Desde el siglo XVII, la raíz de la achicoria -tostada,
picada y molida- se venía utilizando como sustituto del café. O como adulterante,
las más de las veces.
Por esas mismas fechas, el grano de cebada -germinado,
secado, tostado y molido-, la malta, pasó a tener las mismas
funciones que la achicoria. ¿Nos entendemos?
Yo me sé de un tiempo que ambos productos eran denostados.
La gente quería café y no lo que les servían. Solían ser momentos de crisis; en
especial desde las guerras napoleónicas para acá: en Francia, en Alemania, en
España, en Europa… cuanto menos.
Pero ahora la historia ha cambiado: achicoria y malta, malta
y achicoria, son los sustitutos preferentes del café ante intolerantes
alimenticios del mismo, y ante dietas; que las hay. Incluso el lento aporte de
azúcares de la achicoria la hacen idónea para algunas afecciones.
¡Cosas veredes, Sancho!
Bueno, pues ayer en las Tertulias del Meliá (y no digo lo de
“Los
cafés del Meliá”), Marius nos sirvió un brebaje a base de malta y
achicoria, que no era café. Marius, que no Antonius, pero que mucho sí tuvo que
ver.
Vaya por delante que Pako
Liu es un hombre encantador y que nos brindó una visión -para nosotros
desconocida- de un país y de una forma de ser, pero a pesar de sus 30 años en
España y de su éxito comercial y don de gentes, la lengua de Cervantes… puede
que la maneje, pero la Gramática de Nebrija…
Insisto, agradezco el esfuerzo de Pako Liu, pero en cuanto
intentabas progresar en la formulación de la cuestión chocabas con la Gran
Muralla. Y yo quería saber algo más de los 971 chinos empadronados en Benidorm
(y 121 en l’Alfàs, y 78 en la Vila, y los 70 de Altea…) y de los 7.761 en la
provincia de Alicante. Y más, más cosas de la milenaria China, sus gentes y por
qué se vinieron aquí.
En algún momento pasé un mal rato. Y no por Pako; por los
tertulianos.
Alguno sacó a pasear toda la extensa lista de tópicos
evidenciando que los suyo, lo del preguntón alelado, no es de este tiempo. No
dudo tampoco de que alguno quisiera preguntar al empresario por lo de las Islas
Spratly, pero es que estábamos ante un chino que lleva 30 años en España. Y
vale que va de vacaciones, alguna vez; pero no más. Y tampoco tenía ganas de
más.
Lo dicho, sucedáneo de café; pero muy saludable oiga.
El que quiera saber de China, que eche mano de la web Iberchina.org
-que está muy al día- y si además domina lo justito el inglés, en Chatham
House (Instituto Real de Asuntos Internacionales, Reino Unido; chathamhouse.org) tiene de todo. Ah, los
informes del Santander Trade son geniales para esto.
Pero la tarde no terminó con estos puntillosos detalles.
Ah, se me olvidaba señalar que yo tomo té; con lo que en el
capítulo del café me resbaló y hasta tuvo su momento.
Debo confesar que fue entrañable el instante en que uno de
los grandes de Benidorm (y de la Tertulia), Manuel Sánchez Luís -quien ya tuvo su post en este Blog ennoviembre de 2012-, me hizo entrega del primer ejemplar de “Peña de Mus Benidorm”, su otra afición:
poeta para sus amigos.
Dibujos de Manuel Sánchez Luís, a vuela pluma, en Los café del Meliá |
Yo, confieso, soy de lo más insensible a la poesía más allá
del “siento ruido, siento gente, 115, 120”,
pero por Manolo llevo toda la noche empapándome de lo que es poesía (sí, sí,
más allá del “¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué
es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía... eres tú” porque para eso hay
que estar ante una mujer con la cara lavá
y recién peiná, que guapa estás, que guapa estás). [cosas de Bécquer y Manolo Escobar].
Esta mañanita ya me creo capaz de entenderle. He estudiado
lo que es versificar, el arte de combinar rítmicamente las palabras y dar
sentido a expresar emociones. Muy importante es la acentuación interna -algo
que jamás pensé; y eso que me gusta declamar-, la aliteración y el concepto de
fonema. Que si sonetos, que si romancillos, que si cuartetas, que si redondillas,
que si serventesios, que si quintillas, que si romances… Uf.
Total, que ya veo a Manolo, además de un sensacional
arquitecto de interiores, un artista del lápiz, del carboncillo, del bolígrafo,
del pincel y del cincel, como un émulo de Góngora o de Quevedo. ¡Qué vedo!:
cuartillas y otras artes de rima de Manuel
Sánchez Luís.
Me encanta todo aquello que soy incapaz de hacer. Gracias
Manuel.
El día veintiséis de marzo
-antes de que asome
abril-
habrá comida en la peña
muy fácil de digerir:
Una ensalada suprema
con huevo duro y maíz,
con melva curada en casa
y lechuga de postín
y otras cosas que ¡por
tantas!
Se me olvida repetir.
A luego el plato “vedette”:
las alubias con perdiz
-regadas con un aloque
que se suba a la cerviz
según receta creada
por Brillant de Savarin
-ya que Víctor, ¡es
posible!
le sirviera de aprendiz-
por lo antiguo que es su
arte
con caldo, ajo y perejil,
y trajérase una copia
de su escuela de París-.
Créome que esto es seguro
¡a mí me da en la nariz!
En cualquier caso sabemos,
y así me parece a mí,
que el placer será
supremo
contemplando este tapiz
de los manteles bordados
que la mesa han de
cubrir.
Y la música y las velas
que darán cierto matiz
a un ambiente de amistad
en compañía feliz.
Sabed que soy fe de ello.
Yo, Manolo Sánchez Luís.
|
En
mil partidas de mus
se nos fue marchando el
tiempo.
Se nos gastó, sin saberlo,
la efímera juventud,
deprisa.
Y entre la brisa
se fueron quedando amigos
convirtiéndose en leyenda
que vuelve entre la
bohemia
de una copa de buen vino.
Son muchos y el recordarlos
nos alegra la memoria.
Mil simpáticas historias
acuden solo al mentarlos
y la gente
De repente
escarba en la sinrazón
de que se fueran al cielo
dejándonos su recuerdo
muy dentro del corazón.
¿Os acordáis de Cristina?
¿y de Claudio?, ¿Y de
Julián?
Se fueron Joaquín de Juan,
y Olegario, y Galapero,
Barbero,
Ignacio Barreno,
Gianolini, Andrés Cortés,
Pepe Jiménez, Monfort,
también José Luis Muñoz,
Caballo y Pedro Lloret.
Se marchó Joaquín Hernández,
y después se fue Clemente
Pepe Palau y otras gentes
que jugaban al mus antes
ya se han ido
¿Cómo ha sido?
A mí me da en la nariz,
contemplando esta
escudilla
-victoriana maravilla
de judías con perdiz-
Que están cerca, todos juntos,
y gustan de su sabor.
Por eso nuestro dolor
este día de difuntos.
Más luego tras el menú
saboreando una copa
nos jugaremos la ropa
a una partida de mus.
|
Manuel Sánchez Luís; autorretrato |
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