El
número 2 del BOLETÍN DEL TURISMO (Delegación de Turismo, Ayuntamiento de
Benidorm) vio la luz en diciembre de 1981 anunciando la “2ª fase” de la campaña “Benidorm, siempre”: “ahora lo que se pretende es realizar la
promoción a la inversa”. Y consistía en traer a Benidorm a los
representantes de las agencias -así como “periodistas
y radiofonistas”- para conocieran de primera mano -“en directo”, se lee- la realidad que meses antes les habían explicado
en la promoción itinerante por 23 ciudades emisoras de turismo hacia Benidorm.
“Nuevas crónicas y reportajes” sobre
“Benidorm
y su constante primavera”.
Desde
el Boletín se anima a implicarse en el proceso y cierran la plana con un “Sin perder la esperanza”… lo que da idea
de cómo estaba de rácana la cosa.
Constato,
de los números 1 y 2, que el mercado más interesante era el francés, pues se
puede leer que no se acude a la WTM de Londres –“proyecto desechado”- “por la
falta de confirmación de la posibilidad de ocupar un lugar, dignamente, y el
riesgo de no poder, ni siquiera, colocar fotografías o posters en el stand de
la SET[1]”.
Había alguna que otra dificultad (¡Parné, maldito parné!).
El
reportaje se centra en la feria turístico-gastronómica de Dijon “de la mano de la OET París, compartiendo el
stand de la SET”. La feria de Dijon, se expone, “no es uno de los escaparates más interesantes… pero su impacto popular
es enorme… Más de trescientos mil visitantes justifican plenamente el esfuerzo
realizado”. No se paró el redactor a pensar lo que son 300.000 visitantes…
y lo puso en mayúsculas. El sorteo de vacaciones en Benidorm resultó el gran
atractivo del certamen donde se destacó la repercusión lograda al tiempo que se
señalaba que “no son estos certámenes los
que más nos pueden interesar… Se debe actuar sobre el público consumidor
impactándolo… pero es imprescindible actuar sobre los profesionales para
apretar el acelerador de una recuperación que, afortunadamente, ya empieza a
apreciarse”.
Vamos,
que estábamos, en 1981, saliendo de otra de las innumerables crisis… había dimitido Adolfo Suárez.
ETA secuestrando y haciendo de las suyas (lo que llevó a constituir el Mando
Único de la lucha antiterrorista), que si el 23F -de promoción por Santiago de Compostela les pilló el 23F a los
de la delegación de Benidorm; que esa es otra historia-, el atraco al Banco
Central de la Plaza de Cataluña, la Ley del Divorcio… la inflación por encima
del 14%, petróleo por los 40 dólares barril, depreciación impuesta a la peseta
del 10%, el déficit presupuestario por encima de los 600.000 millones de
pesetas y el precio del dinero en el 19%. Uf, cómo estábamos.
Se
informa, principal cometido del Boletín
del Turismo, de las campañas “educacionales”
de los vendedores de Ellerman Sun Flight y de Thomson Holidays, así como de las
expectativas que despierta el Mundial 82,
destacándose que “los equipos… se
preocupan de alojamientos para los seguidores y las agencias de viajes
promocionan las excursiones, reconocen las zonas, los hoteles y los servicios
que habrán de ofrecer a sus clientes”. El 26 de noviembre la delegación de
la Federación Argentina de Fútbol visitó Benidorm.
Vuelve
nuevamente el barbado editorialista (le he visto en una foto de 1981 y barbado
andaba) a reclamar “la necesaria colaboración” que veo ha sido (aún queda algún
rezagado neuronal) la eterna batalla de la promoción. “… de los actos organizados se
beneficia todo Benidorm…”. Muy en su papel (que no ha cambiado desde
entonces) insiste y pide “Que las empresas tomen conciencia de la
necesidad de colaborar con estas acciones propagandísticas que van en beneficio
de todos”. Concluye recordando que de las opiniones de los agentes y
periodistas que vienen en estos actos promocionales “depende, un poco siquiera, el
futuro de todos”. Y en el mismo número se lee que Íñigo Tours ofrece
transporte para estas acciones y se señalan las rutas de trayecto (desde
Salamanca, Santander y Zaragoza). Animan a otras empresas a sumarse a ello.
El
Boletín del Turismo cumplía su cometido. Informaba de nuevos contactos:
Interplanet representaría a Mercury; y a Globus, la alemana. O que Viajes
Altamira abría oficinas en Benidorm y se sumaba a las iniciativas de apoyo a
las acciones promocionales de la Delegación de Turismo.
Me
ha alegrado leer el nombre de un histórico de la Radio (con mayúsculas) como Juan Maestre. La Asociación de
Profesionales de Radio y Televisión celebró en Benidorm su Asamblea Nacional. O
que la Sala de Fiestas Sevilla albergó la Fiesta de los Belgas, o que las damas
del Montepío de Automóviles (¡Jo, que antiguo suena!) visitaron Benidorm y
fueron agasajadas.
Finalmente,
la referencia a Fitur 82. La feria
madrileña se había inaugurado el año anterior con aceptable éxito. Benidorm se
preparaba para estar en Madrid en la nueva edición de la que ya era “una de las manifestaciones más importantes
del sector turístico español” y, por ello, “el Ayuntamiento piensa que es necesaria la presencia de Benidorm… tanto
por el número de visitantes profesionales como por la cantidad y calidad de los
expositores… para la permanente promoción turística”. Y se señala que “… no debe ser un stand de trabajo…” -que
para ello ya hay otros: CIT, Patronato de Turismo, etc.- “sino en un lugar que recuerde, de alguna manera, a Benidorm y sus
atractivos, con posibilidades de ofrecer imágenes plásticas o visuales de una
oferta dispuesta para ser comercializada fácilmente”.
Se
recuerda, y eso me gusta, que se trata de Benidorm:
“una
ciudad cuyo único recurso vital es, precisamente, el turismo”.
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