El 11 de julio de 1987 se calculó por el Fondo de Población de
las Naciones Unidas (UNFPA) que habíamos alcanzado la cifra redonda de cinco
mil millones de terrícolas. Aquel día se bautizó con tal nombre -Día
5.000 Millones- y se comenzó a pensar en la capacidad del planeta y en
la realidad de la población mundial. En 1951, cuando UNFPA comenzó “a medir/calcular”
los que somos habitando el planeta, resulta que éramos poco más de dos mil
quinientos millones. Y así, año a año, por aquello de ‘Creced y
multiplicaos’, con crecimientos superiores a punto y medio anual, nos hemos
puesto ya en siete mil ochocientos setenta y cinco millones.
Vamos en progresión y pautamos los hitos. El 12 de octubre de
1999 dijeron desde UNFPA que llegamos a ser seis mil millones; y el 31 de
octubre de 2011 ya estábamos en siete mil millones. A pesar de que las españolas
no son muy dadas a procrear (y con los españoles criar), aún con la que está
cayendo, se siguen produciendo en el mundo muchísimos más nacimientos que
decesos. Y la población crece; aumenta. Y lo vanos celebrando.
El bebé seis mil millones -en 1999- se le
alumbró, dijeron, en Sarajevo (donde había que poner el foco mundial en rehacer
la economía devastada tras una década de guerras, varias, en los Balcanes). Una
refugiada bosnio-herzegovina dio a luz un niño -Adnan Nevic- al que dirigió
un saluda el propio secretario general de la ONU. Y año tras año le hacen
reportajes y tal y tal. Y venos cómo evoluciona su país mientras Adnan crece y
crece. Suerte.
Para el bebé siete mil millones hubo más
ambientillo. El 21 de octubre de 2011 hasta yo mismo escribí sobre aquella bebé.
Sí, se dijo que sería niña y nacería en la India. Incluso las proyecciones
aventuraron donde se produciría el natalicio por el mero hecho de concienciar,
una vez más: le pusieron cunita en el estado indio de Uttar Pradesh, donde
venían naciendo -por aquel entonces, que ahora son más- once niños por minuto,
a pesar de la pobreza del lugar. Y allí que se puso el foco. Pero como el
destino es caprichoso y nos da por mirar el reloj -y las coordenadas-, resulta
que le salieron a la niñita india varios competidores queriendo conseguir ese
reconocimiento. Hay cierto consenso sobre una niña filipina, Danica May
Camacho, para tal honor (y una ayuda económica para sus padres y una beca
de estudios a la niña que le dio el gobierno filipino). Para la ONG
International Plan, tal honor debe ser para Nargis, la bebé nacida en la
India, pero para ella no se ha anunciado ayuda alguna. Rusia salió a la
palestra diciendo que el bebé había nacido en Kaliningrado (como el geógrafo
Inmanuel Kant, al que muchos de ustedes toman como filósofo) en el estuario del
Pregolya, entre Lituania y Polonia, lejos de la madre Rusia, y se llamaba Piotr.
Pero como Rusia es grande y casi infinita, hasta ellos mismos se boicotearon
con esto y apuntaron también a Alenxandr, nacido en Petropávlovsk, el
lugar más oriental del país (el nuevo día, como el Sol, empieza por la punta
más oriental). A Piotr lo visitó Putin y le endilgó un ‘certificado de
mejora de vivienda’ como premio. A Alexandr no lo fue a visitar, pero el
gobernador de Kamchatka le dio otro certificado de esos. A la que nadie fue a
ver y también le colocaron el rótulo de bebé 7000 millones fue a Wattalage
Muthumai, nacida en Colombo, Sri Lanka y que también tiene su nombre
rotulado para la ocasión; pero nada más.
Si usted, amigo lector/a, echa la vista atrás y recuerdas sus
días de mocedad, a no ser que haya estudiado demografía y población en tiempos
recientes de universidad, le da un muere a la hora de ver la lista de los
países más poblados; China está a punto de perder su liderato poblacional.
Nosotros, España, andamos por el puesto 30… Esto ha cambiado mucho. Calculan
que antes de 2028 India superará China en población y llegará a los 1.740
millones de habitantes allá por el 2065 cuando el planeta esté por los 10.000
millones de habitantes.
