8 dic 2016

DE UN AMIGO CABAL; DE JUAN BAUTISTA RIERA


Pasó a tomar café con nosotros, en Los cafés del Meliá, un amigo de los de siempre; hasta fue uno de los nuestros (de los periodistas y escritores de turismo) en sus tiempos de la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio; Cámara que ahora la preside: Juan Bautista Riera.

Nacido en Valencia, hijo de padre constructor con algunas obras en Benidorm, lo suyo fueron los idiomas y las ciencias empresariales, licenciatura que le valió para llegar a técnico de la Diputación de Valencia donde fue tentado por los negocios, y con 25 años a sus espaldas se inició en la cuestión inmobiliaria en Dénia donde, como en todos sitios, “un ladrillo es un ladrillo pero el valor se lo da estar en 1ª o 5ª línea de playa”.  Y en Denia se radicó. Y en Denia lo conocimos.

La suya se convirtió pronto en una de las empresas punteras del sector, vinculada al turismo residencial, y en ello seguía cuando le propusieron integrarse en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Alicante. Con el tiempo diversificó hacia la consultoría y las energías renovables.
Alicante es muy particular; tiene tres cámaras. Esta institución decimonónica tiene sus reales tanto en Orihuela (la histórica señora) como en Alcoy (el pasado poderío industrial) como en Alicante (la capital de la provincia): “una provincia sin capitalidad, pierde mucho”.

Y tan particular como la situación cameral provincial fue la suya. En el verano del 82, de vacaciones en las Landas francesas, entre bosques y playas atlánticas, “en un carromato tirado por caballos”, recibe la propuesta de Eliseo Quintanilla que, de vuelta, acepta y… doce años en la Comisión de Turismo (presidente) y multitud de iniciativas llevadas a cabo. Después, catorce años más de presidente de la Comisión de Comercio Exterior… y ahora, con la que está cayendo, presidente de la Cámara tras haber sido vicepresidente 1ª con Antonio Fernández Valenzuela y José Emilio Garrigós. Vamos, una pieza clave en la estructura en los últimos veinticinco años.

Parcial de la mesa (Foto: Mario Ayús)

Riera nos dio una lección sobre el funcionamiento cameral y la legislación pertinente haciendo hincapié en que ZP (él le llamó por su nombre) “anuló la obligatoriedad de la cuota cameral, pero los demás no hicieron nada para mantenerla”. Así que… “de la noche a la mañana, sin recursos”. Aquí entramos en el debate: ¿de qué le sirve al pequeño comercio la Cámara? Las Cámaras de comercio ofrecen muchos servicios que, a lo peor, a la mercería de turno o a la emisora local de radio no le sirven de mucho (o de nada). A mí, como periodista, los análisis y los informes -que ya no hacen con la enjundia de antes- me veían de perlas; pero reconozco que a la frutería de al lado, pues…

Las Cámaras de Comercio son instituciones de Derecho Público, consultoras de la Administración. Hasta ahí, bien. La nueva ley (2014; aún pendientes de la aprobación del Reglamento que la desarrolle) les reconoce su papel, pero no les aporta financiación, aunque les asigna la encomienda de servicios con lo que las cámaras siguen en su función: formación, emprendedurismo, internacionalización e innovación y NNTT; ¡qué cuatro patas para sostener el banco! Nos contó todo lo de sus servicios (viveros de empresa, naves nido, planes de empresa, cursos de formación, etc.).

Hablamos con  la persona, de Juan Bautista, de sus acciones e iniciativas, aventuras las llamó él, en Túnez, Argelia y Marruecos; de la consultora para desarrollar aquellos programas; hablamos del ladrillo, con lo que él empezó: “la construcción se recuperará con el tiempo; a años vista”. Y hablamos del personaje, del presidente de la Cámara: “sería una lástima que IKEA no se quedara en Alicante”… y aprovechamos para decirle que si Alicante no lo quiere, p’a nosotros. Alicante es mármol, Alicante es juguetes, Alicante es calzado, Alicante es turrón, Alicante es Arcelor, Alicante es Valor, Alicante es agroalimentación, Alicante es… puerto, aeropuerto, turismo. Valor económico.

También hablamos de Valencia -“Valencia puede ser la locomotora, pero que tiene de todos los vagones por igual”-, de ser reivindicativos -“Alicante tiene su cuota y debe ser respetada”- y hasta del edificio de la Cámara -“hay que estudiar su futuro”- en la estructura que fuera del Hotel Palas de Alicante, un edificio convertido en emblemático más que nada por su situación del que analizamos la intrahistoria.

Y ya en materia salieron a relucir todas las cuestiones de la economía para andar por casa: que si el “nuevo” salario mínimo, que si la competitividad, que si parece un chiste, que si es un gesto… debate a fin de cuentas. Salieron a relucir los costes, la productividad, la carga fiscal, los volúmenes. Economía, en clave de amistad, al calor de los cafés (y algo más) que cada tarde de viernes nos ofrece el Meliá Benidorm.

Las Cámaras de Comercio tienen su tradición; hunden sus raíces hasta el 1443 (Universidad de Mercaderes; Burgos), aunque su antecedente más auténtico será el Consulado de Cargadores a Indias (Sevilla; 1543). Hoy en día, siglo XXI, las Cámaras de Comercio son las que de verdad conocen la realidad del tejido productivo y por las experiencias vividas sobre el mismo, son un vital aliado de las decisiones. Tal vez, y vuelvo a la frutería de barrio, no le resuelvan la vida, como tampoco lo hacen a la gran empresa que cuenta con gabinetes propios, pero a una y otra es capaz de proporcionarle diagnósticos, organizarle cursos de formación y análisis de mercados y calidad, al tiempo que a todos los empresarios es capaz de acercarles a aspectos de financiación y nuevas tecnologías. Ahora mismo, sin más, este mes de diciembre tiene programados interesantes desayunos empresariales.

Hacer un frente común para la defensa de la identidad comercial e industrial de la provincia, en todos los sectores, es el reto que asume Juan Bautista Riera

Suerte, amigo.





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