Nada más pasar el verano de 1993 apareció por aquí, por
Benidorm, Fernando Iwasaki, desde
Sevilla; de la Fundación San Telmo, quiero recordar. Preparábamos el Seminario
sobre “Derroteros de la Libertad en Iberoamérica”
y por en medio estaban el director del Diario ABC en Alicante, Enrique de Diego. Yo estaba en el
departamento de “los Santos Juanes”:
Juan S, Juan Manuel C y Juan D. Había más gente, ¿verdad Pepe P?
Aquello fue un puntazo. En Benidorm se dieron cita, en
octubre de 1993, lo más granado de la política liberal y la economía española y
sudamericana: Virgilio Godoy (Nicaragua), Carlos
Alberto Montaner (Cuba), Jorge
Edwards (Chile), Plinio Apulello
(Colombia), Armando Ribas
(Argentina), Arturo Fontaine
(Chile), Enrique Gershi (Perú), Fernando Monterroso (Guatemala), Luís Bustamante Belaunde (Perú), Alejandro Chafuén (Argentina)… y Mario Vargas Llosa (Perú). Por parte
española, completaban el elenco personalidades del nivel de Federico Semprún, Lorenzo Bernaldo de Quirós, José
Luis Feito, Rafael Pampillón, Juan Corona, Dalmacio Negro y Alfonso
López Perona. También estuvo Federico
Jiménez Losantos y el filósofo Jean-Françoise
Revel (Francia).
Era alcalde de Benidorm Eduardo
Zaplana y aquello fue un baño de liberalismo esclarecedor de ideas donde se
dejó constancia de que la tenacidad intelectual reforzando las ideas liberales
nos llevan hacia un mundo de libertades.
Hacer que tantos y tan destacados ponentes cuadraran sus
agendas y pudieran estar en la primera semana de octubre de 1993 en Benidorm
nos hizo pasar muchas jornadas de gabinete con Iwasaki, principalmente. Y en
medio de ratos de espera y conversaciones con el otro lado del atlántico donde
la hora solar es otra, aprendimos a
sacarle al PC la maravilla de aquél primer juego de ordenador, al menos, para
mí.
La cuestión era (veo entre mis notas) que al teclear qbasic.exe/run
gorilla.bas te aparecían en pantalla dos gorilas sobre los rascacielos
de una imaginaria ciudad donde los jugadores, por turno, teníamos que teclear
el ángulo y velocidad con la cual se lanzaban plátanos explosivos los gorilas.
El primero en cargarse al gorila contrincante ganaba la partida. Los plátanos
explosivos, al fallar en el blanco gorilero, destruían partes de los edificios;
y la cuestión era acertar, aunque, a veces, era necesario destruir edificios
para llegar al gorila contrario. El juego era, digamos que, fascinante; En
niveles superiores también incluía el factor viento para cada escenario y la
aceleración de la gravedad; se podía orquestar incluso una trayectoria
parabólica. En el cielo había un sol sonriente al que los plátanos explosivos
le podían producir hematomas y apesadumbrarlo.
Pantallazo del Gorilla bass, con los dos gorilas. El jugador 1 ya ha marcado un ángulo de 80º y está a punto de introducir la velocidad con que endilgarle el platanazo explosivo al otro gorila. |
El caso es que los días fueron pasando al compás de llamadas
telefónicas, e-mails, fax y otros sistemas de comunicación ya en desuso y al
final pudimos reunir a todas aquellas mentes liberales en Benidorm. Y a muchos
más que vinieron al rebufo de ellos; que estos fueron los “gordos”. Vinieron a
Benidorm gentes de todos los rincones liberales del momento. Incluso un
guineano de nivel que siempre iba por libre y “se nos perdió”; pero lo encontramos. Benidorm era y es mucho
Benidorm.
En aquellas mañanas de Ciudad Patricia se contó ya hace
veinticinco años (estábamos en los Noventa) como se desplomaba la economía
cubana (y ahí siguen); cómo estaba la cosa entre ortodoxos (comunistas en la
esencia de la vieja URSS), marxistas, independientes de izquierdas, leninianos
incurables, senderistas, pro-yankees a ultranza, economicistas, conservadores y
liberales. Y gente de a pie que convivía, y en algunos países aún convive con
procesos de descomposición social y con “postizos”; de los que nunca se sabe.
Hablábamos de allí; pero sin perder el ojo de las cosas de aquí.
Hablamos ya entonces en primera persona de la transición
chilena y la vivencia colombiana; de la ruptura nicaragüense y el devenir
cubano; de las posibilidades argentinas y de lo que se podía cocer en Venezuela.
