El que el bikini se enseñoreara de las playas de Benidorm
tan pronto, en un país como este -con varios cientos de miles de meapilas-,
levantó muchas ampollas.
Tengamos en cuenta, por ejemplo que en 1951 el alcalde de Alicante, Francisco Alberola Such, se puso duro con
la moralidad en las playas y “una
mujer fue arrestada durante 15 días por usar un traje de baño inmoral”[1]. En 1954 el obispo Pablo Barrachina lanza la Cruzada de la Decencia… que puso el punto de mira en las playas.
Pero es que en 1960 se llegó a “prohibir
el uso del pantalón corto fuera de playas y piscinas”[2]. Y en 1962, desde la Dirección General de Seguridad, aún se prohibía “para
todas las personas mayores de 14 años: a) el uso del traje de baño por las
calles de cualquier ciudad o pueblo… b) el uso de pantalón corto por el caso
urbano…”[3].
Y lo de hacer la vista gorda al bikini en Benidorm trajo cola.
Ante las “quejas”, Gabriel
Arias-Salgado y Cubas, ministro de Información y Turismo del 6º Gobierno de
Franco, “le puso la proa” a don Pedro
e instó a don Marcelino Olaechea Loizaga,
arzobispo -de armas tomar- de Valencia, para que tomara cartas en el asunto. Y
bueno era don Marcelino; don Marcelino inició el proceso de excomunión del alcalde de Benidorm por
haber autorizado el bikini. Aquello fue en 1957,
pero venía de atrás.
Don Pedro aún se enervaba, ya en el siglo XXI, cuando
pronunciaba esa palabra: excomunión.
“Tú
-me decía- no te puedes imaginar lo que eso significaba para mi mujer y mis hijos”.
Total, que… cuenta la leyenda que se fue a Madrid en su Vespa a ver a Franco; en 8 horitas en la puerta de El Pardo.
Lo que a mí me contó don Pedro fue que nada más ser
informado de la maniobra pidió a don Camilo
Alonso Vega (don “Camulo”, a la
sazón Ministro de Gobernación) que le organizara un encuentro con Franco para explicarse… y ese momento
no llegaba y don Pedro se me impacientaba. Tanto, que insistió e insistió ante
don Camulo y… por fin pudo
explicarse. Y esta vez sí, don Pedro se nos fue a Madrid. Y me contaba: “Le
dije a Franco la verdad, Necesitábamos divisas y el turismo nos las ofrecía.
Franco me indicó que volviera a Benidorm y que me olvidase del tema”.
Luego, en más de una ocasión, don Pedro añadía que le había dicho también que “en
interés del turismo nacional, el biquini debe ser autorizado… que los
extranjeros que venían de vacaciones trasladaban una imagen sensacional de
España… y que entraban divisas”. Esto, más o menos así, está escrito en
varios libros; pero a mí me lo contó él mismo.
Total, que Pedro se volvió de Madrid… y en nada y menos Doña Carmen Polo en Benidorm… sin lucir biquini, claro. Esto también se ha contado
hasta la saciedad; pero cabía.
Y a todo esto, el primer bikini que de verdad está fechado
en Benidorm es de 1955: el de Beatriz Ledesma.
Pero internacionalmente, el más famoso de todos aquellos bikinis
benidormeros primeros fue el de Pascale
Petit, una actriz francesa que fotografió de Quico en la Playa de Poniente,
en 1965…
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