Y vamos a terminar esta serie tal que así; con detalles del
final de la última entrega y un botón de muestra de cómo están las cosas y la
necesidad de que todo esto acabe.
En realidad, Cuba en la década de los cincuenta y a la vista
de los indicadores globales era uno de los países más avanzados de América
Latina; especialmente en términos de renta per cápita, incluso en niveles
educativos. Pero la realidad era un cúmulo de fortísimas desigualdades entre la
ciudad y el campo; incluso entre blancos y negros. El principal descontento estaba
en el orden político y mucha clase media se unió a la revolución; y Fidel los
aunó.
Para Anthony Depalma[1],
periodista del New York Times, un compañero suyo, Herbert Lionel Matthews,
fue el hombre que “inventó” a Fidel. En 1957 Matthews entrevistó al “líder
rebelde de la juventud cubana” en la intrincada Sierra Maestra y encandiló
al mundo desde el NYT. Contó que estaba vivo (incluso se publicó después la
foto de ambos), que su programa político era “vago, de muchas
generalidades, pero democrático y anticomunista”. Es más, los
artículos siguientes de Mathews insistían una y otra vez en que Castro
celebraría elecciones democráticas y reinstauraría la Constitución, lo que
llevó a Washington a restringir los envíos de armas a Batista. Mathews
convirtió a Castro en un “simpático rebelde” y ahora se duda sobre
si lo hizo deliberadamente o porque estaba encandilado por la figura del
barbudo cubano y tenía afinidad comunista; el caso es que convenció a todos de
lo contrario. ¿Matthews era un desinformador o un comunista convencido?,
pregunto y me subo al carro.
Matthews llegó a la isla para la entrevista. Ruby Phillips
era la corresponsal del NYT en La Habana; los barbudos contactaron con ella y
pidieron un periodista -varón- para llegarse hasta la Finca El Chorro, en
el mayor secreto, y realizar la entrevista de la que los analistas yanquis
sacaron una (errónea) conclusión: Batista era el pasado y Fidel, el futuro.
Y vaya futuro, lumbreras.
A otro monstruo del periodismo y la televisión, Ed Sullivan[2],
le faltó tiempo para irse a Cuba a entrevistar a Castro –“un abogado de 32
años convertido en líder revolucionario”, señalaba en la presentación- una
vez triunfó la Revolución. Y a punto de entrar Castro en La Habana, el mismísimo
8 de enero de 1959 y de madrugada en un alto de la Caravana de la Libertad[3],
se realizó la entrevista que se emitió en prime time el domingo 11 de enero: 50
millones de telespectadores la siguieron y pudieron escuchar a Castro decir que
Batista había sido “el último dictador de Cuba” y que “no iba a permitir
que ninguna otra dictadura volviera a gobernar Cuba”. Aquí, como llevo
ya dos canciones en los posts anteriores, pega “Las palabritas” que yo
le oí a Nuria Fergó: Las palabritas se las lleva el viento…
La entrevista está en internet y hay mucho material en torno a
ella dando vueltas. Y mucho más hay de aquellos años (1957-1962) que para la
historiadora Nancy Stout son la historia de la “revolución
perfecta” contada por los Mass Media: “corta, exitosa, en varios
actos –‘como una opereta’ de trama inverosímil y disparatada- y
en el marco narrativo de un thriller de bolsillo”. El caso es que coincidiendo
con el nacimiento de las emisiones de televisión a nivel nacional en los EE.
UU. (infinidad de emisoras locales que no actuaban en red) y la edad de oro de
las revistas, la cubana se convirtió en la revolución más atractiva de la
historia.