Del concepto de las colonias y de las nuevas naciones; del proteccionismo
económico que estaba resurgiendo entonces (¡Cielos!; y hoy) y de algunas
cuestiones que veinticinco años después nos asombran: ¡¡hasta “del clima prebélico existente en las
relaciones entre los EE.UU. y la Comunidad Europea”!!: “la socialdemocracia que pretende defender lo
indefendible y salvar lo insalvable a través del proteccionismo”. Y esta es
una frase anotada de Bernaldo de Quirós cuando hablaba de la política de Bill
Clinton y la postura de Jacques Delors. ¿Qué, les suena? Ahora mismo tenemos a
Trump dando trumpazos con lo mismo.
De aquellos días recuerdo a una Jean-Françoise Revel griposo
que, a pesar de ello, no faltó a ninguna cita. Quería contar a los cuatro
vientos que, a pesar de la caída del Muro de Berlín, él seguía pesimista. Nos
remitió a los informes de The Freedom House y por donde pasaba insistía en que
“la democracia política es una de las
condiciones del desarrollo económico”. Pedía Revel que solucionáramos el
problema de Europa que no era otro que la cuestión económica: “El Mercado Común fue creado para construir
una economía de competencia; no una economía abierta que es el futuro”. Y
ahí estamos
Ahora bien, la frase de Jean-Françoise Revel (1924-2006) que
tengo enmarcada es “La CNN es el contrapeso de los políticos locales”. Repasar
notas de hace 25 años tiene el valor de recordar, pero no saber en el concepto
en que se dijo me produce un desasosiego que sólo remedia que este post habla
del jueguito de los gorilas y los plátanos explosivos y no de la metafísica
profunda del gran pensador francés.
De todas formas, el que me impresionó -de verdad- en
aquellas jornadas de octubre del 93 fue Mario
Vargas Llosa. Hubo más contacto. Habló de su primer contacto con “lo liberal” recordando el tono de admonición
con que se tildaba a lo liberal. Explicó que la filosofía liberal está sólo
contra la religión impuesta como obligación y contra todos los dogmas
incompatibles con la libertad. Yo, leo, no paraba de anotar sus frases; era un
volcán de titulares.
El diario ABC dando cuenta de las jornadas |
Y me descubrió a Karl Popper y la verdad inestable y
transitoria. Y sólo eran pinceladas, breves pinceladas, entre el Hotel Don Pancho
y Ciudad Patricia: un breve trayecto que repetíamos día a día hablando de los
enemigos de la libertad. En especial, fíjate tú que hace veinticinco años,
hablamos y mucho de los nacionalismos y
del integrismo religioso. Los ponía a la misma altura criminal. Esto sólo
son ventajas de estar en el Gabinete de Documentación y Estudios del
Ayuntamiento de Benidorm; en un Equipo de Confianza que nunca defraudaré.
Nos distinguió Vargas Llosa entre el capitalismo per se y el capitalismo que el
liberalismo defiende y que “no es el
modelo deformado y bastardo que muchos países exhiben basado en el
intervencionismo estatal“ (leo, textual). Creo que con nosotros, en los
trayectos, ensayaba lo que luego explicaba en la sala: hablaba del sistema
legal equitativo y de que “existen formas
de capitalismo codicioso y rapaz que solo busca acumular riquezas”. Y
entonces echaba mano de Adam Smith (y yo apuntaba): “la única manera de alcanzar el éxito económico es sirviendo al
consumidor en una economía mercantilista”. “Sirviendo al consumidor”,
reiteraba él.
Y apunté la última frase, tras una cena en el Don Pancho (a
la que Jiménez Losantos no quiso sumarse): “No hay que abolir el capitalismo;
hay que perfeccionarlo”.
Mira, hoy lamento esa afición mía a no salir en foto alguna;
mis notas son el mayor tesoro, pero hasta un selfie (que entonces no se estilaban) no hubiera estado hoy de más.
Y una buena mañana todos aquellos que se habían dado cita en
el Seminario benidormero, se nos despidieron de Benidorm y nos dejaron su
mensaje y sabiduría. Y yo me quedé con muchas notas acumuladas en tres días, la
anécdota del guineano que “se nos perdió”
(y era de noche; y no digo más) y con que aprendí a jugar al Gorilla.bass. Gorilla fue, tal vez lo
sea aún, un videojuego para MS-DOS, en Windows 3.1, escrito en QBasic, que ya
no he vuelto a ver.
Las jornadas de la Libertad en Iberoamérica… tampoco es que
hayan avanzado mucho viendo cómo está el parque. Pero que me quiten las
conversaciones con Fernando, con Mario, con los grandes del liberalismo. Una
oportunidad única que viví en primera persona.
Gracias, Eduardo.
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