Le leía esta mañana de domingo a Édouard Lartet, un tipo del XIX, que el hombre prehistórico, en
cuantito tuvo la panza llena descubrió el ocio. Ocio: no tener
absolutamente nada que hacer. Y como hace 10.000 años no se había inventado aún
el turismo, pues aquél sapiens-sapiens
se dedicó a estampar ideogramas en los huesos de las costillas de los animales
que se había zampado, surgiendo así lo que llaman arte prehistórico.
Le compro a Lartet lo del ocio y dejo para otros lo del
arte. Y lo de que no se había inventado el turismo es una obviedad de mi cosecha.
O no. Porque las primeras sociedades aquellas iban dando tumbos por ahí sin
saber dónde poner el huevo y eso le puede llevar a alguno a pensar ya en una
forma de turismo. ¡Cachis lá!; ¿me habré pasado con el chorro del orujo con el que
bautizó el café?
Como tengo en la fresquera, desde el 30 de septiembre, datos
sobre el informe FEVITUR (Federación
Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos) esperando a
que me envíen mejores datos, y como que no llegan… pues me dispongo a destripar
lo que tengo y que le tomé a vuelapluma a Pablo
Zubicaray, su presidente, cuando los expuso en el Invat.Tur.
El estudio era sobre “el impacto social y económico de las
viviendas de uso turístico” y podían trasladarse esos datos sobre el
plano de Benidorm aunque no se hubiera realizado sobre la ciudad de Benidorm. “¿Es
la respuesta al de Zontur?”, le pregunté antes de conocerlo. “Por supuesto
que no”, me contestó Zubicaray -of
course- en presencia de Miguel Ángel
Sotillos, presidente de Aptur
(Benidorm).
Luego, en la exposición del estudio, Zubicaray señaló que se
trata de “un trabajo para hacer trabajo” y que lo han realizado con la Universidad ESADE (Escuela Superior de
Administración y Dirección de Empresas) “sobre seis ciudades representativas: Madrid,
Barcelona, Mallorca (¿Palma?), Calpe, Granada y San Sebastián”.
Me pierdo en esa representatividad, pero la acepto de buen grado. “Representan
en 42% del turismo nacional” es otra afirmación que también me dejó
perplejo al no quedar matizada. Tal vez la concurrencia sí lo entendió.
Y la pregunta clave se la planteó el mismo Zubicaray: “¿qué
aportamos los alojamientos turísticos en vivienda a la economía y a la sociedad
españolas?”.
Antes de responderla, planteó los objetivos del estudio: “comprender
el alquiler, dimensionar el mercado y calcular los impactos social y económico”.
Por ello es “el primer estudio fiel y con datos reales”.
Y tras la larga introducción que me he marcado, resulta que “el
79% de los usuarios son extranjeros; y el 21% nacionales”; “que
la edad media es de un turista de 46’8 años y que el 83% viaja en familia”.
¿Es extrapolable a Benidorm?
Estos datos los han facilitados los asociados FEVITUR y las
grandes plataformas del sector como Interhome, Homeaway, etc.
Destacan que “el 32% no iría a ese destino si no
existieran alojamiento en viviendas de uso turístico” y que “9 de
cada 10 valoran muy positivamente su estancia”.
Se abogó por la reglamentación
jurídica del sector -se quiere una normativa- señalando que “así
se crea competitividad; lo que da calidad”, y que “2 de cada 3 alquileres se
realizan mediante contrato” y que “el 80% de los alojados fueron informados de
las normas de la comunidad de viviendas”.
Y el impacto
económico: tras una exposición matemática con extrapolación de datos -entre
el estudio y la realidad- nos lleva a que “6.00o millones de euros en toda España es el
impacto de la vivienda turística” (2.450 millones en vivienda y 3.550
millones en gastos en destino) con 3’7
millones de viajeros. Además añadió que el gasto en alojamiento tipo en
estancias de 7 días es de 249 €/persona
y el gasto que realiza en el destino es de 479
€/persona, repercutiendo en restaurantes, bares, compras, supermercados, transportes
y ocio, en porcentajes que no alcancé a sumar correctamente y que por eso no
indico. “¿Podemos permitirnos dejar de lado este modelo alojativo?” se
preguntó Zubicaray.
Se trata, insistió, de “un gasto que tiene penetración social”.
Los arrendadores, en un 92% lo hacen
para ayudarse en su economía; pero del estudio se deduce una actividad
empresarial ya que se da una media de 2’4
unidades de vivienda por arrendatario y como actividad también dijo que
movía empleo: “46% contrata personal para atender los apartamentos; 3 de cada 4 los reforman
para dar entrada a esa actividad y el 85% compró mobiliario para alquilarlos”.
La regulación de la actividad es la asignatura pendiente. “3 de
cada 4 se informaron de las medidas de regulación y 3 de cada 4 quieren que
cuente como actividad”. De momento, “La mitad de las viviendas están
dadas de alta como vivienda vacacional” ante una legislación que
dificulta este modelo alojativo. Y “hay miedo al cambio”, sentenció el
presidente de FEVITUR.
Los datos de Calpe, lo más cercano y turístico, señalan que “un
36% no iría a Calpe si no existiera” esta modalidad; “el
67% de los apartamentos están reformados y el 36% adaptados (¿a qué?); el
86% compró mobiliario y el 61% tiene personal para atenderlos”. En
Calpe produjo un impacto económico de 122
millones: 60 millones en alojamiento y 62 millones en actividad comercial
en la localidad, señala el informe.
Con todo, la verdad es que existe demanda de un segmento de alojamiento que crece año a año (“21% a
nivel nacional y 30% a nivel internacional”). Desde FEVITUR mantienen
que conlleva “reparto social de beneficios” y que “es necesario este modelo”,
al tiempo que insisten en que “necesita normativa”. Piden
facilidades para la evolución de este modelo y señalan que “la
competencia crea calidad y el mercado impone soluciones y adaptaciones”.
Están convencidos de que como en cualquier modalidad de alojamiento “si no
cumples con las expectativas del cliente, éste no vuelve” porque es un
alojamiento “ideal, cómodo, hogareños, céntrico y de buena relación calidad/precio”.
“El 90% que acude a este modelo son familias que en un 95% de los casos
lo contrata en Internet en portales específicos y lo hace, principalmente en
verano”.
Bueno, pues como dijo Zubicaray, un trabajo para trabajar.
¿A ver quién le pone el cascabel al tigre? Y, a todo esto (objetivo 1): ¿se
comprende el alquiler turístico?
-#-
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