Tal es el caso que la American Society of Newspapers Editors,
cautivada por el interés que despertaba Castro -no paraba de insistir en su
promesa de soltar las riendas del poder una vez que se restaurara la
estabilidad y de guiar a la isla hacia un futuro democrático- le invitó
a una gira por los EE. UU. que se desarrolló en el mes de abril de 1959. Las
principales revistas -Life[4],
Look y Reader’s Digest- le presentaron como un moderno Robin Hood
(olvidando, como todos, lo que en realidad es el despectivo Robehood). Pero
ni por esas el presidente Eisenhower[5]
le recibió, al no existir invitación oficial, ni de la Casa Blanca ni de la
Secretaría de Estado; el protocolo es el protocolo.
Eso sí, Castro estuvo en las universidades de Princeton[6]
y Harvard[7]
donde largó sus discursos y se metió en el bolsillo a los estudiantes. En
Princeton, Castro dijo que en Cuba “un pueblo entero se había movilizado
por ‘odio a una dictadura’”. ¿Y lo ahora, en julio de 2021, qué ha
sido? En Harvard, en el Dillon Field House, soltó lo de “creemos
fuertemente en ideales de libertad, derechos humanos y justicia social. Pero la
libertad es imposible si millones de personas no saben ni leer ni escribir. Un
hombre no puede ser libre si tiene hambre” que todos aplaudieron,
terminando con un “Vayan a Cuba y conozcan la verdad por ustedes mismos”.
Pues… no hace falta mucho ir… a la vista está.
Y estuvo cuatro días en Nueva York: se fumó un habano con el
alcalde, Robert Wagner, recibió las llaves de la ciudad, visitó la sede de la
ONU, pronunció otra conferencia en la Universidad de Columbia e incluso fue a
Wall Street a abrir la Bolsa. Dio ruedas de prensa y entrevistas por doquier y,
en un almuerzo organizado por el Overseas Press Club habló ante más de 1.500
periodistas. Y tuvo tiempo de hacer turismo: visitó el Empire State y el zoo
del Bronx (la famosa foto con el tigre), comió perritos calientes y besó a
niños como un poseso. Y en el Naumburg Orchestral Concerts de Central Park de
Nueva York, congregó a un buen número de neoyorquinos y cubanos exiliados (el
aforo oficial es de 16.000, pero puede usted encontrar referencias de hasta cuarenta
mil asistentes). Se habla de idilio con NY y con los Estados Unidos. El entonces
senador demócrata John F. Kennedy, le consideró el continuador de Simón
Bolívar y reconoció que se habían equivocado con los cubanos al apoyar la
dictadura Batista. Había fascinación.
El domingo 19 de abril, en el Capitolio, Fidel se entrevista
con el vicepresidente Richard Nixon. Se contó que habían sido 15 minutos
de intercambio de palabras, pero en realidad la entrevista duró más de dos
horas. Nixon salió convencido de que Castro no abrazaría el comunismo. Nixon,
que era así.
Pero la cuestión es que, en septiembre de 1960, Fidel Castro
regresó a Estados Unidos para intervenir en la Asamblea General de las Naciones
Unidas. Fue otra visita memorable, solo que un año después de haber sido
acogido por un océano de admiradores en Manhattan, ahora era abucheado por ciudadanos
indignados por las actuaciones desarrolladas en la isla. Las tensiones aparecieron
nada más pisar la pista del aeropuerto de Idlewild (que luego se llamó JFK). A
Castro le molestaron las restricciones para deambular a su libre albedrío por
la ciudad, alegando motivos de seguridad. Luego se marchó del lujoso Hotel
Shelburne porque le pedían un adelanto de la estancia y sobre posibles daños y
deterioro del hotel. Marchó a Naciones Unidas a quejarse y amenazó con acampar
en Central Park. Entonces Castro se llevó a su delegación (60 personas) al
hotel Theresa en el Harlem (calle 125) en un claro desaire al sistema y en
apoyo a los afroamericanos en los días álgidos del Movimiento por los Derechos
Civiles[8].
Aprovechó en el Theresa para recibir al líder negro Malcolm X[9]
- mientras miembros de la Nación del Islam[10]
se manifestaban en las puertas del hotel-, al primer ministro indio Jawaharlal
Nehru[11] o a Nikita
Jruschov[12],
quien aseguró entonces que “el cubano se volvería comunista”: Dijo
que era “como un caballo joven que necesita un poco de entrenamiento".
