Algunos dieron un respingo; otros, no. Yo soy de estos
últimos.
Tren de la Costa. Trazado |
Es que lo que la consellera Isabel Bonig anunció -“Eltren la Costa es rentable según un estudio de viabilidad”- es algo que
queríamos creer y que parece que nos anima más. Pero es que aún no está
completado el estudio…
Esto es interesante porque cuando el Tren de la Costa sea una realidad, cuando esté completada la 4ª
Fase del Tren de la Costa (aquí cabe incluir el aullido del Hermano Lobo) ya no
serán necesarias las lanzaderas desde la Estación del AVE de Alicante a
Benidorm -y viceversa-, ¿o sí?
Del Tren de la Costa ya les he contado en este Blog: El Tren de la Costa (16.09.2010) y Del Tren de la Costa… una vez más. Puedeque ahora vayan en serio (21.08.2013). Con estos dos post ya se pueden
hacer la idea de lo que significa y de lo que supone, pues la orografía
alicantina en Las Marinas se las trae.
Bueno, pues a lo que íbamos esta vez: la consellera Bonig
anunció que en cosa de un mes (a finales de este mismo mes de abril) estará
completo el Estudio de Viabilidad.
Eso y nada es casi lo mismo: papeles y plazos. Papeles buenos, pero poco más.
La noticia buena era que el Ministerio de Fomento incluye en
los PGE’2014 una partida de 460.000 € para el Estudio Informativo… que tiene un plazo de redacción de 24 meses… y que si se firma ahora mismo
(abril 2014) tiene hasta el mes de abril de 2016 para presentarse. Buf, porque es
que con 460.000 € no me hacen el Estudio Informativo ese… Habrá que esperar a
unos nuevos PGE para que se lo terminen.
En el Estudio Informativo lo que se pretende plasmar es como
será, de verdad de la buena, el proyecto. Vamos, cómo quedará y lo que costará.
Para ello hay que contabilizar las alternativas propuestas (con ventajas e
inconvenientes) y decantarse por una. Ahí estarán plasmados los costes y
plazos, incluso los tramos y fases; todo. Y barato no va a ser.
No he leído aún nada del Estudio de Impacto Ambiental, que también sumará meses…
Pero en el caso de que el Estudio Informativo quede aprobado
-¿antes de que termine la presente década?- entonces será necesario de llevarlo
a exposición pública para que sea
conocido y se puedan presentar
alegaciones, que habrá que resolver.
Y si al final todo resulta bien, con el Estudio Informativo aprobado pasaríamos
a la fase de Redacción del Proyecto…
y… ¡Cuán largo me lo fiáis!
Y por ello no entiendo que la consellera dijera el otro día
que “hay
que ser realistas y tener en cuenta que la actual situación económica dificulta
la ejecución de este plan a corto plazo”, si aún falta una eternidad.
La Generalitat ahora está más tiesa que la rodilla del un clik (de playmobil) y
más seca que un bicho de museo, pero imagino yo que allá para 2020 tenga un
poquito de por favor económico para acometer algo que hoy se dice, y ayer se
presumía, rentable.
Para 2020 planteo yo: ¡qué imaginación que tengo! Bueno, y
eso sería la primera fase: la adecuación de la C1 Cullera-Gandía. Luego la cosa se complica en sucesivas fases: la
prolongación hasta Oliva, con el
soterramiento proyectado; la necesaria prolongación hasta la Intermodal de Dénia (que habría que construir) y
luego la comunicación Dénia-Benidorm
y Benidorm-Alicante que permitiera
la conexión con la línea AVE
Alicante-Madrid. ¿Lo verán mis ojos?
En fin, tempus fugit… pero qué lento para algunas cosas y
qué rápido para casi todo lo demás.
Y a mí que me parecía una aventura romántica aquella de
tener que tomar la diligencia en Alicante para llegar a Benidorm a pasar unos
días de descanso. Entonces -y hablamos de finales del XIX y del siglo XX… y del
XXI- había que darse un paseíto hasta la Fonda La Balseta para tomar la
diligencia que le traería a Benidorm. La Balseta, leo en Alicarte, estaba en lo que hoy es la
calle Manero Mollá, a un cacho de la Estación. Vamos que desde que llegó el
tren de Madrid a Alicante (1858), venirse
a Benidorm siempre ha resultado una aventura.
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