Y mira que me pregunto yo una y otra vez... ¿qué habrá que
hacer para sumar gente benidormera del sector? cuando organizas un sarao que le
pueda ser interesante como ¿qué va a pasar? con lo del Brexit.
No sé si habrá que
recurrir a publicitarlo en el Marca o en el As; incluso en Mundo Deportivo,
porque por la vía “normal” no se les engancha. No sé yo cuál debe ser el canal
de comunicación, el vector del mensaje, el modo de propagación de la
convocatoria, el quid de la cuestión.
Tal vez haya que celebrar estas cosas en el Benidorm Palace -en el intermedio del
espectáculo-, pero es que es un espectáculo que sólo 31 personas nos diéramos
cita en la jornada “Brexit. Implicaciones para el sector turístico” y que, entre
pitos y flautas, de los 31 resulta que 15 eran de la propia Administración
organizadora del evento y 4 fueran ponentes. HOSBEC alineó 3 (y uno era
ponente, pero no lo computé como tal). Sí, 3: los mismos que las agencias. Uno
lo puso Visit Benidorm y otro por los bares, restaurantes y cafeterías locales.
A mi amigo José María, reciente y
felizmente jubilado lo coloco en esa etérea categoría de amigos de la novia (que saben de qué va la cosa, pero que viven y
dejan vivir al novio) y... Pare usted de contar: ni sindicatos, ni gestores
locales -léase concejales-, ni barberos (por lo de las barbas del vecino y
eso...).
Luego, 2 periodistas -pero uno tomó las de Villadiego
dejando sólo a Alba Marcader, que se
marcó un cronicón en Alicante Plaza- y yo, que no tengo casilla de partida, ni
que mover ficha. Ah, hubo un equipo -cámara/redactor- de TV que “pilló” antes a “los interesantes” y luego grabó recursos y “se abrió”.
Pero siendo como somos un baluarte del turismo británico, ¿o
los de aquí lo tenían muy claro -y no hacía falta la jornada- o es que pasan de
todo?
Me inclino por esto último -pasar de todo- y meto en el saco
a la clase política local que actúa igual que la empresarial. ¿Habrá que
recurrir a un conjuro que los atraiga?; ¿habrá que darle una ponencia a
Cicciolina o a Sabrina? Boing, boing…
Sea como fuere, los que no fueron se perdieron la mejor exposición
de lo que será el Brexit que he visto (oído) hasta hoy: todo muy cla-ri-to.
Daniel Sarmiento,
experto en Derecho de la UE por la firma Uría y Menéndez diseccionó la rana
como nadie. Al final se mostró optimista porque “nadie -ni ellos, ni
nosotros- se puede permitir un Brexit duro”, pero en cualquier escenario
de los posibles, el Brexit afectará a la política de transportes, a la
regulación en alojamientos vacacionales, a la entrada de británicos en
territorio UE y hasta en cuestiones de fiscalidad, sanidad y asuntos sociales.
Pues ya me contarán. A todo. Ven, como hacía falta estar
allí.
Sarmiento recomendó paciencia
-actitud humana que nos lleva a soportar, dicen, contratiempos en pos de un
bien- y prudente tranquilidad (lo de
estar alerta ante los previsibles nuevos escenarios legales). Nos dijo que los
dos próximos años seguiremos como estamos (hasta las 24 horas del 30 de
marzo de 2019 no cambia nada) y que hasta 2027 (toda una década que hay
de plazo para firmar el acuerdo comercial definitivo UK/UE) continuarán
los flujos de británicos -que son el 23% de todo el mercado extranjero que visitó España
en 2016, y suponen el 20% de los ingresos totales de los turistas-.
El único problema: la paridad de la libra. Seguirán
viniendo, porque en una década como -casi- si no hubiera habido un 23 de junio
de 2016. Me dieron el San Juan.
Sí, les saldrá más caro venir a ponerse ciegos de sol (y de
alcohol), pero ya somos como un apéndice de su concepto de vacaciones en verano
y en el resto del año. Casi ya nos llevan en su ADN.
Todos los ponentes: Sarmiento, Ruiz, Colomer, Mayor, Huete, Martí y Menor |
Luego, Juan Muñoz
nos presentó un panel/mesa de debate donde Carlos
Ruiz (OET Londres), Antonio Mayor
(HOSBEC), Mariano Menor
(AENA-Valencia) -esto de Mayor y Menor estuvo muy bien puesto en la mesa, deslizó
algún hilillo de sibilina sonrisa-, y Jorge
Martí (Uría y Menéndez) con cuatro brochazos dieron color al cuadro que
había dibujado Daniel Sarmiento.
El que vino de Londres (que vestido de ‘romano’ se subió de la playa de Levante al Invattur -a pie- en una
mañanita de calor sahariano sin darse cuenta que escalaba el Turmalet) dijo que
en la pérfida Albión tienen “un cacao importante”. Todo se pega.
Es más, hasta puede que en ocho meses los vuelvan a llamar a las urnas, pero en
materia de turismo se mostró confiado en que “llegaremos a acuerdos en
movilidad (tasas mínimas), conexiones aéreas y hasta en los seguros sanitarios”;
otra cosa serán los vaivenes de la libra. También fue optimista, pero no había
recuperado el resuello y le apretaba la corbata.
Se ondeó la bandera del optimismo. Mariano Menor dijo que el sector aéreo es capaz de adaptarse a los
cambios y que no hay nada insalvable, ni siquiera la directiva SES (Cielo Único
Europeo). Antonio Mayor blandió la fidelidad british al destino Benidorm y
la satisfacción que despierta en ellos
sus vacaciones en Benidorm: confianza,
a fin de cuentas.
Jorge Martí,
escenificando la sabiduría, advirtió que “complejidades habrá muchas; igual que
soluciones” y lanzó el pildorazo: “la
incertidumbre puede devengar en una ventaja competitiva británica”. ¿Oído,
coina?
Ya no está Disraeli por allí y el fenotipo british desde Churchill
para acá ha caído más que las acciones del Popular, pero… allí maman algo
esotérico cuando son bebés que les lleva a hacer un despertador con una patata.
Así que, ojo avizor con la libra y su neurona: son british
Así pues, sin ser un pareado y con todo terminado en “-ado”
y en “-entos”: Optimismo moderado, un
tanto preocupado… porque hay que ir pensando en soluciones (hasta en nuevos
mercados) y muy atentos a los
acontecimientos… Esto es turismo.
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