Ahora bien; con todo y con más, hay quien sostiene que el
planeta puede aguantar hasta 15.000 millones de seres humanos pisoteándolo y en
el interín temporal las calamidades van despejando el camino. Antes de la
pandemia esta del Covid, desde la ONU se replantearon los cálculos y se estimó
que en 2030 estaríamos en 8.500 millones y sobrepasaríamos los 9.700 millones
en 2050, llegando a 10.900 millones en 2100. Y esto podría seguir. Ah, y un
detallito sin importancia: se prevé que la población del África subsahariana
se duplique para 2050.
¿Qué va a pasar mañana? Pues cada vez que alimentamos el
modelo nos da una cosa. Pero a la vista de las tendencias, resulta que, para el
año 2050 el 80% de la población mundial habrá nacido en África y Asia.
Hay por ahí un informe que dice que el planeta sólo es capaz
de alimentar bien a 4.500 millones de habitantes siendo sostenible, aunque
alimentar a 10.000 millones es posible (Nature Sustainability, 20.01.2020; en
inglés y de pago); a partir de ahí -dicen, cuentan, aseguran- ya nos estaríamos
cargando el planeta. Incluso hay un día al año -Día de la Sobrecapacidad del
Planeta/Earth Overshoot Day- en el que el planeta sobrepasa la capacidad de
regenerar lo que consumimos. Para el caso de España, desde el 25 de mayo (dos
días antes que en 2020). Global Footprint Network lo calcula. Resulta, dicen,
que cada año consumimos como si tuviéramos 1’6 planetas Tierra; y no es el
caso. En 2020 fue el 22 de agosto; la crisis de la pandemia lo retrasó en tres
semanas. Para 2021 se apunta al muy cercano 29 de julio. Cosas de la
sostenibilidad. Es decir, que para producir lo que producimos estamos
consumiendo mucha tierra, mucha agua y muchos fertilizantes. La solución (todo
desafíos): distribución espacial de las tierras de cultivo, gestión del agua,
nutrientes y fertilizantes, reducción del desperdicio de alimentos y cambios en
la dieta sin tener en cuenta al vídeo del ministro rarito… es que Tié q’haber
gente pa tó, que dijo Lagartijo y no Rafel Gómez Ortega, El
Gallo, como ya hemos contado en este Blog.
Y yo no veo el problema en la alimentación; y ni siquiera en
el Medio Ambiente. Y como no quiero que me pase lo de Malthus y meto en la
ecuación al hombre, su capacidad y el progreso. A mí lo que me mosquea es la
infecundidad de las mujeres occidentales, europeas -españolas- principalmente,
y el que -ojo al dato- al menos un 16 por ciento de población mundial en 2050
habrá sobrepasado los 65 años (el concepto de viejo, que para mí será ya de
senecto); mientras que ahora mismo estamos superando en poco el 9% en
comparación al porcentaje de ahora: un 9’318%. En España esto será mucho más
grave: en 2030, un 30% de la población seremos ya mayores de 65 años. Ojo al
dato; es que ahora mismo, el 19% de los españoles son ya mayores de 65 años.
Es desde el año 2000 cuando España se ha convertido en un país
viejo por aumento de la esperanza de vida y disminución de la tasa de
natalidad. Y a pesar de que la población mundial sigue en aumento, también
es más vieja. En 2018, por primera
vez en la historia, las personas de 65 años o más a nivel mundial superaron en
número a los niños menores de cinco años. Y es lo mismo: aumento de la
esperanza de vida y disminución de la tasa de natalidad por infecundidad bien
por alcanzar un nivel económico superior o por que la actividad laboral de la
mujer y los condicionantes que la envuelven, la apartan de su función
reproductora.
El problema con el que nos enfrentamos es que muchas de las
poblaciones de más rápido crecimiento se encuentran en los países más pobres,
donde el crecimiento de la población presenta desafíos adicionales en el esfuerzo
para erradicar la pobreza, lograr una mayor igualdad, combatir el hambre y la
desnutrición, y fortalecer la cobertura y la calidad de los sistemas de salud y
educación para no dejar a nadie atrás. Y esto, una vez más, hemos de hacérnoslo
mirar con visión profunda que llegue hasta el problema de las migraciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario