21 oct 2015

DE UN PROBLEMA 2015 QUE NO SE DEBE OLVIDAR: LAS VACACIONES DE LA TERCERA EDAD


Nada, que el lunes 26 se debería acabar el lío y, mientras tanto, la casa sin barrer.

Dpto. Población. CSIC
Este Post va de las vacaciones del IMSERSO[1], una cosa que comenzaba en las Navidades de los primeros años 80 (turnos de convivencias navideñas) y que desde 1985 se pensó (y se implantó) como programa experimental de vacaciones para la Tercera Edad, con objeto de proporcionar a las personas mayores la posibilidad de disfrutar de una estancia de duración variable en zonas de clima suave, a precio reducido, a lo largo del periodo de baja temporada turística, de octubre a junio (por aquél entonces) como posibilidad de no cerrar hoteles de Baleares. Luego, el programa se ha implantado a nivel nacional y ha experimentado sustanciales cambios marcado por una cuestión que entonces no se tuvo tan en cuenta como se creyó: el progresivo envejecimiento de la población que para mayores de 65 es el más rápido que pudieron prever los programas informáticos de entonces: si en 2010 representaba el 7’6% de la población y en 2015 será del 18’1%.

El Programa de Vacaciones para la Tercera Edad del IMSERSO, no lo dudamos, tiene efectos beneficiosos para las personas mayores que lo utilizan y hasta para las agencias que lo mueven. Y, llegado el caso, puede ser que también para el sector turístico en general porque, se dice, se desarrolla durante las fases de baja actividad hotelera. Hay que reconocerle que los usuarios del programa se encuentran satisfechos con los servicios y la atención ofrecidos -¡faltaría más!- y lo valoran positivamente. Expresan tanta satisfacción que siempre aseguran que repetirán la experiencia. Y encima, van y lo hacen. Indudablemente hay que entender esa fidelidad al programa como un premio que les otorga el país por su contribución al funcionamiento del mismo.

El análisis del impacto económico del programa también arroja resultados positivos en las partes del león. Los ingresos y ahorros que supone el Programa de Vacaciones superan siempre las cantidades previstas, porque la ingeniería financiera es capaz de eso y de más: son capaces hasta de calcular los gastos a cargo de los viajeros -que no están incluidos en el programa- en excursiones organizadas por las agencias de viajes. Hoy sabemos que las 938.000 plazas que bien pudieran salir a la venta en unos días, de no liarse más la cosa y que son 41.000 plazas más que en la contrata anterior, mueven un volumen de negocio para las agencias de 330 millones de euros anuales (y por eso se ha dicho que en los 2+2 años de la concesión de este programa estaríamos hablando de 1.300 millones de euros). Y es por eso que calculan que cada euro invertido en el programa se transforma en 1’80 euros de beneficios generales al país. Lo dicho: ingeniería financiera que hasta puede ser verdad (según el análisis o evaluación con la que se trabaje).

Luego también está eso que dicen de que el Programa de Vacaciones para la Tercera Edad del IMSERSO tiene una incidencia positiva en la generación de empleo del sector turístico. He llegado a leer que en los 300 hoteles que no cierran para atenderles se llega a conseguir una estabilidad laboral extra desde 1.800 trabajadores a 91.000 empleos según el informe que analices: desde CCOO al propio IMSERSO. Porque aquí también hay cocina de datos y desde el cazo a la marmita cuartelera el recipiente tiene distintas capacidades a la hora de la cocción pues entran como ingredientes desde los puestos de trabajo temporales y fijos discontinuos a los que se llega a considerar que se mantienen en algún momento gracias a esa actividad. Lo único cierto es que este supuesto  incremento del empleo incide directamente sobre la Hacienda Pública (cuotas a la Seguridad Social, ahorro en prestaciones por desempleo, IRPF, IVA, Impuesto de Sociedades, etc.) y eso, nuevamente, es una cantidad superior a la invertida por el IMSERSO.

Así es que, aún entendiendo el mosqueo de quienes llevan desde el principio en esto y ahora les han dado un bocao a la altura del gemelo, la verdad es que necesitamos todos que se arregle esto porque estamos dando mucho que hablar, las vacaciones están sin vender, los hoteles que los esperaban están cerrando en algunos destinos, la gente se está yendo al paro, y las elecciones son en diciembre y al final, como dice José María Díez en su serie “SIMSERSO” (Top Turisme), estas vacaciones se le suelen agradeceral Rajoy de turno” aquellos que las disfrutan. Y por eso, atendiendo a la pirámide de edad, alguien en Moncloa (y no te digo en Génova) se lo tenía que hacer mirar. Sí, casi 8’5 millones de españoles tienen más de 65 años y hablamos de menos de 1 millón para este programa de vacaciones, pero al precio que está el voto, a lo mejor, lo del IMSERSO merece una decisión ya.

Eran, en su día, cuatro en el lío. Logitravel y Traveltool quedaron fuera; y Traveltool vende “sus vacaciones de mayores” ya. Mundosenior (Globalia -Halcón/Air Europe- y Barceló) y Mundiplan (Iberia, Alsa, Gowaii e IAG7) están hoy en la pelea judicial; vale, en este grupo no hay ninguno con banderín de Agencia de Viajes. Mundosenior, tras el primer lío, se quedaron con dos (costas e interior: 544.000 camas y un valor de 335,4 millones de euros a los que sumar 120.000 billetes, por 86,5 millones €, para billetes internacionales) de los tres paquetes (las islas son el tercero); Mundiplan se queda con lo insular (274.000 plazas y 240,1 millones € en el pliego). 

El caso es que, tenga quien tenga razón, 938.000 plazas están sin dueño y eso es como decir que hay 938.000 votos (o más) en el alar… Y luego está el paquete económico de las agencias vendedoras (ente físicas y por libre rondaremos los siete mil agentes) que también, por un mal aire, puede afectar la decisión de votar. Y no se olvide el colectivo laboral; pero con esos no suelen contar porque el voto ideológicamente tiene una traza final. Finalmente estarían los hoteles; pero de esos no se preocupen, bastante tienen con hacer ingeniería genética para salir airosos del temporal y a unas malas -por ese precio- también algo pueden encontrar.  

Miren Uds.: Yo, como plumilla, cubría aquellos actos de mediados los ochenta cuando los ministros venían a Benidorm a recordarles quienes los llevaban a vacacionar.






[1] Instituto de Mayores y Servicios Sociales; lo que antes fue el Instituto de MIGRACIONES y Servicios Social, que en esto de adaptar las siglas a nuestros intereses somos unos genios geniales.

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