El 9 de junio llegué por los pelos (y pocos tengo); no podía
perderme la cita: “Virtudes de un urbanismo” y “La vida de esta ciudad”.
Era una jornada dedicada a Benidorm -y de estas se merece, se ha ganado, muchas
más- con motivo de la Exposición “Gran Benidorm” y el ya celebrado 60ª
Aniversario del primer Plan General de Ordenación Urbana que en la España de
los años 50 se hacía para todo un término municipal. Sí, el de Barcelona es
anterior, pero sólo se ocupa de la ciudad y no del término municipal. Y sí,
también, desde 1956 Benidorm tiene protegido más de la mitad de su término
municipal. Y eso, a estar alturas del siglo XXI, no todo los pueblos del mundo,
que no me quedo en la vieja piel de toro, lo pueden decir. Por eso y por mucho
más hay que ir a conseguir lo de Patrimonio de la Humanidad.
Gran Benidorm, paintings
& collages, de Oscar Tusquets
era el epicentro de la jornada. Suena bien: Oscar Tusquets, Gran Benidorm; Barcelona,
Londres, Benidorm. Esa misma tarde se hacía la inauguración de la expo
en petit comité y en la mañana del
sábado se inauguraba para “el gran público”. Y para ello se daban cita en
Benidorm el mismísimo Tusquets y “sus amigos”: Juli Capella, Jordi Garcés,
Javier Mariscal y Joaquín Luna. Desde aquí se unían el
arquitecto municipal José Luis Camarasa y el periodista Toni Cabot, director del Diario
Información que sigue oteando desde Aigües lo que aquí pasa, a los pies de
Aitana.
Y Julio Muñoz;
urbanista, diseñador, artista y testigo de la época dorada de Benidorm que
siempre me destacó que “la arquitectura es un deporte de equipo”
porque un proyecto tiene fases. Julio Muñoz comisarió la exposición y estuvo
feliz recordando todo un proceso de creación urbanística como Benidorm y
momentos de gloria como aquellos premios Palas Atenea… pero eso es otra historia
que le debo a Julio Muñoz; al gran Julio Muñoz. Verle feliz y estrechar su mano
fue uno de los grandes momentos del pasado 9 de junio.
Conocí Gran Benidorm es una visita al
estudio Interproyectos de Julio
Muñoz. Julio pidió que respetáramos la noticia del mismo hasta que el
propio Tusquets lo desvelara. Poco
tiempo después -octubre de 2016-, a través de El Periódico, por fin,
pude ver que estaba en marcha la cosa: Ramón de España daba cuenta de la exposición
Gran
Benidorm en la Galería de Ignacio Lassaletta. El crítico se desmelena
con Benidorm -“el paraíso de la chusma y el espanto arquitectónico más notable del desarrollismo
franquista”- y recibe la respuesta de Tusquets: “Pues a mí me gusta más que Cadaqués”.
Y resalta el cronista que Oscar Tusquets
es “fan de Benidorm de toda la vida”…
y llega a destacar la frase de Javier Mariscal:
“Prefiero
Benidorm a Florencia”. Al final, de la columnita de Ramón de España me
queda bien claro que el rey de la boutade[1] no
es Oriol Maspons, sino él; el tal
Ramón.
Después llegaría lo de que si seleccionado para la Bienal de Londres, en marzo pasado, y
ahora en Benidorm, Oscar Tusquets y “Gran
Benidorm”, hasta el 13 de agosto en el Museo Boca del Calvari.
Pero a lo que iba hoy. El 9 de junio, al entrar al Salón de
Actos del Ayuntamiento de Benidorm, un cuadernillo editado para la ocasión
ofrecía “Cuatro textos memorables sobre Benidorm”. “Ah, me lo llevo”, oí decir a muchos mientras otros lo enrollaban
porque “¿a ver dónde voy yo ahora con
esto?”. Y muchos no repararon en lo que se llevaban: Cuatro textos
memorables sobre Benidorm de cuatro grandes que dejan a la altura del betún al tal
Ramón de El Periódico de Barcelona: Iñaki
Uriarte, José Miguel Iribas, Arcadi Espada o Rafael Chirbes.
Y sí, son memorables las referencias bibliográficas que
aportan.
Iñaki Uriarte ha
plasmado en sus Diarios sus artículos. En “La Playa de Levante” hace un elogio
del “espíritu
del lugar” y la compara con todo, saliendo Benidorm siempre airosa. Arcadi Espada me saca a pasear en su
artículo de 2007 al genial José Miguel
Iribas, con el que tuve el inmenso placer de conversar, beber y trabajar: “Benidorm
es uno de los mejores lugares del mundo para no estar solo”. Y eso es,
como bien señala Espada, “simple y dificilísimo”: “la
mayoría abrumadora de las personas quiere estar con otras personas”… y
eso en Benidorm es fácil. También suma, un texto del escritor valenciano Rafael Chirbes, quien en su ensayo Mediterráneos
(1996) explica en “desde el Estado del Bienestar” lo
que es Benidorm, y la forma en que se siente: “apoyado en la barandilla de la
terraza, me sentí como uno de esos pájaros que anidan en los alveolos de los
acantilados”… Espíritu libre… Y
coincido con él en que “sin duda falta por rodar el capítulo sobre
Benidorm en esas series de National Geographic”. Me abduce cuando dice,
ante los que añoran el lugar que fue, que “Uno puede llorar su adolescencia perdida,
como puede llorar la dulce modestia del Benidorm que se fue, pero eso no
conduce a gran cosa. Resulta más instructivo descifrar qué reglas rigen el orden
sutil de esta colmena humana… Qué les da la ciudad a los casi 4 millones de
personas que cada año se acercan a ella”… Y ahora son más de 5’5
millones.
Y, el cuarto texto
memorable es de, José Miguel Iribas:
el Gran Iribas (como Gran Benidorm). En Arquitectura Viva, el
hombre que más y mejor conocía Benidorm, en Aprendiendo de Benidorm,
a la muerte de don Pedro Zaragoza Orts, explicaba al mundo esta proceso de vida -Benidorm-
convertido en vibrante realidad. Iribas explica a Pedro y señala: “Frente
a los fallidos proyectos elitistas, Benidorm ha propuesto unos perpetuos
sanfermines urbanos y playeros, libres de constricciones de calendario. Una
fórmula de éxito, sin duda, pues esta Meca del turismo de masas, visitada ya
por 100 millones de turistas, es el icono más representativo de la industria
del ocio”.
Y concluye el maestro Iribas: Benidorm “afirma su proyecto a partir de la
intensidad de la vida urbana y define su personalidad urbanística a partir del
espacio público”.
El modelo urbanístico de Benidorm, concluyamos, es más amable y sostenible que ningún otro.
Pero eso ya lo iremos desgranando en otros post, cuando el tiempo me lo vaya
permitiendo.
Desdoble, desenrolle y enmarque ese “papel” que se llevó del
acto del día 9 en el Ayuntamiento. Son cuatro textos memorables que debiera
leer cada noche antes de irse a dormir. Son la Biblia en pasta de este Benidorm, de este Gran Benidorm.
[1]
Intervención pretendidamente ingeniosa,
destinada por lo común a impresionar (DRAE); Salida de tono que pretende ser
ingeniosa, aunque no lo consigue.
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