Humberto Armas Cruz (Foto: Mario Ayús) |
Pasó a tomarse
un café con nosotros, en el Hotel Meliá
Benidorm, Humberto Armas Cruz,
el hombre que puso en funcionamiento en 1966
el primer aparato de esquí náutico sin motora en España y que aún sigue
ostentando los bien merecidos reconocimientos de ser el primero del mundo en aguas marinas y el de más largo recorrido del mundo: 1 kilómetro. Y ahí lo tienen, en el Rincón de Loix, dando marcha al
esquí náutico y a la más moderna disciplina del wakeboard, que es al
esquí de agua lo mismo que el snowboard al de la nieve.
Humberto Armas es un teguiseño que a punto de cumplir
los 80 de vez en cuando vuelve a Lanzarote; y ahora más que están montando un
cable-sky por allí y él les asesora. Salió de Teguise para la Escuela de
Comercio de Las Palmas y hasta la superior de Madrid y terminó becado en
Alemania donde trabajó en el Banco de los Sindicatos, y de allí pasó a Hamburgo,
con ideas empresariales… y hasta se casó con una alemana.
Vivía en
Alemania (1964) cuando leyó en el Bild
Zeitung que el ingeniero Bruno Rixen
había inventado un artilugio (1959) para practicar esquí náutico en el lago de
Bordelsholm. Y se fue a verlo. Era un prototipo, pero le enganchó.
Se vino a España
con la idea y en el Ministerio de Información y Turismo la vieron bien. Él
quería el cable-sky en el mar… y le dieron una lista con una veintena de
lugares que encabezaba San Antonio,
en Ibiza, localidad a la que estaban yendo muchos europeos de alto poder
adquisitivo -amantes del esquí con motora-, y que en la provincia de Alicante
incluía La Albufereta (Alicante) y Benidorm.
Y después de verlos todos, se quedó con la idea de montarlo en Benidorm.
En “Los
cafés del Meliá” nos contó que a don Pedro Zaragoza (el alcalde de aquellos días) la idea no le
disgustó: “Benidorm tiene que tener de todo”, dice Humberto que le dijo
don Pedro. Aunque eso sí, le apostillo
que “siempre
que el Capitán de Marina (de La Vila) esté conforme y a Su Alteza Real
e Imperial Otto de Habsburgo (Pototo
para los amigos), que veranea y se baña en el Rincón, no le moleste”. Y ambos le
dieron el visto bueno.
Y comenzó el
proceso: las batimetrías, la elección definitiva del lugar, los cables, las
torres, el motor (un diesel Mercedes que aún hoy hace funcionar el complejo de
mecanismos de arrastre), los “muertos”
15 TM que arriostran cada torre… y que hubo que construir en una aún no
terminada Avenida del Mediterráneo, con el Edificio Albatros como único testigo.
Y se “montaron” a base de placas de hormigón de 100 kg que se podían transportar
en peso hasta la playa y que a bordo del “Aníbal”,
la embarcación más grande del puerto de La Vila (y de toda la contorná) en aquellos años, llevaban
hasta el punto exacto de anclaje, y como los chicos de Picardo en Gibraltar,
los tiraban a mano. La historia de nunca acabar, piedrecitas planas de 100 kg
hasta completar los 15.000 kg por cada torre. Pero se acabó.
En mayo de 1966
con las torres ya construidas y lastradas (que más de uno se pensó que eran
para buscar petróleo)… y 4 millones de pesetas de entonces invertidas… llega el
Comandante de Marina de Alicante (comandante, que manda más que capitán, y de
Alicante, que era -y es- más grande que La Vila) y paraliza el proceso.
Humberto se queda sin dinero y tiene que asociarse[1] con el ingeniero Rixen
para poder finalizar la obra y salvar la inversión.
De los días de
Hamburgo en que montó con otro socio una pequeña empresa que suministraba
equipos para la Armada trabó amistad con el Almirante Garao, y a él recurrió.
El comandante Durán, de Alicante, tuvo que dar el VºBº (por orden de la
superioridad) y con todos los permisos tramitados áun faltaba la autorización
final del Consejo de Ministros… y con el verano encima, Franco se va a Meirás…
y menos mal que en uno de aquellos consejillo de verano, en el pazo y en los
primeros días de julio, se autoriza… con lo que el Día de la Virgen del Carmen
(16 de Julio) de 1966 iniciaba su andadura el Cable-Sky Benidorm, el
primer clable-sky marino del mundo… y el más largo hasta la fecha.
Hoy sigue siendo
un “negocio de temporada” que
gestiona su hijo Daniel “y cuyo éxito radica en que se ubica en
Benidorm”, confiesa con gusto Humberto, quien nos contó que no nota la
crisis, que el wakeboard ha sido un revulsivo, aunque echa de menos la
implicación de los padres de antes para con sus hijos, pues de Benidorm han
salido grandes campeones de España de cable-sky, que hay federacióninternacional con más de 200 instalaciones (en lagos y pantanos, y hasta en el
Canal Olímpico de Barcelona) instalaciones en el mundo y que para todos
Benidorm es la referencia porque es el único que está en el mar, a 80 metros
(o-chen-ta metros) de toda una ciudad.
Humberto, su hijo Daniel y su nieto |
Hablamos de
campeones, desde Roland Pokelend a su hijo Daniel Armas, pasando por Mónica
Selma y otras campeonas que también las ha habido. Hablamos de sagas de
deportistas, de gentes famosas que han pasado por el Cable-Sky Benidorm, de
piernas ortopédicas, de dentaduras postizas, de bikinis que vuelan; de miles de
historias que cada verano suceden ahí. De esquiadores que han saltado la
barrera de los 80 y que siguen subiendo a las tablas, y de gente muy joven que
empieza. Y el nieto de Humberto también apunta maneras.
Tal vez nos
falta hoy el esplendor de aquellos campeones de ayer, pero el Cable-sky
Benidorm sigue ahí, con 47 años a
sus espaldas, preparando su cincuentenario y siendo eso, el primero del mundo
en el mar (tal vez por eso los temporales de invierno han obligado a reponer la
plataforma hasta en 3 ocasiones), y el más largo del mundo.
Nota: Hay un VTRen Vimeo con buenas imágenes y muchísima publicidad sobre el Cable-sky
Benidorm. [El que avisa… es avisadador]
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