocipédica Española, desde donde impulsó
la creación de la Volta a Cataluña, primera carrera ciclista por etapas de
España y una de las más antiguas del mundo. Masferrer intervino también en la
creación del Comité Olímpico Catalán y en la reorganización del Comité Olímpico
Español. Fue promotor de una candidatura de Barcelona para los Juegos Olímpicos
de 1924.
[5] El día 4 o, con más papeletas a su favor, el día 9;
jueves o martes, que no hay unanimidad en la fecha a tenor de las fuentes
consultadas.
[6] Situado leo entre las calles Muntaner, Industria
(actual París), Casanova y Coello (actual Londres), junto al Hospital Clínic
(diari Ara; https://es.ara.cat/misc/pioneras-futbol-femenino-espana-disfraces-bombachos-espiritu-superacion_130_4780300.html). Mayca Jiménez, en AS, dice que fue en el campo del
entonces llamado Real Club Deportivo Español (https://as.com/futbol/2020/09/01/reportajes/1598960945_454218.html ) mientras que en Wikipedia se puede leer que era el
campo del Barça y coincide en que estaba entre las calles Industria (actual
calle París), Urgell, Villarroel y Londres. La entrada principal, cuenta, se
encontraba en la calle Industria y una entrada secundaria para los socios se
situaba en la calle Urgell. Fue el primer estadio de fútbol que el F.C.
Barcelona poseyó en propiedad y donde se jugaron sus partidos entre los años
1909 y 1922; y era popularmente conocido como “La Escopidora” por su reducido
tamaño. Contaba con una tribuna de dos pisos de madera con capacidad para 1.500
personas, que junto al aforo de a pie alcanzaba la cifra máxima de 6.000
personas. Tanta gente acudía al estadio, que muchos de ellos tenían que
sentarse en el borde de la parte alta de tribuna, por lo que los transeúntes
que paseaban por los alrededores del estadio durante el partido, veían como
sobresalían los traseros del público, por lo que comenzaron a llamar a los
seguidores del F.C. Barcelona como “culés”, definición que ha llegado hasta
nuestros días. El campo de la Calle Industrias, leo, que para unos es el
primero del Barça; pero en la crónica de “El Mundo Deportivo” del 14 de junio
de 1914 se lee que “Anteayer, en el campo del 'Español’, jugóse el
primer partido de futbol entre representantes del sexo débil, que en dicho día
se parangonaron con el fuerte…”, dándole la razón a Mayca Jiménes. https://www.mundodeportivo.com/20140609/hemeroteca/100-anos-del-primer-partido-de-futbol-femenino_54408806299.html. Y no voy a entrar en esto que yo soy merengón.
[7] Fundado en 1906, el Hospital Clínic i Provincial de
Barcelona está vinculado con la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona,
a la cual rodea físicamente. Está situado en el llamado Ensanche. Actualmente
forma parte de la Red de Hospitales de Utilización Pública de Cataluña (XHUP).
[8] Surgida en 1910 estaba constituida casi exclusivamente
por maestras, médicas y esposas de facultativos y con una menor presencia de
damas aristocráticas como había estado desde 1906 la más que ineficiente
Comisión Permanente para la lucha contra la Tuberculosis. Junto con la
madrileña Liga Popular de lucha contra la Tuberculosis crearon la “Fiesta de
la Flor/Día contra la tuberculosis” para recaudar fondos y ser más
eficaces. Ya, bajo Primo de Rivera, se creará el Real Patrocinio de la Lucha
antituberculosa de España y el Cuerpo Oficial de Tisiólogos para una lucha más
eficaz contra esta enfermedad. La tisiología es la especialidad de la medicina
que estudia la tuberculosis en todos sus aspectos.