Castro ocupaba los titulares de los periódicos para gran
enfado de Eisenhower y el colmo llegó con la fiesta que organizaron los cubanos
cuando Castro no fue invitado al almuerzo de jefes de Estado latinoamericanos
del 22 de septiembre. Toda la progresía yanqui fue a la fiesta cubana en Harlem.
El sumun llegaría en la Asamblea General de las Naciones
Unidas donde el 26 de septiembre después de asegurar a los líderes allí
reunidos que “se esforzaría por ser breve”, se soltó con un monólogo de
cuatro horas y media, que aún sigue siendo una marca imbatida, condenando la política
exterior de Estados Unidos hacia Cuba y otras naciones de América Latina y
África. Castro acusó a los estadounidenses de planear la destrucción de su
gobierno y elogió a la Unión Soviética, entre los aplausos de Jrushchov, advirtiendo
que Cuba no estaría sola si era provocada.
Dos días después, el 28, cuando Castro abandonó Nueva York para
regresar a La Habana, al llegar al aeropuerto de Idlewild se encontró con que los
aviones de la delegación cubana habían sido incautados por falta de pago de
deudas con acreedores estadounidenses. Jrushchov facilitó un avión de regreso y
Castro pronunció por primera vez ante la prensa lo de “los soviéticos son
nuestros amigos; ustedes tomaron nuestros aviones, los robaron; pero
el Soviet nos pone un avión”. En realidad, había sido una orden judicial
cursada adecuadamente; lo que pasa en el concepción social-comunista al
desconocer lo que es el Estado de Derecho.
Tras el discurso en la ONU, los exiliados cubanos
anticastristas se movilizaron. Eisenhower ordenó el apoyo tanto dentro como
fuera de la isla para que trataran de derrocar al gobierno cubano. La CIA entró
oficial y escandalosamente en escena y empezó a adiestrar en la base Trax[13]
de Guatemala al primer grupo anticastristas que se agrupó en torno a la Brigada
de Asalto 2506 donde jóvenes universitarios católicos de clases acomodadas y excombatientes
del Movimiento 26 de julio que no simpatizaban con el comunismo se unieron, de
aquella manera.
En enero de 1961 Castro se declaró oficialmente
marxista-leninista; el embargo comercial parcial contra Cuba había
comenzado en octubre de 1960. La nueva administración Kennedy no lo dudó y
apoyó abiertamente a los anticastristas. Los meses que siguieron trajeron una
serie aparentemente interminable de controversias y llamadas cercanas a la
Guerra Fría y de repente el mundo se sobresalta con lo de Playa Girón[14].
Y luego llegaría el pulso de la extraña Operación Mangosta[15]
y de la Crisis de los Misiles[16];
pero Castro seguiría siendo el líder de Cuba hasta 2008, cuando renunció
voluntariamente a la edad de 81 años. Y ya sin Castro (25.11.2016), sigue el
castrismo. ¿Cómo y por qué?
Pues… porque es un problema enquistado desde la misma
concepción del movimiento que derrocó a Batista plagado de tintes totalitarios
en base a partido único con sus políticas de educo-manipulación, control y
represión que ha generado una sociedad que se debate entre la doble moral de
colaboración a ultranza o silencio cómplice (incluso ambas cuestiones a la vez)
por mera cuestión de penosa subsistencia hasta que algunos consiguen huir. El
PNUD dice que su economía está hoy en día un poco por debajo de la Marruecos,
que también es otro lechado de virtudes democráticas, empatada con la de Irán y
por debajo de la Albania, islas Seychelles y Trinidad y Tobago, con 8.621
dólares de renta nacional bruta per cápita. ¡Toma Jeroma; pastillas de goma!
