Uno de los momentos mediáticos más esperados del final de
año en la ya ritual “copa de Navidad”
que ofrece HOSBEC en las
instalaciones del CdT “Domingo Devesa”
y que -casi, casi, por ello; porque es territorio de la Generalitat- cuenta con
la presencia en Benidorm del Secretario Autonómico de Turismo, Francesc Colomer, y con la directora
general, Raquel Huete. La picaeta consistente la preparan y sirven
los alumnos del CdT, se brinda con cava, y se forman todos los corrillos
inimaginables. Pero, como siempre, el plato fuerte consiste en las palabras del
presidente de HOSBEC, aunque el alcalde y el Secretario autonómico también dejan
oír su verbo; pero es HOSBEC la que muestra su locuacidad.
Los presidentes de HOSBEC siempre han quedado a años luz de
Castelar, pero lo de don Emilio era hablar, donde le dieran cancha, y lo de
ellos es hacer rentable su actividad y para ello, además de su capacidad
empresarial está lo de exigirle a la administración que -además de no ponerle
tachuelas en el asfalto- tenga aseadito el tema que circunda la actividad.
Antonio Mayor,
presidente de HOSBEC, practica el airsoft… pero tira con bala de punta hueca. Va
a lo suyo. Reconozco que me tiene ganado; me he hecho fan de su estilo de dejar
caer cargas de profundidad -Mark10- y seguir silvando.
Hoy comenzó diciendo que 2016 “ha sido un bueno año, pero no
excepcional”; al tiempo que destacaba que “nos hemos tenido que emplear a
fondo” recordando las andanzas de la triple B -bufetes buitres
británicos- que desde HOSBEC se desvelaron al mundo y al Ejecutivo británico,
por lo que ya han conseguido un “warning” al respecto. Pero no se puede cantar
victoria porque de inmediato recordó que Travel Weeckly tiene una encuesta en
la que “el 30% de los británicos está dispuesto a reclamar” por
principio; por naturaleza pirática. Pero son nuestros piratas y los queremos.
La verdad, dijo, es que “estamos en una etapa de bonanza
tan positiva que nos da que pensar; hasta el rublo se recupera”. Y eso
es muy bueno para todos. Además, resulta que tal como se están poniendo las
cosas “a la zona Euro le sale aún barata la zona Euro para sus vacaciones”.
¡Bien!
Habló de retos sectoriales: “seguir mejorando la planta
hotelera”. Lanzó su mensaje social: “no maltratamos los derechos de
los trabajadores; firmamos convenidos consensuados con los sindicatos y no se
ha producido una devaluación salarial -en el sector- ni durante
la crisis”. Y le salió la vena reivindicativa mediante una mano de cal
y otra de arena: denunció la “financiación insuficiente de la Comunitat
Valenciana desde el siglo XIX”, pero… en plan cuasi divino soltó lo de “mucho
cuidado con poner más huevos en la cesta del cap i casal que aquí tenemos
algunos huevos que poner”. No dijo “algunos
huevos que romper”, pero casi rompo en aplausos. Soltó lo de los huevos por
huebos; sí señor, por huebos… y si algún bizarro español se lo plantea, que
sepa que por huebos es una reivindicación, sin uve y del latín -opus, necesidad-
que significa que es necesaria una cosa (aunque la Real de la Lengua, tiquismiquis
ellos, sin negar el uso de esa hache, recomienda no usarla, para distinguir de
la referencia a la forma reproductiva de las aves y a las gónadas de mamíferos,
y que empleemos “uebos” para este caso).El caso es que puso los huevos en la reivindicación,
por huebos/uevos, recordando desde el hospital al inacabado centro cultural.
Estuvo poético Toni Mayor: “el turismo es la luz
imperturbable del progreso europeo”. Y ya, si me dice algo así como que
“Benidorm es su faro” caigo rendido a
sus pies gritando ¡Toni!, ¡Toni!
Repartió estopa: lo del alquiler de viviendas para el
alojamiento de turistas es “una actividad económica insolidaria que
genera un fraude fiscal”. Y les acusó: “el impacto de la oferta ilegal es
responsable de la merma del 6% este verano en el turismo nacional”.
Y ya crecido, se fue a la yugular de tirios y troyanos reclamando
a los “sectores insolidarios que se impliquen el proceso de promoción de la
ciudad”. Pero, mi querido presidente, ¿cómo c… quieres que hagan eso si
están pensando en seguir vendiendo batas de guata?
Lanzó flores -“El Ayuntamiento se implica”-, aunque
algunas aún con maceta y todo: “Benidorm debe tener la autonomía y el
control urbanístico necesario”. Y rápido, cual el pistolero Will Munny
en “Sin perdón”, pidió “romper
la imagen de producto masivo, pero up grade”.
Claro, se lo puso a huevo -¡válgame Dior!; terminaré
haciendo una tortilla- al alcalde Toni
Pérez que anduvo conciliador pero templando gaitas: “el modelo de nuestra ciudad es el
reflejo del turismo; el modelo nuestro es de éxito”. Luego jugó con las
buenas cifras del aeropuerto (el 5º, a nivel nacional, con crecimiento del 16%)
y con la jerga aeronáutica: “generamos también vientos de cola”;
de los que empujan.
Y ya en materia disparó sobre lo que se movía: que si la
llamada economía colaborativa “es una economía mal entendida”; que
si “la
promoción de Benidorm es cosa de todos”; que “la mejor política turística es
mantener Benidorm abierto”; que “siempre hemos hecho los deberes y con un
criterio de ciudad” y terminó, poniendo el toro en suerte, con un
trincherazo a lo Enrique Ponce -que a mí me pareció más un remate de desdén
propio de una faena de José Tomás-: “aunque lo que exijamos sea los que nos
merecemos”.
Ya con el toro rendido entró Colomer al ruedo. Al principio
parecía que le habían tocado los bemoles con lo de los huevos y salió con que
si este era más un “día de subrayar el aprendizaje” (estábamos en el CdT), o que si
el alcalde había dado “una lección de modales democráticos”
(Colomer fue alcalde de Benicassim y el municipalismo le tira… y entre bomberos,
no se pisan la manguera). Pero como el toro en la suerte de varas, se creció: “la
idea es cero conformismo”. Apostó porque el Turismo tenga el lugar que
le corresponde en la jerarquía económica de la Comunitat: “somos una Economía turística”.
Y destapó el tarro de las esencias: que si “Benidorm, manantial inagotable de
nuevas ideas”, que si “Benidorm vanguardia de innovación”,
que si “el espíritu turístico anida en Benidorm”. Jocs florals y la casa
sin barrer. ¡Qué subidón de azúcar!
Me gustó el final: “tenéis hambre de futuro”.
Y como ya hacía hambre, los alumnos de hostelería del CdT
sirvieron una consistente picaeta
tras alzar nuestras copas y brindar por 2017.
Toni Mayor había vuelto a epatar… mientras los micrófonos caían cada vez que de
hoteles míticos se hablaba. A ese atril le falta superficie. ¿Oído, cocina?
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