[9] En 1926 inscribió el Real Madrid a su primera mujer
socio. Eva Orúe y Sara Martínez en “Locas por el fútbol; de las gradas al
vestuario”. Editorial Temas de Hoy (2001)
[10] La Ley del descanso dominical, aprobada por el Congreso
de los Diputados, es una ley que sirvió para que en la España de principios del
s. XX se avanzara en favor de los derechos de los trabajadores. Es la que
obliga a que no se trabajara los domingos. El 3 de marzo de 1904, siendo
presidente del gobierno de España Antonio Maura se aprobó finalmente la Ley del
descanso dominical,1 una ley, que, con partidarios y detractores, terminaría
por imponerse como algo «normal», y que en sí recuperaba el domingo como
descanso, ya que durante el s. XIX habían sido abolidas todas las leyes
medievales que imponían los preceptos religiosos y prohibían el trabajo en
domingo. Fue (y todavía «es» por precursora) una conquista social, que como
todas las reformas, el reconocimiento vendría posteriormente. En el año 2013 ya
no es obligación no trabajar los sábados. En las décadas anteriores se había
creado en España La comisión de Reformas Sociales, y esta, en 1890 presentó en
el congreso la primera Ley del descanso dominical. La ley no fue aprobada ni en
ese año, ni en los siguientes. No fue hasta el 12 de diciembre de 1903 en el
que el congreso aprobó la ley por la que se descansaba los domingos. Se
promulgó el 3 de marzo de 1904 y entró en vigor el domingo 11 de septiembre, de
ese mismo año. Por ley, Periódicos, comercios, barberías y la Administración no
trabajarían en domingo. Sí podían abrir las tabernas y las plazas de toros,
espectáculos y teatros, igual que la minería y la siderurgia, teniendo derecho a
un día de descanso semanal los que trabajaran en domingo. Asómbrense, pero la
falta de costumbre y la escasa cultura para muchos supuso que ese tiempo de
descanso generara incomodidad y aburrimiento que se mataba en tabernas, tascas
y cantinas hundiendo las economías domésticas. Un PSOE emergente pidió el
cierre dominical de las tabernas y tugurios de juego.
[11] Rita Pavone (1945); cantante italiana que logró gran
popularidad en los años sesenta. En 1962 fue descubierta por quien fue primero
su representante y luego su marido, Teddy Reno. Entre sus canciones más
conocidas están «La partita di pallone» (1963), «Cuore» (1963) y «Che m’importa
del mondo» (1964).
[12] María de los Ángeles Rodríguez Fernández (1945),
cantante prototipo de la chica yeyé. Comenzó en 1958 y en 1963 alcanzó la
cumbre de su popularidad al grabar, acompañada por Los Mustang, la versión en
castellano de la canción de la italiana Rita Pavone. Llegó a realizar seis
exitosas giras por América y consiguió tres discos de oro.
[13] Guerra España-EEUU entre abril y agosto de 1898, al
intervenir los EEUU en la guerra que sosteníamos en Cuba (1895-1898) y que
terminó con la derrota y la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico,
Filipinas y Guam. Y el poco resto imperial que quedaba lo vendimos a Alemania
por indefendible.
[14] El asalto por parte de oficiales del Ejército a la
redacción y los talleres de dos Medios -la revista satírica catalanista
¡Cu-Cut! y el diario La Veu de Catalunya- en Barcelona el 25 de noviembre de
1905.
[15] Del 26 de julio al 2 agosto de 1909: sucesos de
Barcelona y otras ciudades de Cataluña. El desencadenante de estos violentos
eventos fue el decreto del gobierno de Antonio Maura de enviar tropas de
reserva a la Guerra de Melilla, siendo la mayoría de estos reservistas padres
de familia de las clases obreras. Los sindicatos convocaron una huelga general
y el ejército llevó a cabo una dura represión para dominar los disturbios.