Lo vivido a principios de este mes de julio de 2021 contrasta con
las palabritas que se lleva el viento del líder cubano. Ni elecciones
democráticas, ni la constitución del 40. Si vamos a Cuba no podemos ver la verdad
por nosotros mismos, aunque algunos destellos de Internet la dejan ver. Batista
no fue el último dictador de Cuba. Castro dijo que no iba a permitir que
ninguna otra dictadura volviera a gobernar Cuba; nunca soltó las riendas del
poder ni guio a la isla hacia un futuro democrático, dejando que la ignominia
del más trasnochado colectivismo hundiera la vida esclavizando ideológicamente
a varias generaciones de cubanos.
Definió la Revolución que lideró como la de un pueblo entero
movilizado por ‘odio a la dictadura’. ¿Y que pasó en Cuba del 11 al 17 de julio
de 2021? Movilización por odio a la dictadura. ¿Ley del embudo?
El Comité contra las Desapariciones Forzadas de la ONU tiene
la denuncia de la organización Prisioners Defenders[17]
de 187 desapariciones forzosas ahora en julio de 2021 que aluden a
secuestro policial o parapolicial. Cuba Decide[18]
reportó 5 fallecidos y el Ministerio de Interior cubano, uno solo. La escasez y
el racionamiento de alimentos y medicamentos, así como las restricciones a la
libertad de expresión y de reunión del pueblo cubano exigen una respuesta. No
hay derecho a que se mantenga esa dictadura. Díaz-Canel[19]
llamó a los revolucionarios a tomar las calles e impedir las protestas que habían
dejado en mantillas a las del Maleconazo[20]
de 1994. Es que, en Cuba, de vez en cuando, la conciencia social estalla, hasta
que la acallan los del régimen para perpetuar su error.
El caso es que hoy cierro una serie de Post tras las protestas
más importantes en la isla en los últimos 30 años. Las han diluido en un océano
de detenciones y cortes de Internet ahogando las reivindicaciones de muchos
cubanos que siguen bajo el yugo comunista.
¿Y hasta cuándo? Cuba se merece ya ser libre y pasar del
comunismo que siempre lleva a lo que lleva: a un fracaso social. ¡Patria y vida!,
¡abajo las dictaduras!; ¡Viva mi Cuba libre! … … … Y tal y tal, que así nos va,
porque - ¡adelante la Fergó!-, las palabritas se las lleva el viento…
[1] 22 años en el New York
Times (1986-2008), experto en América Latina (especialmente Cuba y México),
profesor de Postgrado en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia
y escritor residente en la Universidad Setton Hall (NJ). Autor (2006) de The Man
Who Invented Fidel: Castro, Cuba and Herbert L. Matthews of The New York Times.
[2] Edward ‘Ed’ Sullivan
(Nueva York, 28 de septiembre de 1901 –13 de octubre de 1974) reportero de
entretenimiento y deportivo que se inició como columnista para el New York
Daily News. Es recordado principalmente como el creador y conductor del
programa de variedades por televisión The Toast of the Town (El
brindis de la ciudad), renombrado como The Ed Sullivan Show. Estuvo
23 años (1948 a 1971) en antena y consiguiendo el récord del show de variedades
en la historia de televisión de los Estados Unidos.
[3] Itinerario de Santiago de
Cuba a La Habana de más de mil kilómetros recorrido en etapas por Castro y el
Ejército Rebelde, realizado entre el 2 y el 8 de enero de 1959
[4] La revista Life llevó a
Castro a portada y lo llamó “rebelde académico de barba” un “jefe
dinámico” y, ya en el éxtasis del redactor, “el liberador”.
[5] Dwight David ‘Ike’
Eisenhower (Denison, Texas, 14 de octubre de 1890 - Washington D. C., 28 de
marzo de 1969) militar y político. 34 presidente de los Estados Unidos (1953-1961).
