Me pregunta Daniel
si había visto en la web del ABC lo
de “Las13 batallas clave en la Historia de España”. “No, aún no”, le respondí. “Mira
en la de Trafalgar, la 7ª”, me señaló.
Y yo voy, y la miro. Y no, no la tengo tomada con el ABC…
pero es que van dos en agosto… y sólo lo he mirado dos días.
Se trata de un reportaje web (Fotogalería) de verano sobre “Las
13 batallas clave en la Historia de España”. Los criterios de selección
no los voy a discutir. Comienza con la batalla del año 711 (19 al 26 de julio),
Batalla
de La Janda que llamábamos en “mi”
Bachiller. Hoy le dicen “batalla cerca del río Guadalete”
o “Batalla
de Guadalete”. Los visigodos a
fer la mà; y Tariq ibn Ziyad que
empieza a ganar ciudades para el Califato Omeya de Damasco… porque los
visigodos iban de arrianos y estaban por aquello de 3 figuras y el pueblo llano
estaba por un único Dios… que era lo que les ofrecían los de Tariq…
La segunda batalla hay, casi que, adivinarla. Se trata, por
los datos que da el texto, de la Batalla de Las Navas de Tolosa. La
ubica en la localidad jienense de Santa
Elena, aunque las crónicas cristinas primeras, y “mi” Bachiller, con
Reválidas, la llamaron también Batalla de Úbeda. Tuvo lugar en julio de 1212, en medio de un sofocante
calor y terrible sequía.
La 3ª batalla seleccionada no es tal; es toda la Guerra de Granada retratada en su
final; vamos, el boato de la rendición de Boabdil
(02.01.1492), según el pintor Francisco Padilla. Pero en algún mes de julio de
aquella década de guerra (1482-1492) tuvo que haber jaleo del bueno. Entonces
peleaban de primavera a otoño. La verdad es que aquella victoria final con la
toma de Granada fue un bombazo; hasta en Londres, en la catedral de San Pablo, Enrique VII mandó leer una proclama de
agradecimiento por la expulsión de los moros de Granada.
La cuarta batalla si fue una gran batalla, y una victoria clave
y decisiva: “la más alta ocasión que vieron los siglos”: se refiere a la Batalla de Lepanto (07.10.1571) con don
Juan de Austria, las galeras y el fin de poderío otomano en
el Mediterráneo… por un tiempo.
La quinta batalla fue una sonora derrota: Rocroi (“Rocruá”; 19.05.1643). Marcó el ocaso de los Tercios, la vieja y muy eficaz infantería española, que siempre
estaba en vanguardia. Los tercios italianos recularon y sólo quedaron en
batalla los 5 tercios españoles que formaron su famoso cuadro y resistieron dos
embestidas de la caballería gala, hasta agotar la munición. La tercera, cuarta
y quinta cargas francesas fueron repelidas a pica y espada. Al final los
españoles supervivientes formaron como dos tercios y los franceses, ante la muralla
humana (como llamó Jacques Bossuet
a los Tercios Españoles), les ofrecieron
salir en formación con las banderas desplegadas, guardando sus vidas
hasta regresar a España, con la batalla perdida claro.
La Batalla de Almansa
(25.04.1707) ocupa la sexta posición en este extraño ranking del Diario ABC.
Fue una importante batalla y marcó una etapa para estas tierras surestino-levantiscas:
“Quan
el mal ve d’Almansa, a tots alcança”[1]. Los franco-españoles
derrotaron a los austracistas y por aquí nos implantaron el régimen absolutista de los Decretos de Nueva Planta.
La 7ª
batalla seleccionada es de traca; la dejo para el final… pero
en la imagen está la diana de mi dardo.
La Batalla de Bailén
(19.07.1808) ocupa la octava posición y fue la primera derrota en campo abierto
del Ejército de Napoleón; el general
Castaños le ganó la partida al
general Dupont y obligó al mismísimo
Napoleón a venir aquí, al tiempo que
demostró que no era invencible. A los franceses vencidos se les confinó en la Isla de Cabrera hasta el final de la Guerra
del Francés; Guerra de la
Independencia.
En 9ª posición me han colocado la Batalla de San Marcial (31.08.1813; hombre, a finales de agosto).
