Pues sí, por Los
Cafés del Meliá siguen pasando tertulianos y tertulianas ahora que yo me he
relajado, por cuestiones profesionales, en esa práctica de la tarde de los
viernes. Sin ir más lejos el viernes 13 lo hizo la doctora Cecilia Correas de la Inspección Médica del Área de Salud de la
Marina Baixa. Un diagnóstico le pedimos de cómo estaba la Sanidad Pública… y obviamente
la doctora nos lo hizo y se deshizo en elogios para el mismo. Y no hubo mucha
réplica, oigan; todos estaban contentos con sus médicos. Yo tampoco me quejo.
Dra. Cecilia Correas Foto: M. Ayús |
Caleña de cuna -de Cali, Colombia-, la doctora transmite pasión
y celo profesional. Formada en el Colegio Americano y en la Universidad Libre
de su país, auxiliar de enfermería militar que fue (con mando en plazo, dijo) y
experta en salud ocupacional en la Policía colombiana, un buen día tuvo que salir
de allí y tras pasar, nos contó, por el Boston Medical Center (USA) y por el
Reino Unido recaló en España donde ejerció la medicina (familiar, pediatría y
orientación familiar) hasta incorporarse en el nivel de prisiones (Can Brians
II; Barcelona). Un día pasó por Benidorm… se vino y se quedó. Que si atención
médica a mayores, que si Bolsa de Trabajo, que si en mayo de 2014 se integra en
el Área de Salud de la Marina Baixa en su Inspección Médica.
Nos contó que “sin
estar para tirar cohetes, estamos bastante bien” en la Comunitat Valenciana
donde se busca “la máxima eficacia en los
recursos sanitarios”. Con vehemencia defendió que “la Sanidad española es la mejor
de Europa” y destacó su “universalidad”. Eso sí, destacó que “no la sabemos apreciar en su grandeza” y
que, por ejemplo, “el Área de Salud de la
Marina Baixa está ahora mismo en el nº1 de la Comunitat”.
Nos respondió hasta donde bien podía llegar: “reclamamos una tarjeta unificada para toda
España”, “sería conveniente un
segundo hospital” (en la Marina Baixa; por obviedad en Benidorm), “tal como están las cosas se entiende que se hable
de ampliación del actual” (del hospital comarcal de La Vila), que “la clave está en la gestión eficaz del
sistema”, que “estamos en la zona de
mayor dispendio sanitario de España por el número de desplazados que recibe”
(Benidorm), que si por humanidad hacen “excepciones
de tratamientos de 28 días” (a los muchísmos que dicen haber olvidado su
medicación en el lugar de origen), “que hay decretos de atención sanitaria y
gasto farmacéutico” (con las demás Comunidades Autónomas y con los demás países
europeos, principalmente), “que hay muchas gente que abusa del sistema” (de
aquí y de fuera de aquí)… En fin, que hablamos de todo un poco.
Nos dijo que “ahora
trabajan con mayor coherencia, con mayor sensibilidad social”, que “hay planes de inspección más eficaces y
mecanismos de control” y hasta que “las
mutuas trabajan con la inspección” y con lo que se racionaliza más el tema
y se gestiona mucho mejor.
La del viernes fue una de estas veces que te queda un
regusto extraño en la boca; y no por café que tan gentilmente nos ofrece el
Meliá Benidorm (y la confitería). Tal vez, apunto, el extraño regusto sea
producto de un reflujo gástrico (ya que entre doctores andábamos): tras oírla y
ver que todo esto parece que funciona ¿no
les parece que hemos perdido unos años fantásticos en optimizar el sistema?
Y eso que aún queda mucho por hacer. ¿Ha tenido que venir una crisis para
darnos cuenta de que hay que racionalizar todo esto?
Pues sí; me temo. Y no hemos acabado.
Sí, parece que el sistema es aún viable, pero me quedé con
la duda de saber si atendiendo a las cuestiones demográficas… ¿seguirá atendiéndonos
durante mucho tiempo más?
Bueno, voy a pedir cita (previa por Internet), que yo soy un
crónico y me toca para final de mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario