Nada, que no me dejan en paz con sus tonterías. Es bajarme
del avión en Manchester (para tomarme una cervecitas y ver el desfile del Día
de San Jorge) y verme titulares como “Benidorm,
Marbella y La Concha podrían desaparecer…”, “Benidorm tras el cambio climático, según Greenpeace…”, “Marbella o Benidorm podrían desaparecer…”,
“Marbella, Benidorm y La Manga podrían
desaparecer…”. Nada, que los de Greenpeace, ancha es Castilla, se han
sacado de la manga otro montajito de
los suyos y nos ha faltado tiempo para darle pábulo… y cada uno titula con lo
que tiene más a mano y me sacan a Benidorm (y a Marbella) por todos lados. Yo,
lo de Benidorm lo tengo más estudiado; por eso hablaré de lo de Benidorm.
Pues sí, y pues no. En la noticia, en la información, falta
mucha documentación.
Uno entiende en que hay que concienciar; pero hay otras
muchas maneras de hacerlo. Hombre, también uno entiende que como no le vean las
orejas al lobo aquí nadie va a hacer nada, pero…
No voy a decir que las proyecciones no son preocupantes -porque
hablamos de proyecciones-, que lo son; pero me encastillo en eso, en que son
proyecciones. La realidad, sin abandonar la trama argumental, va más allá y por
libre. Porque entran en liza otros factores.
Así pues, el tema este del nivel del mar y los destinos
turísticos del Mediterráneo resulta ya muy manido. Ya les conté (a nivel
global) lo de los refugiados climáticos por culpa del aumento del nivel del mar, lo de lo mucho que afecta a esto la extracción de las aguas del subsuelo a
todo esto, lo de la incidencia que pudiera llegar a tener en lo del turismo y hasta lo de las chabacanadas de Greenpeace; que esa es otra. Y habrá
alguna cita más que ahora mismo, con ambiente nocturno mancusiano y un par de pintas
de Manchester Pale Ale (después que el Atlético -de Simeone- empató sin goles),
no me llego a acordar; pero seguro que hay más.
Esto de que nos vamos a quedar sin playas ya -insisto- aburre.
En uno de los Post les proponía “jugar” con flood-firetree para calcular cómo
les quedaría la casita de la playa con los metros que quieran hacer subir el
nivel del mar. Y sigo proponiéndoles la cosa; incluso que se lean “El cambio climático en el Mediterráneo español” (Manuel Vargas et ali. 2011; IEO) y que se empapen de todo lo que
puedan del programa de monitorización medioambiental del Mediterráneo (Programa
RADMED; Centre Oceanogràfic dels Balears).
Entiendo que hay que asustar un poquito (o un muchito) porque si no -aquí- resulta que
nadie hace caso de nada, pero para que todo esto se pueda llegarse a cumplir
tienen que darse muchas condiciones sobre las que el ser humano tienen poca o
nula incidencia. Así, por temporadas, -y sin saber ni el cómo ni el por qué- el
aumento de la presión atmosférica sobre el Mediterráneo ha hecho que no se haya
manifestado aumento en el nivel de este mar a pesar de que el hielo groenlandés
terminaba derretido en el Océano Glaciar Ártico. Porque esa es otra: el hielo
de la banquisa ártica (14’91 millones de Km2 al 21.04.2014 -el máximo de esta
temporada, que no es de lo más altos-) no hace fluctuar la cosa; está contenido
en el volumen. El hielo que pierde Groenlandia sí pudiera llegar a complicarnos
la cosa. Son, se estima, 2’85 millones de kilómetros cúbicos que, dicen, de
pasar de estado sólido a líquido debiera de hacer aumentar en 7 metros, 7, el
nivel de los mares… Eso, claro, sin tener en cuenta la verdadera forma del
planeta Tierra (que es un pedrusco mal rodao
y ni siquiera una pelotilla de formas irregulares) y, por ejemplo -y sin entrar
en otros muchísimos detalles-, la acción de la presión atmosférica y de
cuestiones de dinámica de fluidos y cuerpos en rotación. Y que, además, la
superficie del mar es como la piel de una naranja, tiene su relieve, y luego la
presión hace su efecto.
En fin, que si es por una “causa justa” uno pudiera llegar a
entender que me monten ese video. Pero, ¡coño!, siempre es por lo mismo, por
los mismos, y por las mismas temporadas. Esto es ya cuestión de acoso a los
destinos turísticos, que ya sé que nos les gustan; pero ¿qué les vamos a hacer?
A mí tampoco me gustan ellos, pero me aguanto. Son necesarios, como las
borrascas.
En cuestiones de Turismo y CC hay que pasar muy mucho de
estas montoneras que se forman ante un video ciertamente impactante y centrarse
en la opinión de los expertos. Una vez más: Turismo y cambio climático: una actividad vulnerable que debe adaptarse,
del profesor Jorge Olcina.
Y para lo demás… téngase en cuenta la dinámica marina, la
dinámica litoral, la acción de la presión atmosférica, el proceso de
levantamiento continental (cuando cede el peso de la capa de hielo), la
dinámica de fluidos, los efectos de rotación, la acción sobre los niveles
freáticos,… y unas cuantas otras cosas más que ya exceden del contenido de este
post.
Y si hay que poner la línea de playa en Guadalest… ya la
pondremos. Pero no me vale sumar a todo esto lo de los temporales de este final
de invierno en el norte en condiciones de marea de sicigia como acabo de ver,
por Internet, en un video de Antena 3.
Como siempre, “un poquito de por favor”
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