Debo reconocer que me gustó que me llamaran; un reto siempre
es un reto y yo no me arrugo ante nada, Saldrá, o no; pero yo como las banderas
USA en la Luna, que son aún cinco (de una,
la primera… no se tienen ya referencias). Como no hay viento, “no se menean”. Bueno, algún conspiranoico dirá algo; pero como las
demás, no ondeó. Se filmó arrugada y arrugada quedó hasta que de ella nunca más
se supo.
Y a lo que iba.
Con motivo del Día
Mundial del Turismo, Benidorm entregó sus premios. Primero se libraron las Distinciones
SICTED (Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destinos) en
pos de la competitividad. Y resulta que cuando las empresas turísticas (desde
hoteles a alquiler de bicicletas, pasando por campings y ópticas) se apuntan al
programa, hasta que lo superan, han de ser óptimos sus resultados. Y esa
evaluación es continua. Al final, 14 establecimientos pueden lucir la sonrisa
SICTED en Benidorm -en esta edición- y ayer recibieron sus diplomas de
manos de la secretaria de Estado de Turismo, del alcalde de la ciudad, de los
portavoces de los grupos políticos, del representante de la Agencia Valenciana
de Turismo, de HOSBEC y de Visit Benidorm.
Y llegamos a los premios. Por acuerdo plenario se concedieron
y ayer, día 8 de Octubre, se otorgaron.
Puede que llame la atención que el Premio Turismo “Ciudad de
Benidorm” en su categoría Internacional correspondiera al Mercado Emisor Islandés. A Islandia, vamos. Sí, puede llamar la
atención -y de hecho la llama- porque en la quinta parte de lo que es España
viven casi los mismos habitantes que en la ciudad de Alicante (331.000) y el
dato clave está en que más de 55.000 de
ellos viene a la Comunitat Valenciana (casi el 2% del total de turistas que recibimos) y más del 80% se dejan caer por aquí.
Vale que de Islandia
lo que más sepamos es que Julio Verne
puso allí la entrada para hacer turismo hasta el centro de la Tierra y el
profesor Lidenbrok, Otto para los amigos y lectores, con su sobrino Axel y el
cazador de éiders (un pato de por allí) Hans se meten por el Snaefellsjökul
y bla, bla, bla. Modernamente
les hemos mentado mucho el árbol genealógico porque sus puñeteros volcanes nos
han jodido en más de una ocasión los vuelos, porque se ponen a eructar y ennegrecen los cielos y las
virutillas que lanzan cascan los motores de los reactores. Pero en Islandia hay
islandeses; han superado con creces sus líos económicos y siguen viniendo de
vacaciones, en busca del sol y a jugar al golf.
El caso es que celebrábamos los 40 años de las primeras turooperaciones con Islandia en Benidorm y
cabía homenajear a los islandeses. En 1975 llegaban los primeros, y en 1976 ya
tenían cónsul honorario en Benidorm. Una década después se oficializó, pero Juan José Campus lleva 39 años representando
a los turistas nacionales de la tierra del hielo. Por cierto, tanto hielo tanto
hielo que sólo una vez, en 1939, vieron en que los termómetros alcanzaban los 30º. Y aún lo cuentan de generación en
generación.
Emocionante el premio a Islandia que recogió, con su amplia
y afable sonrisa, Juan José Campus. A toro pasado, le digo que faltó el chiste;
los cuenta que da envidia.
Y en la categoría Nacional, el Premio Turismo “Ciudad de
Benidorm” 2015 fue para Exceltur.
Exceltur es el
resultado del compromiso de 25 de las más relevantes empresas relacionadas con
el Turismo patrio para generar herramientas de análisis estratégico en pos de
la excelencia turística. Exceltur
busca que se entienda el turismo como una verdadera prioridad nacional, que se
avance en mejoras del empleo y calidad de los servicios, que los destinos
maduros prioricen su renovación y reposicionamiento en los mercados, etc., etc.
Sus informes de coyuntura, barómetros, competitividad, etc. están a la orden
del día; su Foro, cada enero, es cita obligada. Y recientemente nos han
brindado un informe sobre el alojamiento alegal en Benidorm. Total, que se le
ha reconocido a Exceltur su gran labor y aquí estaba José Luís Zoreda para recoger el premio de manos de la secretara de
Estado de Turismo.
