Desde que pasó a tomar café con nosotros por el Meliá Benidorm la doctora Feliciana Sala teníamos un acervado
interés arqueológico, a pesar de que con las fiestas Patronales de Benidorm se
nos olvida todo. Y eso que un trago de hiel nos heló el corazón.
Entre aquella charla y esta, de la que voy a hacer
referencia, hemos encontrado una ciudad griega “perdida” -el cano de Tenea-,
tenemos un nuevo rostro para Jesús, contamos con un nuevo fragmento de laPartida V del cuerpo normativa de la Castilla del siglo XIII, hemos encontrado
un trocito más del mecanismo de Anticitera y hasta hemos dado con el dibujofigurativo más antiguo (40.000 años ha) que ha aparecido por Borneo… que está
por Indonesia y poco tiene que ver con la rancia expresión de ‘darse un borneo’, que viene del verbo
bornear que, además de torcer y ladear, significar llegar hasta el límite
(territorial).
Bueno, pues resulta que pasó a tomar café con nosotros el
director del MARQ (Museo
Arqueológico de Alicante; de la Diputación de Alicante), Manuel Olcina Doménech, acompañado de la doctora Sala.
Resulta que este contestano (Cocentaina, 1960) también bebió
de las esencias de la Contestania íbera y la dio por la Arqueología. De familia
ontiñentina, fue recorriendo el eje zapatero con estancias de niñez y juventud
en Elda y Elche hasta que llegó la hora de la Universidad de Alicante con final
en la de Valencia para especializarse en Arqueología, lo que le permitió
acercarse a las excavaciones. Su tesis versó sobre la topografía de la Saguntum
romana, lo que nos dio pie para hablar de la barbaridad acometida por el tándem
Grasssi-Portaceli en el Teatro Romano de Sagunto que vacunó a los más
innovadores arquitectos para evitar similares tropelías por otros lugares de la
vieja piel de toro, como Moneo en Cartagena.
Contó Olcina peripecias del Servicio Militar para seguir en
los trabajos de arqueología, becas de investigación y, finalmente, plaza de
conservador en el entonces Muso
Arqueológico cuando estaba en los bajos del Palacio Provincial (Diputación
de Alicante).
Tertulianos en tertulia (estas dos primeras fotos son de Mario Ayús) |
Habló con tal pasión del Tossal de Manises que por unos instantes deambulamos por las calles
del viejo Lucentum en el barrio
alicantino de la Albufereta, “una de las pocas ciudades romanas conocidas
con profundidad: 5 Has. de Parque Arqueológico y e2 de ciudad romana, en el
núcleo urbano de Alicante”. Vivimos todo el proceso desde 1961 a hoy de
esta “fundación púnica, bárkida, que termina como municipio romano…” que
fue abandonado en el siglo III dC “por razones económicas internas y dinámica
regional”.
Lucentum, hoy; en la Albufereta |
Aquél éxito en Lucentum animó a la Diputación a sacar todo
lo que atesoraba y exponerlo y trabajarlo. Al final, la opción fue recuperar el
viejo Hospital Provincial, en el Plà del Bon Repós, y pasar de 200 m2
a 9.000 m2 con salas de exposición, talleres de restauración,
archivos documentales y grades dosis de querer hacer muy bien las cosas: “conservación,
investigación y difusión como ejes del funcionamiento del museo”.
Recordaba Olcina
en ‘Los cafés del Melià’ la “batalla
feroz” con el equipo de Boris
Micka sobre el criterio museístico y que “aquella idea arriesgadísima
funcionara: si no tienes piezas maestras tienes que hacer atractivo el conjunto
y explicar muy bien el discurso museográfico”. Muchos consideraron al
MARQ “un ejemplo de herejía al mezclar objetos y vídeos de explicación”,
pero el MARQ ha servido de modelo a otros muchos museos y sigue cosechando
premios de todo tipo.
Recordó la apuesta por las grandes exposiciones que les han
valido un muy merecido reconocimiento internacional. Especial mención para “El
señor de Sipán”, que en 2006 abrió el ciclo para conmemorar el 75ª
Aniversario de la creación del Museo Arqueológico Provincial de Alicante del
que el MARQ era la plasmación.
Y en ese aire de grandes acontecimientos, los contactos con
el British Museum. Interesados por
la exposición sobre el arte Asirio
allí que se fueron. “Y, ¿Dónde está Alicante?, que les
preguntaron. ‘Al Sur de Benidorm’, que respondieron; y comenzaron a trabajar”.
Ya en la primera visita “vieron que éramos un museo y que sabíamos lo
que queríamos”. Luego vendrían de Scotland Yard a certificarles que
podían almacenar y exhibir obras cedidas por el BM. Y finalmente que las
propuestas del MARQ fueran las que sirvieran para las futuras exhibiciones de
la muestra en Boston, por ejemplo. Y con el BM se han hecho más exposiciones en
un idilio que se mantiene con el Conservador principal como ‘Grecia,
la belleza del cuerpo’.
Y luego con el Museo del Hermitage para las piezas escitas en un momento de
tensión Rusia-Ucrania y la devolución de la visita con la pieza más exclusiva
del MARQ: una mano con empuñadura de espada
en cuyo pomo hay dos cabezas de águila (águila bicéfala), un modelo
iconográfico único en el mundo romano, localizada en 2005 durante la
campaña de excavación de la cabecera del foro romano de la antigua ciudad
romana de Lucentum.
El águila bicéfala llega con los hititas y el siglo XV identifica
a los Habsburgo y por esos destinos de matrimonio llega también al Zar de todas
las Rusias, Ivan III… y era -y es- esta empuñadura de espada pieza muy codiciada
que expuso el MARQ.
Y el MARQ ha trabajado también con el Museo del Louvre (Arte egipcio), con Pompeya (excavación de la casa de Ariadna y la primera restauración
ajena a Italia) y con muchas más exposiciones que suman hitos que van jalonando
la trayectoria de este museo que tenemos a tiro de TRAM y que debiéramos visitar
más.
Olcina se sometió luego a las preguntas de los tertulianos y
hablamos de casi todo. Apostó por visitas itinerantes de la Dama a Elche y
porque Benidorm desarrolle su Museo de la ciudad; de cómo está la cuestión de
la arqueología y de los aspectos más insospechados del MARQ que es, a pesar de que
no nos prodigamos en sus visitas, el
segundo museo arqueológico más visitado de España donde “se
explica la Historia a partir de los objetos que se exponen” debiendo
ser conscientes de que “no se puede conservar todo, pero sí todo
puede ser documentado” al hilo de que en nuestras ciudades, muchas
veces, hay piezas en el subsuelo de gran valor, pero “no podemos coartar el urbanismo”,
porque la vida sigue… y seguimos y seguimos y hubiéramos seguido hablando del
MARQ y lo que atesora aún más tiempo pero… nos dieron las tantas y con tanto
café no íbamos a poder dormir…
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