[16] Conflicto que enfrentó a tropas españolas con cabilas
rifeñas en los alrededores de la ciudad de Melilla entre julio y diciembre de
1909, con el triste episodio del Barranco del Lobo (27.07.1909)
[17] 1917 fue un año “especial”. La Revolución de Febrero
hizo abdicar a Nicolás II mientras los alemanes van ganando en el frente
oriental; EEUU en abril pone a sus tropas en Europa y se une a la IGM,
trayéndonos además (que venía de China) la mortífera epidemia de la ‘gripe
española’. En España comienza el éxodo rural y las ciudades, sin capacidad de
acogida, se masifican creciendo una masa proletaria. Aparece el movimiento
sindical militar de las Juntas de Defensa que pretenden intervenir en política;
se plantea una reorganización del Estado y se habla abiertamente de autonomía
creando un ambiente pre-revolucionario y, finalmente, la huelga general revolucionaria
promovida por Julián Besteiro, Francisco Largo Caballero, Salvador Seguí y
Ángel Pestaña; UGT y CNT. Se temía que el triple desafío al gobierno (militar,
catalanista y proletario) desembocara en una revolución similar a la rusa; pero
lo que ocurrió es que el ejército no dudó en ponerse a las órdenes del gobierno
para reprimir la huelga. Y así el Capital General de Cataluña, Miguel Primo de
Rivera tuvo claro su momento de golpe de Estado en 1923.
[18] La Barcelona Traction, Light and Power Company (cuyo
accionista principal era una entidad bancaria de Canadá, lo que explica su
nombre “la Canadiense”) fue una compañía eléctrica que montó en Barcelona, en
les Hortes de Sant Bertrán, en 1881, la primera central eléctrica de España,
que a su vez fue la tercera de Europa y la séptima del mundo. Para ello quemaba
carbón. La entrada en funcionamiento de las hidroeléctricas del Pirineo que
utilizaban la caída libre del agua en lugar de gasoil y carbón hizo que la
producción fuera mermando poco a poco por lo que en 1997 cerró la producción y
se cedió una parte de los terrenos que ocupaba a la ciudad, dejando en esta
ubicación una de las oficinas centrales de FECSA (Fuerzas Eléctricas de
Cataluña, SA) que es como acabó llamándose la compañía desde 1951. Fue comprada
por ENDESA en 1996 + https://descubrirlahistoria.es/2014/02/la-huelga-de-la-canadiense/
[19] José Ortega y Gasset (1883-1955); filósofo y ensayista
español, exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón
vital e histórica, situado en el movimiento del novecentismo. Fue el primer
director del semanario España, en 1915, y colaborador del diario El Sol desde
su fundación en 1917, donde publica bajo la forma de folletones dos obras
importantes: España invertebrada y La rebelión de las masas.
En 1923 funda la Revista de Occidente, siendo su director hasta 1936. Durante
la II República es elegido diputado por la provincia de León con la Agrupación
al Servicio de la República. Permaneció en el escaño durante un año, tras
criticar públicamente el curso que la República tomaba en su célebre discurso
conocido como «Rectificación de la República» de diciembre de 1931. En julio de
1936 firmó un manifiesto de apoyo a la República y contra el Golpe del general
Franco y huyo de España. Regresó a España desde Buenos Aires en 1945 y aunque
no recuperó su cátedra universitaria fundó el Instituto de Humanidades. Hasta
su fallecimiento, en 1955, contó con el reconocimiento internacional siempre
fuera de España.
[20] Gregorio Marañón y Posadillo (1887-1960); médico,
científico, historiador, político, escritor y pensador español, perteneciente a
la generación de 1914, cuyas obras en los ámbitos científico e histórico
tuvieron relevancia internacional. Durante cuarenta años dirigió la cátedra de
Endocrinología en el Hospital Central de Madrid y fue uno de los protagonistas
del nacimiento de la endocrinología española. Fue académico de número de la
Real Academia Española, de la de la Historia, de las Bellas Artes, de la de
Medicina y de la de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales). Junto a Ortega y Gasset y Pérez de Ayala, fundó la Agrupación al
Servicio de la República, aunque criticó posteriormente la incapacidad de la
Segunda República para aunar a todos los españoles. En 1919 fue nombrado
consejero de Sanidad y en 1920, de Instrucción Pública. fue médico del rey
Alfonso XIII, combatió la dictadura de Primo de Rivera (condenado a un mes de
cárcel) y se manifestó crítico con el comunismo. Salió de España en julio de
1936 y tras diversas estancias en Iberoamérica, regresó a España en otoño de
1942 incorporándose en 1944 al puesto de médico de la Beneficencia Provincial
de Madrid y en 1946 retomó su cátedra de Endocrinología. Su elección como
numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1953 supuso un
reconocimiento a su aportación a las ciencias, las artes y las letras durante
toda su vida.