Zoreda, que es
muy largo, dejó las 3 pinceladas de la jornada que por aunque sabidas es de rigor
recalcar: “Benidorm es uno de los baluartes del turismo español”, “Benidorm
ejemplifica algunos de los valores que desde Exceltur queremos trasladar al
conjunto de los destinos” y la mención “a la inteligencia” (desde
tiempos de Pedro, don Pedro, Zaragoza, dijo) “demostrada por Benidorm para identificar
y diversificar segmentos de mercado”. Zoreda en estado puro.
El colofón llegó con la Mención
Especial del Premio Turismo “Ciudad de Benidorm” 2015. Y fue todo un lujo haber
participado en el acto porque el muy merecido premio fue para Roc Gregori, “el hombre que sabía inglés”
en el momento oportuno y que entró a trabajar en la entonces Oficina Municipal
de Información y Turismo (OMIT). Roc,
el bueno de Roc, recibió emocionado
el aplauso tributado y subido al carro de la modestia (¡coño, Roc, que también existe la inmodestia…
y por un día te podías haber echado flores!) agradeció a todos con los que ha trabajado
la entrega. Agradeció a los buenos profesionales de sus equipos en Benidorm y
en la Agencia Valenciana de Turismo las horas dedicadas. Y, obviamente,
agradeció a Rosa, su esposa, el que
aguantara que tanto tiempo hubiera dedicado a su trabajo. Ahora, feliz
jubilado, sigue asesorando a la Fundación Turismo Benidorm y de cuando en vez
nos deja (dejaba) sus escritos en su columna del Diario Información. (¡vuelve
Roc!)
Su meta en 1966, recordó, “era superar los 4 años que había durado en el puesto su antecesor”.
Y han sido 41 años dedicados por entero
al mundo del Turismo y la promoción de Benidorm. 33 años en Benidorm y 8 en
la Generalitat. Y, recordemos, que con
Roc arrancó la Agencia Valenciana de Turismo, se consolidó la red Tourist-Info
y la red CdT. Y hubo Ley de Turismo, que es el único sitio de donde rascar en
lo del Municipio Turístico. Era de ley que este premio fuera a parar a sus
manos. Sólo una cosa pidió Roc al final de sus palabras a los allí presentes: “seguir
defendiendo la marca turística Benidorm, y seguir luchando por ella”.
A estos Premio
Turismo “Ciudad de Benidorm” sólo
les falta una certificación, en su base, de que contienen “arena fina de las Playas de Benidorm”. Por lo demás, impecables… y
pesados (físicamente; no como un ladrillo del 9 y sí como un bloque del 12).
Y la guinda del pastel la puso la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego. Llegó en una AVE, desde Madrid y sin problemas,
entregó Distinciones SICTED y Premio
Turismo “Ciudad de Benidorm” y
nos contó que -¡atención!- “Benidorm será la primera ciudad en la que se
aplicará la norma mundial sobre Destinos Turísticos Inteligentes”. Y
eso sólo significa -nada más y nada menos- parné: inversiones en materia de innovación, nuevas tecnologías, accesibilidad
e sostenibilidad. Ahora, sólo falta materializarlas; pero antes hay que
permitir que se cumpla (¿verdad que se me entiende todo?).
El alcalde, Toni
Pérez, que ya lo sabía, expresó su satisfacción por la apuesta del
Ministerio de Turismo por Benidorm y en plan político planteó, con fuertes
asentimientos de cabeza de Zoreda, que -con ese respaldo anunciado por la
secretaria de Estado- “hay que abordar una planificación
urbanística que garantice la sostenibilidad ambiental, social y económica de la
actividad turística”. Vamos, meterle mano al Plan General que está ya
amarillento.
Y estuvo reivindicativo Toni Pérez: sin mencionar la panacea
del “municipio turístico” (¡Menos
mal!) reivindicó “la solución definitiva a la deficitaria financiación de los destinos
turísticos”. Acto seguido dijo que “desde el diálogo” también
abogará por “una justa inversión autonómica en infraestructuras acorde a la
aportación de Benidorm al PIB regional”… mientras algunos
representantes consistoriales no paraban
de juguetear con sus smartphones, más
de uno ajeno -que yo estaba allí, de pie, observando las jugadas- a lo que
ocurría a menos de dos metros de sus narices; como que no iba con ellos. Aunque
alguno colocó al acto en las redes sociales, que todo hay que decirlo.
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