No sé; como aquél que dice: lo debe dar la mata. Y quien dice
la mata, dice el terruño. Los de Sagunto es que deben ser así… desde Aníbal
para acá; desde el 218 a.C. Y eso que en este pueblo -Benidorm- y en “Los cafés del Meliá” estamos
acostumbrados a testimonios de hombres -y mujeres- que han forjado su reino, si
no su imperio, afuerza de ser cabales y tenaces. Hay que decir que en la
tertulia nos faltaba una experiencia “Premium”;
y la tuvimos.
Sí, porque el viernes pasó a tomar café con nosotros José Hernández, de RH Hoteles, un saguntino
del 49 que nos ratificó que “la postguerra duró mucho”.
Compitió pronto con su hermano por la música -y optó por el
Pop- mientras ayudaba a sus padres en la tienda; incluso “sacó” tiempo para
estudiar Turismo. Y su primer trabajo le llevó a Mallorca “donde subsistí gracias a la
música”, nos contó. Después, Almería -jefe de recepción-; incluso
Peñíscola, en un hotel de la cadena Ramada donde aprendió más que en ningún
otro sitio.
Al final, en los setenta, recaló en Benidorm como director
del Hotel Carlos I, “construido
por los propietarios de Casa Domingo”. Y allí montó la primera campaña
buscando pensionistas (en Valencia, Sagunto, Castellón, Yecla, Villena y Alcoy)
para invernar. Su siguiente jalón estuvo en el Benilux Park, por diez años, donde comenzó a gestar su propia
empresa -1993 -desde 1995RH Hoteles; que le ha ganado el contencioso a NH
Hoteles- a la que se sumó en 1989 con el Hotel
Princesa. Gestión de hoteles era el cometido; y los gestionaban conformando
ya un nombre y un prestigio.
Mostró su cariño por el Hotel Canfali y por todos y cada uno
de los que hoy constituyen los 15 de la cadena (4.000 camas y entre 600 y 900
empleados según temporada). Está muy orgulloso de lo que ha hecho -y sigue la
familia- aunque no duda en señalar que “las cosas, siempre, me han buscado”.
Y lo han encontrado. Ahora RH Hoteles está presente también en Gandía, Peñíscola
y Vinaroz con solidez: “Si alguna cosa hemos merecido –y obtenido-
es crédito” en el sector por un trabajo bien hecho; “Y
todo ha sido por gestionar bien las cosas”. Y ahí, orgulloso, señaló
que ha sido y es básico “la estabilidad y formación de la plantilla”,
recordando que ellos priorizan en la “selección del personal”.
José Hernández está orgulloso del compromiso social de la
empresa; compromiso que no exhibe pero que le lleva a colaborar con la
Fundación Vicente Ferrer, con el Pueblo Saharaui y con varias ONG: “son
las cosas que hacemos porque sí”.
Y hablamos de todo un poco. Nos aseguró que “Benidorm,
ahora mismo, no necesita al IMSERSO, pero otros muchos destinos cerrarían sin
él” y que el IMSERSO “ha condicionado el precio de manera
negativa; hoy todos saben lo que paga el IMSERSO y nos negocian sobre esa base”.
Con su experiencia profesional destaca que “Benidorm
no tiene parangón; tiene vida todo el año… aunque Gandía tiene un cliente fiel
de verano muy significativo”. Y la cosa es sencilla: “Lo
que más atrae a la gente es la propia gente”. Y se mostró confiado: “Benidorm,
todo lo que hace lo rentabiliza”.
Sí lamentó algunas cuestiones que se acometen últimamente: “lo de
Gandía
Shore acabará mal”. Es que hay cosas que lastran. Animó a las
Administraciones a tener más tacto con estas cosas. Y en eso, Benidorm tiene
algunas asignaturas pendientes en la escena urbana -como los retranqueos- e incluso
en la forma de demandar a las demás administraciones. Ahí, muy serio, preguntó:
“¿Qué
aporta el municipio de Benidorm al propio Benidorm?”. Esta es una
cuestión, dijo, que deberíamos replantearnos más a menudo.
Incluso fue a más cuando nos invitó a reflexionar cuando pontificó
con lo de “los hoteles sólo somos el añadido a Benidorm; el lugar donde alojarse,
no más”. Sí; así es. Y abundó en que “hay un exceso de ‘mini-negocietes’
que perjudican” incluso la imagen que se ofrece.
Tertulianos en tertulia |
Se siente orgulloso del compromiso medioambiental de sus
hoteles y de las certificaciones que exhiben, como la EMAS (Reglamento Europeo
de Ecogestión y Ecoauditoría) del RH
Corona del Mar (el primero -y único- de la Comunitat Valenciana). Y a ello
dirige sus cometidos; en reducir costes energéticos como medida de
sostenibilidad.
En su disección del sector señaló que “los TTOO hacen lo que quiere el
cliente… y nosotros también”. Y fue autocrítico cuando señaló que “en
HOSBEC[1]
hemos
sido palmeros de los políticos; durante mucho tiempo hemos sido sus comparsas”
o denunció “la descoordinación” entre los municipios de la Marian Baixa que
deberían estar volcados y con unas metas idénticas en materia no turismo. No
compitiendo entre sí; sobre todo cuando Benidorm es imposible de batir, pero
necesita a la comarca y la comarca a él. Señaló su esperanza en la Fundación
Turismo Benidorm asegurando que “la promoción debió de estar siempre en manos
privadas; en las nuestras”. Y esto lo planteó porque “hay
mucha oferta y muchas plazas por llenar”.
Confió en 2015 y pidió “cuidar lo que ya tenemos. Vale que busquemos
nuevos mercados, pero cuidando los que ya tenemos”.
Y con una sencillez y afabilidad tremendas, José Hernández nos respondió
absolutamente a todo y encontramos, con cada más rascar, al hombre, al padre y
al empresario entregado a su trabajo y a los estándares de calidad que han
situado a su empresa donde está.
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