[21] Octubre de 1929; la más catastrófica caída del mercado
de valores en la historia de la bolsa en Estados Unidos. Su impacto, su alcance
global y la larga duración de sus secuelas provocaron la llamada Gran Depresión
(crisis de 1929) que fue una gran crisis financiera mundial que se prolongó
durante toda la década de los años 30; hasta la IIGM. La depresión tuvo efectos
devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y
la miseria se transmitieron como una epidemia, de modo que cayeron la renta
nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. El
comercio internacional descendió entre un 50% y un 66%.
[22] Periodista desde los años veinte. Colaborador y
redactor de El Día y La Jornada. En 1928 era redactor-jefe de La Voz de
Guipúzcoa y en 1933 se trasladó a Madrid donde escribiendo sus crónicas en As
hasta julio de 1936. Trabajó en El Liberal, Crónica, Ahora, Heraldo de Madrid,
El Socialista…Durante la guerra civil fue redactor jefe del diario Nuestra
Lucha de Murcia y desde finales de 1938 a marzo de 1939 director de La
Correspondencia de Valencia. Tras la contienda sufrió cárcel; en prisión
escribió en el periódico Redención. Falleció en Madrid en junio de 1954.
[23] Isidro Corbinos Pontaque (1894-1966); periodista,
organizador deportivo y jugador del Barça entre 1914 y 1915; escribió en “El
Mundo Deportivo” y “Stadium”. también fue director y redactor jefe de “La
Jornada Deportiva” a partir de 1923, saliendo frecuentemente al extranjero para
cubrir eventos. En 1924 publicó “El libro del jugador de foot-ball” y en 1925
organizó, con la cooperación del Comité provincial de Atletismo, el VI premio
Jean Bouin. En 1932 planteó organizar la I Vuelta a España en 11 etapas y un
presupuesto de 115.000 pesetas. La ronda española nació en 1935. Se exilió en
Chile, tras la Guerra Civil, donde fue profesor de la Escuela de Periodismo de
la Universidad de Chile; país donde se creó el “Premio Nacional de Periodismo
deportivo Isidro Corbinos” para distinguir al mejor profesional de esa
especialidad.
[24] Leo a Torrebadella y Nondedeu que en 1906, estaba en
preparación el Manual del foot-ballista español –una obra no localizada– de
Miguel Sena, futbolista del Club Ciclista de San Sebastián y corresponsal de El
Mundo Deportivo en San Sebastián, que decía contener, además de las reglas del
fútbol, “muchos consejos a los aficionados y clubs que quieren implantar el
foot-ball.
[25] De Castro: “debemos fomentar su práctica como deporte
higiénico, como juego saludable entre jóvenes bien educados, y al mismo tiempo
protestar de que se le desfigure y bastardee tomándole como pretexto para
desahogar instintos brutales y como campo donde ejercitar a mansalva las más
perversas inclinaciones”. (1904).
[26] Acusada afición por todo lo anglosajón.
[27] Mariano Francisco de Cavia y Lac (1855-1920);
periodista especializado en la crítica taurina. No fue un especialista, pero
tenía una amplia formación humanística, vastos conocimientos filológicos y una memoria
prodigiosa que contribuía a su erudición. En 1908 inicio su campaña de
españolización del vocabulario futbolístico. Fue conocido por sus crónicas
publicadas en los diarios madrileños de la época (El Liberal, El Imparcial, El
Sol), algunas de las cuales fueron recogidas en libros. El Diario ABC tiene
institucionalizado un premio periodístico con su nombre que se otorga desde
1921.
