Enric Juliana
decía que “trellat” es razón,
fundamento lógico, claridad de juicio, y también resultado práctico de una
acción llevada a buen término. Es el seny de los valencianos. En “Trau la llengua” (Canal 9 TVV) y en otras foros le he leído -y copiado-
a Eugeni Alemany la mejor definición
de “trellat”,
una palabra de nuestra lengua valenciana que encierra un universo de cosas. Trellat[1] es eso
que se presupone que todo ser humano tiene y que carecer de ello produce
desprecio y rechazo social. Bueno,
pues con trellat, mucho trellat (amb trellat) nos ponemos
manos a la obra.
Hace un tiempecillo me contactó el profesor Armando Ortuño invitándome a sumarse al
equipo[2]. No lo
dudé: “lo que haga falta, Armando; por
Benidorm”. Y cuando fue desgranado los nombres del equipo me comenzaron a
temblar las piernas. No podía ser. Muchos de mis profesores, a los que trato y
admiro, y un superequipo de profesionales que se estaba conformando y resulta
que me habían incluido en él. Hablé con algunos de ellos y con el alcalde Toni
Pérez. Y sí, era verdad. Pues a muerte; por Benidorm.
Hoy, más sosegado y amb
trellat les confieso que es un inmenso honor estar en este equipo de
trabajo; es un inconmensurable placer sumarme a él; es un gran reto estar y
trabajar con muchos de mis maestros y de los profesionales que más admiro; es
una gran responsabilidad la que entre todos acometemos, y más en mi caso. Me
cabe la colosal satisfacción de poder decir que estoy en el equipo que hará el
pre-diagnóstico para optar a ser, Benidorm, Patrimonio de la Humanidad.ç
Benidorm es la materialización sobre el terreno del Estado del
Bienestar; Benidorm es una realidad que merece la pena y que hay que
cuidar. Ya han sido tres post previos es este Blog. Hoy les cuento que el
objetivo de este equipo es fundamental: que
Benidorm sea Patrimonio de la Humanidad. Pero nuestro compromiso es que
todo lo que seamos capaces de incorporar al proceso de diagnóstico, sea cual
sea el resultado, redunde en beneficio de Benidorm. Y yo estoy entre esos
dieciocho; colosal felicidad.
Entiendo este trabajo que vamos a acometer como un reconocimiento a todos los que han hecho
posible la ensoñación de don Pedro y la materialización de esta realidad que es
Benidorm.
Ahora mismo, lo que
más me interesa es el respaldo social a la idea; el compromiso de los benidormenses
más allá del matiz político. Y con profundo desagrado denuncio que a pesar
de haber sido invitados los portavoces de todos los grupos políticos
representados en el consistorio, sólo han estado PP y Ciudadanos por Benidorm. ¿Qué
les ha pasado a los demás?; ¿no sienten Benidorm?, o… ¿es que las lentillas
correctoras de su miopía política las dejaron en la mesilla de noche? Sencillamente,
no me esperaba esto Rafa Gasent, de Rubén Martínez o de Gema Amor. De nadie
más.
Pero seamos conscientes del lance: no lo tenemos fácil.
España es el tercer país en el escalafón mundial de lugares
Patrimonio de la Humanidad. Tenemos 45. No es un problema; por ello sabemos
cómo se gestionar el tema. Y si analizamos la cuestión al detalle, 43 de los 45
están bien en el rango “cultural” o bien en el “natural”. Tan sólo hay 2
lugares en el apartado global “cultural/natural” al que optamos.
Pero lo tenemos muy claro: los fundamental es ser una “obra
de arte del género creador humano” y Benidorm es sencilla y puramente eso: “una gran obra de arte del género
creador humano” y es un “magnífico ejemplo de un periodo significativo de la
Historia de la Humanidad al ser el mejor ejemplo de la materialización del
Estado del Bienestar a través del Turismo”.
Ahora toca poner en valor Benidorm. Nuestro trabajo inicial,
el pre-diagnóstico que entregaremos antes de que finalice el año 2017, servirá,
cuanto menos, para que Benidorm se
marque nuevos objetivos. Nos hemos conjurado: vamos a hacerlo bien y “amb
trellat”; por nosotros mismos y en
reconocimientos a todos los que desde finales del XIX creyeron que la industria
de los forasteros tendría posibilidades en Benidorm y, especialmente, a todos
aquellos que una tarde-noche, en el casino Ronda, asambleariamente, apoyaron la
visión onírica de Pedro Zaragoza. Y aún más a los que desde entonces, de aquí y
de allá, han trabajado para que Benidorm sea lo que es, la capital turística
europea del Turismo de Sol y Playa.
Dijo el alcalde, Toni
Pérez que todos los del equipo estábamos “enamorados de Benidorm”.
Sí, pero lo mejor es que todos los del equipo “creemos en Benidorm” y somos conscientes de que tenemos entre manos
parte del futuro de “esta joya que hay
que cuidar”. Y conjurados estamos a
hacerlo con la máxima prudencia, con mucha firmeza y contundencia; pero, sobre
todo, “amb trellat”.
[1]
“Trellat” es difícil de traducir porque es mucho
más que el “sentido común” del castellano, pero no es “sabiduría sin fin”. Para
tener “trellat” es condición previa “tindre substància” (cuaje), para así poder
“fer les coses amb coneixement” (y “coneixement” es consciencia y no
conocimiento). Así que podríamos traducir el trellat como la “capacidad de
entendimiento para desenvolverse en sociedad sin hacer el ridículo en las
acciones y en las desiciones”. Si alguien carece de trellat toma decisiones
“destrellatades”. Aunque, cuidado, porque el “poc trellat”, si va acompañado de
delirios de grandeza puede convetirse en “destarifos” (como ir montado en un
Ferrari saludando a las masas en plan coent). Y si ya, esa persona se dedica a
vivir todo en plan estás conmigo o contra mí, porque es un “comboiante” (liante
sin trellat) hasta el punto de que ha convertido su vida en un “destarifo” se
puede decir que ese tío está, directamente, “espentolat” (con daño físico o
psíquico totalmente irreparable).
[2]
Equipo, capitaneado por Armando Ortuño, doctor en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos
de la Universidad de Alicante (UA) y economista. Con él, el sociólogo Mario Gaviria, Premio Nacional de Medio Ambiente que en 2015
recuperó la idea de postular a Benidorm para Patrimonio de la Humanidad y
“persona que ayudó a comprender al mundo quién era Benidorm”. Junto a ellos,
varios catedráticos de Análisis Geográfico Regional de la UA: Fernando Vera, galardonado con el
Premio Turismo Comunidad Valenciana; Josep
Ivars, que estuvo al frente de Invattur; Jorge Olcina, director del Instituto de Climatología; y Carlos Baños, experto en turismo.
También, los ingenieros civiles Florentino
Regalado, Salvador Ivorra
–catedrático de Estructuras- y José
Ramón Navarro –catedrático de Urbanismo-; los arquitectos Juan Carlos Oliva y Guillermo Campos, con un importante
historial profesional en la ciudad; el sociólogo de la UA Antonio Aledo; y el también sociólogo y director de la Cátedra de
Estudios Turísticos Pedro Zaragoza, Tomás
Mazón. Completan el equipo, el director y el secretario del Instituto del
Agua y de las Ciencias Ambientales de la UA, los profesores Joaquín Melgarejo y Andrés Molina; los periodistas José María Perea y Juan Díaz (y geógrafo); y la doctora en Derecho especialista en
gestión del Patrimonio de la Humanidad María
Jesús Poveda.
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