Prospecciones realizadas en el Mediterráneo (Diario de Mallorca) |
Constato, con sorpresa por mi parte -lo reconozco-, la
preocupación que anida en varios de mis amigos
de cerveza de fin de semana con lo de las prospecciones en busca de petróleo en Canarias y sobre todo en el
Mediterráneo (en nuestra casa; estamos en Benidorm). Hombre, el miedo es
libre y gratuito; como la desinformación. No voy a ponerme yo ahora a defender
las prospecciones petrolíferas en España y para España, pero sí que pido “un poquito de por favor” -como le oía
decir a Fernando Tejero cuando interpretaba al simpar “Emilio”-, en todo cuanto
a esto se refiere.
Llevamos pinchando España en busca de petróleo desde que se
inició el siglo XX y andamos por el año 14 del XXI. A ver si ahora es cuando
nos vamos a poner exquisitos.
El petróleo se conocía desde la más remota antigüedad bajo
los nombres de asfalto y betún (petróleo que ha perdido sus
componentes volátiles con el paso de los años). Aparece en los textos bíblicos
y con él se pegaron los ladrillos de la Torre
de Babel o se sellaban los sarcófagos de los faraones egipcios, y muchas
cosas más desde entonces. Desde siempre se sabía que en presencia de
determinadas rocas sedimentarias, a las que llamaron petróleo, aparecían
charcos fangosos de ese material que en 1850
Samuel Kier -un farmacéutico yanky- consigue destilar por primera vez para
obtener aceite de roca con el que encender luces en las casas y
ciudades. En 1859 se perfora en Titusville (Pensilvania, USA) el primer
pozo para obtener el ya preciado combustible, por destilación, de las lámparas
de iluminación. Pero en la destilación se obtienen más productos; entre ellos
la gasolina. Pero hasta 1895 no se
precisará industrialmente la gasolina (con
el primer vehículo a motor de explosión, aunque ya se destilaba) y aquello no
pasaba de ser una actividad importante, pero no esencial.
En España, de siempre, resulta que en muchos puntos del
norte de España, especialmente en la provincia de Álava, era común la presencia de fosas de betún -que se
explotaban industrialmente desde 1871 y que eran las más importantes y
rentables de Europa, en manos de capital inglés[1]-,
y así en 1890 se comienzan a buscar
petróleo en plan serio en aquellas latitudes, pero hasta el 6 de julio de 1901 no se solicitará el primer permiso de
prospección[2]
en el borde del geosinclinal
vasco-cantábrico donde desde siempre habían aflorado esas bolsas de betún.
Es en Salvatierra (Álava) donde en 1911 (en el Paraje del Cristo y realizada
por la empresa de Ignacio Murúa,
Conde del Valle) se alcanzan ya los 450 metros de profundidad sin resultados
interesantes. En 1927, bajo la Dictadura de Primero de Rivera, esto de
buscar petróleo ya es cosa del Monopolio
de Petróleos de España que explota CAMPSA,
compañía arrendataria del Monopolio, aunque en 1929 aparecerá la competencia privada a través de CEPSA, Compañía Española de Petróleos.
Casi al mismo tiempo que se persigue del subsuelo, se busca
el petróleo sintético -como ya contéen Enero de 2011- y un español, Rafael
Suñén Beneced, en 1934, presentó
en París su propuesta, que estudió de buen grado la República Española (CM;
19.06.34) señalando que era factible y rentable instalar una de estas fábricas…
que nunca se levantó.
La Guerra Civil
paraliza esto de las prospecciones en busca de petróleo, aunque ya en 1938, en el bando franquista, comienzan
a fundarse las compañías que seguirán con la labor: CAMPSA, CIEPSA, ADARO, VALDEBRO, LEPSA, etc. Y
llegará el INI. Y llegó la Ley de Minas del 44 y los estudios
geofísicos de comienzos de los años 50 cuando un batallón de geólogos españoles
y alemanes peinaron el país delimitando perfiles geológicos.
En 1952
la investigación en materia de hidrocarburos se declara de interés nacional para
el país y así llegará la Ley de
Hidrocarburos del 58 y la llegada de capitales extranjeros. En 1960 se consiguen los primeros
resultados: gas natural. Es en los
pozos Castillo-1 y Castillo-2, muy cerca de Vitoria, por parte de la empresa CIEPSA aliada con la alemana GULF-DEILMAN. Los siguientes pozos del
campo Castillo bajaran hasta casi
6.000 metros (record de prospección en España) sin encontrar nada interesante.
Por su parte, el petróleo debió de esperar hasta 1964
(06.06.64) en el Pozo nº 1 de Ayoluengo, en Sargentes de Lora… y muchos dijeron: “Esto va a ser Texas”… por el secarral, digo yo. Pero no: ahora se
sacan de Ayoluengo unos 200 barriles
al día y acaba de comprar el campo petrolero la italiana PANSOINCO (hasta ahora estaba en manos de LENI GAS & OIL -que llegó a sacar 10.000 barriles/día; y con la
CHEVRON se sacaron en los años sesenta del orden de 6.000 barriles/día).
Se necesitan unos 25 millones de euros para poner el pozo en solfa productiva y
los italianos parecen dispuestos. ¿?
Lo último de Ayoluengo-Valdeajos es que han hecho una
exposición de los “50 años del petróleo
en España” y es inminente el Museo
del Petróleo en España.
Sistema de Corrientes y prospecciones en el Mediterráneo |
En cuanto al Mediterráneo pues… llevamos 35 años pinchando y
hasta ahora sólo en Amposta (Tarragona) ha habido suertecilla (2.000
barriles/día). Y necesitamos petróleo,
del que somos -más que deficitarios- indigentes.
Proyectos extractivos hay varios en tierra; por todo el
Valle del Guadalquivir donde Córdoba (en Adamuz) dicen que más hay
posibilidades. Tantas como en el Golfo de Cádiz, en Jaén, en Asturias y en Cantabria;
tantas como en el Golfo de Valencia y las aguas que rodean las Baleares. Tantas
como en Canarias.
Es que
este país devora cada día un millón y medio de barriles de petróleo y 37’5 bcm[3] de gas natural. Así es que nos ponemos las
pilas o mal lo vamos a pasar. Actualmente el 80% de la energía en todas sus
formas la tomamos del petróleo.
Sondeos petrolíferos en España (La Sexta) |
De salir bien todas las prospecciones (ahora se busca más
gas natural que petróleo) en 2031 podríamos, incluso -dice un informe de Deloitte de marzo último- exportar. En
petróleo, todo lo más podríamos a llegar a cubrir, dice el mismo informe, el
20% de nuestras necesidades para 2040. Eso sí: en el periodo 2015-2065 aportaríamos del orden de 1.000 millones de
euros al PIB y se podrían generar hasta 250.000 empleos. Y todo porque GESSAT, en sus estudios sobre España,
estima que en los sitios marcados para prospección podría haber unos 2.000 millones de barriles de crudo y 2.500
bcm de gas natural.
Si quiere saber más sobre el petróleo en España, déjese caer
por este enlace. Si quiere saber por dónde están prospectando, pinche aquí. Si
está acojonao con lo de las prospecciones, aquí tiene el estudio del profesor Serra Peris (UPV) sobre el impacto ambiental. Y el caso es que necesitamos
petróleo y gas natural.
[1] En 1919
aún funcionaban 53 de estas minas de asfalto, como se las llamaba entonces,
casi todas ya en manos españolas (Compañía de Asfaltos de Maestu)
[2] Que no
se materializó porque no se cumplieron los pagos, pero el 12 de agosto de 1901 sí lo hace Cecilio Egaña, natural de Vitoria, para la prospección en Salvatierra de “una Mina de Petróleo,
Nafta y Betún”, tramitada correctamente y otorgada.
[3] Billion cubic
meters; miles de millones de metros cúbicos
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