General de 5 estrellas durante la Segunda Guerra Mundial, fue comandante
supremo aliado en el frente de la Europa occidental, responsable de la
planificación y supervisión de la invasión del norte de África (Operación Torch)
y de la invasión de Francia y Alemania entre 1944 y 1945. En 1951, se convirtió en el primer comandante
supremo aliado en Europa de la OTAN.
[6] A instancia del historiador
Roland T. Ely, estudioso de la economía cubana y autor de los clásicos La
economía cubana entre las dos Isabeles (1960) y Cuando reinaba su majestad el
azúcar (1963); el embajador Paul D. Taylor, presidente de la American Whig
Cliosophic Society, que extendió la invitación a los cubanos, y la Woodrow
Wilson School, cuyo programa de Civilización americana había organizado por
esos mismos días de abril de 1959 un seminario titulado The United States and
the revolutionary spirit.
[7] Le proponen el decano de la
Facultad de Derecho, McGeorge Bundy –quien ocuparía dos años después el cargo
de asesor del Consejo de Seguridad Nacional de la administración Kennedy-, y el
joven presidente del Harvard Forum, Robert Seidenberg. El presidente de
Harvard, Nathan Pusey, prefirió no aparecer por el campus aquel 25 de abril de
1959
[8] El Movimiento por los
derechos civiles en Estados Unidos fue una lucha larga para extender el acceso
pleno a los derechos civiles y la igualdad ante la ley a los ciudadanos
afroamericanos. Generalmente se usa el término para referirse a las acciones
que tuvieron lugar entre 1956 y 1969 buscando acabar con la discriminación de
los afroamericanos y terminar con la segregación racial. Se considera que el
periodo al que alude comienza con el boicot de autobuses de Montgomery en 1955
y termina con el asesinato de Martin Luther King en 1968, aunque el movimiento
por los derechos civiles en los Estados Unidos sigue de muchas formas hasta
nuestros días.
[9] Malcolm Little (Omaha,
Nebraska; 19 de mayo de 1925-Nueva York, 21 de febrero de 1965), conocido como
Malcolm X, fue un orador, ministro religioso y activista estadounidense,
defensor de los derechos de los afroamericanos. De duros inicios, se involucró
en el hampa de Boston y Nueva York, y en 1945 fue condenado a prisión. En la
cárcel, se convirtió en miembro de la Nación del Islam y cambió su nombre a
El-Hajj Malik El-Shabazz. Tras su libertad condicional en 1952, se convirtió en
ministro de la organización y su cara pública durante una docena de años donde
afloraron las tensiones entre él y el líder de la Nación del Islam Elijah
Muhammad que le llevaron a abandonarla en marzo de 1964. Peregrinó La Meca y se
convirtió al sunismo. Viajó por toda África, Oriente Medio y la URSS. Fundó la
Muslim Mosque, Inc., una organización islámica, y la secular Organización de la
Unidad Afroamericana. El 21 de febrero de 1965, Malcolm X fue asesinado en el
Audubon Ballroom de Manhattan por un miembro de la Nación del Islam, y dos
hombres más, durante un discurso en una reunión de la Organización de la Unidad
Afroamericana.
[10] La Nación del Islam (Nation
of Islam, NOI) es una organización religiosa y sociopolítica fundada en 1930 en
los Estados Unidos por Wallace Fard Muhammad, con el fin de resucitar la
conciencia espiritual, mental, social y económica de la población afroamericana
y del resto del mundo dentro de los preceptos del islam. En 2021 la
reconstituida Nación del Islam tiene su sede central en la Mezquita Maryam de
Chicago.
