DE QUE YO TAMBIÉN ESTUVE ALLÍ; DE LO QUE VI
Madrugada del miércoles. Voy y permuto mi trote matiner por la playa por un paseo por
las calles de Benidorm al compás de un Vegueros
de Vuelta Abajo mientras medito sobre mi BND2050. Frescoreta bona; hay más gente a
la vora de la mar que por las calles del meollo de la ciudad.
Llegué a mi cita con tiempo aún de apurar el Entretiempos, de fumada cremosa. Al poco
llegaron mis compañeros de ruta. Los pertinentes saludos de rigor, el
comentario del tiempo (meteorológico, que presumimos) y rumbo al Cap i Casal.
Llegamos a Valencia con tiempo (magnitud física). Un café
previo y empiezan los saludos de/con los asistentes. No pasa el tiempo (no
advierto cambios) por los amigos; algunos sólo nos vemos en estos saraos: José
Luís, Ramón, Mónica, Oti… De repente, nos entran las prisas por entrar en el
salón y ocupar nuestras mesas. Se sirve el café mientras silban las tarjetas de
visita disparadas en ráfagas; a derecha y a izquierda, viene de todos lados. Y
en esto que comenzó el acto mientras atacaba un mini muffin o similar.
Y oyes a la presentadora definir al ponente con un eslogan
que en 2011 sonaba a opción política antagónica: “Pasión por Benidorm”. Bueno, vale, muchos sentimos eso, ‘pasión por
Benidorm’. Luego me confunde fechas (1965 por 1956) pero se me congracia con un
“Bendito Sol y Playa” y confiesa su
querencia por esta tierra: “Benidorm son
las vacaciones populares por antonomasia”, que señalaba Mario Gaviria, quien
insistía en que “el balcón es la pieza
principal del urbanismo y en Benidorm todos tienen derecho a la vista del mar”.
¡Chapeau!, Isabel Bonig por esa
presentación que culminó con una frase de Andrés Gª Reche, que fue conseller del
ramo: “Benidorm funciona porque desde sus
inicios ha estado dirigida por profesionales”… aunque yo me sé de algunas
excepciones peeeero…. como decían en el Medievo: Exceptio probat regulam in casibus non exceptis[1].
Toni Pérez en Forum Europa, Tribuna Mediterránea (Foto de D. Revenga, “fusilada” de la web del Diario Información) |
Y ya con el café bebido y la repostería deglutida, Toni
Pérez entró en tromba: “Benidorm, la
mejor solución a un derecho irrenunciable como son las vacaciones”. Y
explicó que son ya cinco décadas liderando el turismo; que si 11’5 millones de
pernoctaciones (sólo superados por Madrid y Barcelona); que si representa el
41% de la Comunitat Valenciana; que si “paradigma
europeo de ocio y diversión”...
De repente, una pincelada de realidad económica: “El turismo lleva implícito un reparto de
riqueza como pocas actividades productivas son capaces de conseguir”. Y
acto seguido dejó caer que “si fuera una
empresa, Benidorm sería una de las más rentables de España y, seguramente, de
las que más y mejor repartirían sus dividendos”. Claro, esto se debe a que “Benidorm no es producto de azar”, y sí
que es producto “de un esfuerzo colectivo
sostenido en el tiempo y en el que han participado más de tres generaciones”.
Pero además, Benidorm es hoy en día un referente de innovación: “En cada tiempo hemos sabido reinventarnos
día a día”. Y ahí coló a Visit Benidorm, “punta de lanza de nuestras estrategias que consolidan nuestro liderazgo”.
La cita a José Miguel Iribas entró con normalidad: “Benidorm es al turismo lo que la Coca-cola a
la vida: asequible, divertida, para todas las edades y que combina bien con
todo”, para rematar con que es “un
icono de felicidad, progreso y bienestar”. Juegos florales, sí; pero es que
son verdad.
A partir de ahí, un repaso a las cuestiones claves puestas
en marcha sobre innovación -aquí, en Benidorm, se han testado los requisitos de
la norma que regula los DTI[2] y Visit
Benidorm ha sido certificada en Inteligencia Turística-, tecnología -con los beacons y la hiperconexión del Big Data-,
accesibilidad y sostenibilidad: “el
modelo Benidorm se ha revelado como el más sostenible”, “el más eficaz” para el profesor Jorge
Olcina. Los apabullantes datos del reciclado (en el vidrio, la media de España
es de 14 kilos/persona/año que en Benidorm son 49) o del agua (el doble de
población que en los años 80 y con menor consumo) atronaron el salón.
Y sacó Toni Pérez a pasear las reivindicaciones: “debemos seguir reclamando que se reconozca
la singularidad de Benidorm; su enorme potencial económico”. Es que
Benidorm, y esto enlaza con lo de la primera empresa que antes decíamos,
representa entre “el 6 -7% dijo
Isabel Bonig- del PIB de la Comunitat
Valenciana”… “da trabajo a más de
40.000 personas durante todo el año y en verano emplea a casi 70.000 personas”.
Hizo un parón y añadió, mirando al tendido: “Sí, más personas trabajando que empadronadas”. Y blandió la espada
de Damocles (porque hay que dar servicios a todos): “varias veces al año superamos los 350.000 habitantes” (yo hubiera
dicho algo así como que entonces ‘somos
la segunda ciudad de la Comunitat’, ¿pero quién soy yo?).
Y puestos a reivindicar, entró Toni Pérez con un “hay que cuidar lo que funciona”, y tiró
de manual: que si PHN; que si las desaladoras que contemplaba el PHN (a buen
entendedor); que si dar viabilidad al Plan General de 1990 y a sus actuaciones
proyectadas y no realizadas; que si culminar los 5 PRI[3]
pendientes; que si avanzar en la cuestión del CIS[4]; que si
desarrollo de la Zona Industrial (con el primer Centro Comercial periurbano);
que si reforzar la competitividad turística con una mejor conectividad con el
aeropuerto y con la Alta Velocidad ferroviaria pero dentro de una Estrategia
Regional de Transporte reivindicando para ello tanto el Corredor Mediterráneo
como el Tren de la Costa; que si… Que sí, que sí. Y en la mascletà reivindicativa, el trueno final: reclamó “un gran Pacto de Estado y Autonómico por la
financiación de los Municipios Turísticos”. Todo ello, justificó, son “inversiones inteligentes para un sector
clave”.
Tanda de aplausos final y ronda de preguntas del respetable.
Que si sacamos a relucir la marca turística y el Toni Pérez es sibilino: “la que sea más relevante; lo importante es
que no mintamos con las marcas”. Y en eso, la ‘marca Benidorm’ es estandarte
y baluarte; que si relaciones con el poder, con mención muy favorable (veremos
el favor que le hace entre los suyos) al Secretario Autonómico de Turismo; que
si “desterrar la propuesta de la Tasa
Turística”; que si a muchos nos produce urticaria la ley esa de la
Hospitalidad donde “ahora dicen que todos
somos turismo. Están muy bien las almazaras y las dolçainas, pero hay que poner
los recursos en aquello que funciona”… y yo, que estaba frente a Antonio
Mayor, creí que volvíamos a sacar la cesta de los huevos a pasear. En fin: hasta
que “fue positiva la creación de Terra
Mítica”, que aún tiene enemigos en el terruño, o que tenemos actuaciones
contra el Cambio Climático: “nos
retranqueamos en Poniente”.
Oí un par de veces lo de “primera potencia del turismo de Sol y Playas en Europa…”, pero si
sólo una vez hubiera dicho lo de ‘capital europea’, hay quien me lo lleva al
Olimpo de los Dioses; y a la misma altura que Zeus si lo dice en inglés: European Capital of Sun & Beach.
Total que aplausos, besos y abrazos por doquier, pero
carretera (AP7) y manta que a las 12 había cita en el INVAT·TUR con el
Secretario Autonómico Francesc Colomer (que estaba en Benidorm una vez más;
fíjate tú) y luego otra cita más entrañable con el amigo José María Díez para
descubrir un cocinero con estrella Michelín…
¡Qué dura es la vida del plumilla!
No hay comentarios:
Publicar un comentario