Estamos en la misma Guerra del Francés que en la 8ª batalla y los resultados
fueron otra derrota gabacha y la salida francesa de las Vascongadas y Navarra.
Para la 10ª posición de las batallas clave en la Historia de
España me elige el Diario ABC nada
más, y nada menos, que tooooooda la Primera
Guerra Carlista; en su totalidad (1833-1840); como en la de Granada del
siglo XV. Hubo lo menos una veintena de acciones de guerra muy reseñables.
Recordemos, es la guerra de Zumalacárregui,
de Espoz y Mina, de Espartero, de Cabrera… Muchas batallas; mucha sangre de españoles y extranjeros
que se sumaron a ella.
En la undécima posición hay una guerra mucho más breve, pero
guerra a fin de cuentas, con unas poquitas batallas: la Guerra Hispano-Estadounidense, con los mambises cubanos por medio), pero que ilustra con el Maine
sumergido. La voladura (accidental; 15.02.1898) del USS Maine,
en la rada de La Habana (Cuba) y las columnas periodísticas de William Randolph Hearts fueron el
detonante. Estamos ante el Desastre del 98; del 25 de abril al
12 de agosto. Una guerra rápida y desastrosa. Un detalle: ellos metieron el Maine
sin previo aviso en La Habana y nosotros respondimos enviando de tal guisa el Vizcaya
al puerto de Nueva York, con un par… Luego, el Vizcaya, con nuestro
condestable Zaragoza como suboficial artillero, se perdió en el Combate Naval
de Santiago (3 de julio de 1898;
siempre julio).
La duodécima batalla es la última carga de una brigada de
caballería española; es el Desastre de
Annual (22.07.1921). El
sacrificio de la caballería para proteger la retirada de la infantería. La Carga del río Igán ilustra esta
referencia en la que el 14º Regimiento
de Cazadores de Alcántara protegió la retirada cargando a sable contra
ametralladoras rifeñas. Se les concedió la Cruz
Laureada de san Fernando, colectiva… que les fue entregada en 2012… ochenta
y un años después. Hubo otra para su jefe, en su día.
Y la décimo tercera batalla seleccionada es la Batalla del Ebro, de 1938 (comenzó en julio; del 25.07 al 16.11): la más
larga, numerosa y sangrienta de la Guerra Civil española que selló el destino
de la II República.
Y, recuerden, que nos saltamos la 7ª batalla seleccionada, la Batalla
de Trafalgar (21.10.1805), batalla naval.
Es que tiene bemoles: dice la web
del ABC que “La Batalla de Trafalgar se produjo en 1805 frente a las costas del Cabo
de Trafalgar, en la localidad del municipio (¿?) de Vejer de Frontera. Una flota
hispanofrancesa dirigida por Pierre Villeneuvefue (¿?) derrotó
(¡¡¿?!!) a la fuerza inglesa al mando de Horatio Nelson”. Para más inri,
el cuadro que ilustra la referencia (Auguste Meyer, 1836) representa la
andanada que le mete el HMS Sandwinch al Bucentaure
galo. Los estragos de la LOGSE; no más.
Hombre, imagino que han quedido enmendar el error inicial. Pierre
Villeneuvefue no existió; Pierre Villeneuve, sí. El “fue” añadido, al que sigue
un sonoro “derrotó”, se entiende que es un apaño para anular el “derrotó” por
un “derrotado”… pero habría que haber cambiado el resto de la frase “a la
fuerza inglesa al mando de Horatio Nelson”. Lo dicho, los estragos de la LOGSE.
Por cierto, esta batalla “comenzó” en julio de 1805
cuando ambas flotas calentaron motores en el mar Caribe para venirse a todo trapo hacia Europa, mirándose de
reojo.
Ya nos hubiera gustado ganar esa batalla. Benito Pérez Galdós hubiera puesto otro final en su novela “Trafalgar”, primera de Los Episodios Nacionales, y a lo mejor algo nos hubiera cambiado la Historia.
Ah, todas las batallas son –o comienzan- en Julio; ¡jo, qué
ganas!, con “la caló” que hace en
este país el mes de Julio… y todo el verano.
Nota,
al pairo y con cachondeo: La batalla de Lepanto no tuvo lugar en un mes de
julio… porque no fue en aguas jurisdiccionales españolas; que si no…
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