[11] Śrī Pandit Jawāharlāl Nehru
(Allahabad; 14 de noviembre de 1889-Nueva Delhi; 27 de mayo de 1964) fue un
político hindú nacionalista, destacado en la lucha por la independencia de su
país del Imperio británico. Líder del ala moderada socialista del Congreso
Nacional Indio, fue el primero en ocupar el cargo de primer ministro de la
India, desde la independencia, ocurrida el 15 de agosto de 1947, hasta su
muerte. Su formación académica tuvo lugar en el Reino Unido, donde estudió en
la Harrow School y en el Trinity College de Cambridge, para posteriormente
estudiar leyes en Inner Temple. Formó el primer gobierno hindú en julio de
1946, con la oposición de la Liga Musulmana, que aspiraba a crear un estado
propio, separado de la India y que finalmente se hizo realidad en 1947
(Pakistán). Como primer ministro llevó a cabo una política exterior de no
alineamiento y se convirtió en uno de los fundadores y dirigentes del
movimiento de países no alineados, reunidos por primera vez en la llamada
Conferencia de Bandung
[12] Nikita Serguéyevich
Jrushchov (Kalínovka, abril de 1894-Moscú, 11 de septiembre de 1971), fue el
dirigente de la Unión Soviética durante la parte álgida de la Guerra Fría (U-2,
Cuba, Berlín). Primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética,
entre 1953 y 1964, y presidente del Consejo de Ministros, entre 1956 y 1962.
Jrushchov fue responsable de la desestalinización parcial de la Unión
Soviética, de respaldar el programa espacial soviético y de varias reformas
relativamente liberales en materia de política interna. Sus compañeros de
partido lo retiraron del poder en 1964, al reemplazarlo Leonid Brézhnev como
primer secretario y Alekséi Kosygin como presidente del Consejo de Ministros.
[13] Base clandestina de la CIA
en un cafetal abandonado de la finca El Helvetia en la zona montañosa
cafetalera de Guatemala. El propietario, Roberto Alejos Arzú, un antiguo socio
comercial del entonces presidente guatemalteco Miguel Ydigoras Fuentes alquiló
la finca a la CIA.
[14] Playa Girón es una pequeña
playa en la margen oriental de la Bahía de Cochinos, al centro sur de Cuba, que
hoy es un centro turístico. Situada en la Ciénaga de Zapata, uno de los mayores
humedales del mundo, entró a la historia en 1961, cuando fue escogida como uno
de los puntos de desembarco para la invasión de Bahía de Cochinos donde 1500
exiliados cubanos, patrocinados por el gobierno de los Estados Unidos, fueron derrotados por las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. A lo largo de 72 horas, se
desarrollaron combates en numerosos lugares de la Ciénaga de Zapata, siendo
Playa Girón el último punto ocupado por los exiliados. La idea era crear una
cabeza de playa, formar un gobierno provisional que reemplazara al de Fidel Castro
y buscar el apoyo de la Organización de los Estados Americanos y el
reconocimiento de la comunidad internacional. La acción acabó en fracaso en
menos de 65 horas.
Fue
completamente aplastada por las milicias y las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Cuba. Más de un centenar de invasores murieron, y el ejército cubano capturó
más de mil prisioneros, junto con todo el material bélico. Fue una chapuza
desde el primer momento y acabó como acabó; en desastre.
[15] Operación Mangosta: nombre
en clave de un plan subversivo que incluyó todas las operaciones encubiertas de
la CIA contra Cuba tras el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos. La
operación contaba con 32 tareas, 13 de ellas de guerra económica buscando la
revuelta y al derrocamiento del régimen comunista cubano. Durante el período de
vigencia del Plan Mangosta, en unos 14 meses se registraron más de 700
sabotajes contra objetivos económicos cubanos. Cuba accedió a la sugerencia de
la Unión Soviética de emplazar misiles en su territorio, lo que llevó a la
Crisis de los misiles. Una de las tareas era el ProyectoZR/RIFLE (acabar con
Fidel) donde estaba la Mafia que quería ajustarle cuentas.