[28] Desde la plata en los JJOO de Amberes… recordando la
sublevación en 1576 de parte de los soldados de los tercios españoles en
aquella ciudad…
[29] Inés Burgos. “Gregorio Marañón: Sexo, trabajo y
deporte”. Los 3 ensayos de 1926.
[30] En la página 53 de la edición de 1926. Eliminado en
posteriores ediciones en los años ochenta.
[31] Francisco Bru Sanz (1885-1962). Pese a nacer en Madrid,
desarrolló buena parte de su trayectoria en Barcelona, donde jugó para el
principal equipo de la ciudad entre 1906 y 1916. Miembro de la Federación
Catalana de Fútbol, también fue árbitro y trabajó como periodista deportivo.
Pero sus mayores éxitos los cosechó como entrenador, dirigiendo a equipos como
el Español o el Real Madrid y, sobre todo, con la selección española
–convirtiéndose en el primer seleccionador nacional de la historia– con la que
conquistó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920.
[32] John Richard Greenwell (1884-1942); futbolista y entrenador británico que pasó la mayor parte de su carrera deportiva
en el F. C. Barcelona, donde militó entre los años 1912 y 1917. Posteriormente,
lo entrenó en dos etapas diferentes, de 1913 a 1923 y de 1931 a 1933.
[33] https://es.ara.cat/misc/pioneras-futbol-femenino-espana-disfraces-bombachos-espiritu-superacion_130_4780300.html
[34] El Mundo Deportivo, reseña del 18 de junio de 1914.
[35] El tercero de los clubes de “futbolistas” pamplonicas;
el campo medía 95 por 60 metros. Su coste ascendió a 4.000 pesetas, ¡incluyendo
250 pesetas que el antiguo arrendatario exigió por levantar su cosecha de habas
antes de tiempo! (lo que evidencia la inicial vinculación del futbol y los
campos de habas). Se costeó con obligaciones al precio de 25 pesetas cada una.
Se inauguró el 6 de julio de 1914. http://patximendiburu.blogspot.com/2020/02/osasuna-y-pamplona-antes-de-san-juan.html
[36] Asesinato, el 28 de junio de 1914, del heredero de la
corona del Imperio austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando de Austria,
y de su esposa, la duquesa Sofía Chotek, en la ciudad de Sarajevo que fue
perpetrado por un grupo de jóvenes bosnios pertenecientes a la organización
irredentista Joven Bosnia.
[37] Crisis diplomática que tuvo lugar entre el 28 de junio
y el 6 de agosto de 1914 tras el atentado de Sarajevo. Las grandes potencias
europeas no pudieron o no quisieron apaciguar a Austria-Hungría, por lo que el
sistema de alianzas (la Triple Alianza y la Triple Entente) comenzó a funcionar:
Alemania declaró la guerra a Francia e invadió a la neutral Bélgica el 3 de
agosto, iniciando la guerra en el frente occidental.
[38] Cuenta Miguel Ángel Ortíz en https://www.panenka.org/
[39] Xavier G. Luque
en La Vanguardia. 23.01.2020
[40] Football Association. El 26 de octubre de 1863 se había
fundado en una taberna de Londres («Freemasons Tavern») como agrupación de once
clubes y escuelas londinenses, determinándose las primeras reglas para el
llamado fútbol-asociación, separándose así del fútbol-rugby y otras modalidades
donde se permitía jugar el balón con las manos. Y el 20 de julio de 1885, la FA
legalizó la profesionalización en el fútbol.
[41] Pero ellas siguieron jugando; en 1926 el club pasó a
llamarse Preston Club de Fútbol femenino y continuó jugando hasta 1965
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