Hoy ha habido una buena sesión de trabajo del metabuscador[1]
trivago en Benidorm, en el
INVAT.TUR. Ha estado muy bien; han explicado a los hoteleros como
reposicionarse mucho mejor para conseguir mayor impacto y los datos han sido
bastante esclarecedores. No he podido quedarme hasta el final, pero ha sido muy
interesante.
“Lo más” ha sido
la presencia del diputado de Turismo, el tal Albaladejo. Dicho esto de “lo
más” sin querer menospreciar al Director General de Turismo de la
Generalitat, Sebastián Fernández,
que por protocolo era hoy “lo más”.
Y digo “lo más”
porque hasta ha sido capaz, el tal Albaladejo, de llegarse hasta Benidorm, pero
no ha pasado de la primera rotonda, nada más salir de la autopista. Y Benidorm,
lo que es Benidorm city & beach,
empezaba un poquito más abajo (la autopista está a una cota más alta que la
mismísima playa). Pero bueno, “lo más de
lo más” ha sido que se le ha escapado -a lo mejor hasta lo ha querido
decir- al tal Albaladejo que “Benidorm es la capital turística del Mediterráneo
español”. Y cuando la ha dicho ha mirado a ambos lados como queriendo
buscar la expiación de sus faltas ante el político Fernández y el presidente de
la patronal hotelera Toni Mayor (que el otro día aparecía en la traducción de
un texto del Financial Times como Antonio Alcalde; cosa de traducir con
Google).
Luego no ha estado desencaminado, el tal Albaladejo -que todo
hay que decirlo- en sus postulados: “impulsar la promoción…”, “mejorar
la calidad de la información…”, “trabajar por el prestigio…” y hasta “generar
sentimiento de retorno…”. No, si el chico, a poco que ponga de su
parte, puede conseguirse un “progresa
adecuadamente”. Pero, pero-pero.
He puesto la oreja cuando los compañeros de la SER y Onda 0
le han puesto la alcachofa sobre el tema de las “lanzaderas” para el AVE hacia
los destinos turísticos… y ahí se ha vuelto a cubrir de gloria.
Nada, que ni organismo supramunicipal ni gaitas. La Dipu
juega en otra división -¿en otra dimensión?- y “no” va a “cuestionar
la autonomía municipal en la toma de decisiones”, tanto de Alicante -de
no querer lanzaderas en sus calles- como de Benidorm -de pedir árnica
(solicitar compasión, declararse en situación apurada, incluso vencido, y pedir
ayuda; María Moliner dejó dicho) a Rajoy o al sursuncorda (personaje anónimo de
mucha importancia o personaje al que no se tiene en cuenta aunque tenga mucha
autoridad) para que estas lanzaderas lleguen, por lo menos, a Benidorm (y
vuelvan a Alicante, claro; vamos, ida y vuelta de viajeros vacacionistas cuyo
destino vacacional es Benidorm-. El tal
Albaladejo no es Salomón -tercer (y último) rey de Israel, hombre sabio de sano
e inteligente juicio- y no hubiera
estado de más que se mojase en este tema, aunque, a lo peor, todo él era de Terlenka (afamada fibra sintética de los años sesenta) y terminara encogiendo...
aunque el prospecto dice que es fácil de lavar y no encoge.
El colmo ha sido cuando les ha dicho a mis compañeros de la
prensa que “si Villena se ha ofrecido ya” para las lanzaderas, que no empreñemos más la cosa. Esto último,
lo de empreñar la cosa, es traducción propia y libre de sus palabras que a
pesar de haber sido pronunciadas en correcto castellano, con indolente deje
torrevejense, responden de forma más precisa al concepto final. Nada, que no
molestemos con nuestra pataleta a Alicante y conformémonos con la posibilidad de Villena.
Para esto no quiero -yo- Organismo Supramunicipal. Toda la
vida de Dios defendiendo -yo- el valor de las Diputaciones y para una vez que
las necesito van y nos ponen mirando a Portugal, que oí decir en mis tiempos de
Ayamonte y que Uds. mismos se pueden imaginar -¡válgame Dios!, y no sufrir- lo
que significa.
Pero la cosa va a más. En La Dipu hay algún diputado más que es de Benidorm y que ayer mismo
se puso de perfil. Esto, si cabe, es más doloroso por ser este de Benidorm y
porque hoy, 1º de abril, se cumple el 6º Aniversario del fallecimiento de don
Pedro Zaragoza. Aquél alcalde, y algunos otros que le siguieron, nos enseñó que
por encima de siglas e ideas está el pueblo de uno. Pero… uno, que es singular,
piensa y recapacita: La Dipu no es el
problema; el problema son sus inquilinos, y no importa el color de la corbata.
En fin, que lo de Trivago ha estado bien. En 2013 a través
de Trivago el montante económico de las reservas hoteleras realizadas para la
Costa Blanca ascendió a siete millones novecientos catorce mil ochocientos
cincuenta y un euros de nada. Sí, 7.914.851’00
€, que son millones.
Trivago es un invento alemán del año 2003 que está en España
desde 2007 y que tiene 45 millones de usuarios en todo el mundo -con 72.000
usuarios registrados-, 44 plataformas en 24 países y 700.000 hoteles alojados
en 200 webs de reservas. Es el primer metabuscador tipo .es y el 16% de los
usuarios Trivago teclearon “España” y de ellos, el 10’02 buscaron Comunitat
Valenciana y de ellos el 31% buscó y
encontró “Benidorm”, que es líder
en esta Comunitat, donde Alicante consiguió el 7’7% de las búsquedas… y
Torrevieja el 1’60%… dicho sin acritud (sin querer ofender, ni mucho menos) y
sin pensar en personajes políticos de Alicante o Torrevieja. No vayan a pensar
que uno va por ahí malmetiendo (enemistar a unos contra otros).
La cosa fue subiendo de tono (en las distintas exposiciones
de los expertos de Trivago, que los políticos ya se habían ido), pero son
cuestiones técnicas y profesionales que exceden del cometido de este blog: opiniones, quisicosas y vivencias (que no
pendencias) desde Benidorm.
[1] Sistema
que localiza información en los motores de búsqueda más usados y carece de base
de datos propia y, en su lugar, usa las de otros buscadores y muestra una
combinación de las mejores páginas que ha devuelto cada uno de los otros
buscadores.
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