[16] La crisis de los misiles de
Cuba tuvo lugar en octubre de 1962, a raíz del descubrimiento de bases de
misiles nucleares de alcance medio de origen soviéticos en la isla de Cuba. La
crisis abarca el período comprendido entre el 15 de octubre de 1962 hasta el
anuncio de su desmantelamiento y traslado de vuelta a la Unión Soviética; 28 de
octubre de 1962. A otros niveles se extendió hasta noviembre de 1962 e incluso
enero de 1963 en sucesivas minicrisis. El 27 de octubre, Jrushchov propuso a
Kennedy el desmantelamiento de las bases soviéticas de misiles nucleares
preocupado por la posibilidad de una acción unilateral cubana, expresándolo en
carta de respuesta el 28 de octubre en Cuba, a cambio de la garantía formal y
pública de que Estados Unidos no realizaría ni apoyaría una invasión al
territorio cubano.
Tras
las negociaciones secretas, Kennedy y su gabinete aceptaron la oferta soviética
en la madrugada del domingo 28 de octubre a espaldas de Fidel Castro quien
reprochó pública y en correspondencia a Jruschov los días 28, 30 y 31 de octubre. En las
negociaciones secretas estuvo excluido Fidel Castro.
[17] Prisoners Defenders es una
ONG de acción jurídica y defensa prodemocrática. La matriz de Prisoners
Defenders tiene su oficina en España y está inscrita en el Registro Nacional de
Asociaciones de España. Su sección de Cuba, denominada Cuban
Prisoners Defenders, trabaja junto a Amnistía Internacional los casos de
prisioneros de conciencia en Cuba y realiza la lista de presos políticos.
También han hecho notoria a esta asociación sus denuncias ante la Corte Penal
Internacional y las Naciones Unidas en el ámbito de los derechos humanos,
denuncias que han suscitado la respuesta pública del gobierno de Cuba ante los
medios nacionales e internacionales.
[18] Cuba Decide es una
iniciativa ciudadana para cambiar el sistema en Cuba hacia la democracia y el
estado de derecho. Son cubanos en la Isla y el mundo junto a amigos
internacionales que trabajan por conseguir un cambio de manera pacífica. Las
amenazas del régimen no los paralizan. El miedo no los domina. Luchan por una
Cuba democrática que ven cada vez más cerca. Cuba Decide es una plataforma sin
fines de lucro, no partidista y plural. https://cubadecide.org/
[19] Miguel Mario Díaz-Canel
Bermúdez (Santa Clara, 20 de abril de 1960) es presidente de Cuba desde el 10
de octubre de 2019 y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, elegido por la Asamblea
Nacional del Poder Popular de Cuba en sustitución de Raúl Castro. Graduado como
Ingeniero electrónico en 1982, comenzó su carrera como oficial de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias (FAR) en la Unidad Militar 3875, donde se mantuvo hasta
1985. En abril de dicho año, ingresó como profesor en la Universidad Marta Abreu, donde además se
desempeñó como cuadro profesional de la Unión de Jóvenes Comunistas.
[20] Maleconazo es el nombre con
el que se conoce a una serie de manifestaciones antigubernamentales ocurridas
en Cuba el 5 de agosto de 1994,
consideradas una de las más destacadas desde el inicio de la Revolución cubana. Los incidentes se
originaron tras la intercepción por parte de las autoridades cubanas de
cuatro embarcaciones que navegaban hacia la costa de Estados Unidos sin
autorización. Cientos de personas se congregaron en el Malecón de La
Habana, enfrentándose con palos y piedras a la policía, saqueando comercios y
rompiendo escaparates, a la vez que lanzaban consignas contra el entonces
presidente Fidel Castro y el sistema socialista, en el poder desde 1959. Los
disturbios se prolongaron durante varias horas y se extendieron hacia los
barrios céntricos de La Habana Vieja, que estaban repletos de turistas. La acción de la policía, que detuvo alrededor de
100 personas, logró restituir el orden durante la tarde. No se registraron
víctimas mortales, aunque sí varios heridos, la mayoría con contusiones leves. Por la noche se produjo
una contramanifestación en apoyo al gobierno, en la que participaron civiles armados
con palos y tubos de metal.
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