Ahora que ha pasado -es un decir- ya en España el frustrante
miedo al Ébola una vez que -gracias a Dios, a la Ciencia y al tesón de médicos
y enfermeras- Teresa campa por Galicia y sólo nos sobresalta algún WhatsApp de
algún/a descerebrado/a que anuncia un ingreso en determinado hospital de un
posible caso y recomienda no acudir -y siempre tiene un familiar en el centro
que se lo ha contado en primera persona- a Urgencias de ese centro, resulta que
nos hemos olvidado un poco -que es otro decir, porque el subconsciente sigue
procesando la alarma- de la epidemia de Ébola y sus consecuencias.
Bueno, alguna noticia saldrá de los emprendimientos del
matrimonio por su mascota y sobre cómo se va a desarrollar el próximo torneo
africano de fútbol, cuyo sorteo es el 3 de diciembre.
Pero hoy me ha sorprendido el enfoque que The Economist otorga a la noticia que
bajo el título de “La epidemia de la ignorancia/The ignorance epidemic” señala que
“han caído en picado los safaris en
África” (entre un 20 y un 70%). Y les preocupa la “cosa” porque los safaris se desarrollaban, por lo general, en
países como Botswana, Kenia, Sudáfrica y Tanzania…
que están al Oeste y al Sur, incluso al Suroeste, del brote oriental de Ébola
(que ha conseguido ya colocar el número 5.000 en el contador de víctimas
mortales). Y va y les dice a sus lectores que viven más cerca del brote epidémico africano de Ébola que aquellos
países a los que pueden ir de Safari… y se lo demuestra con un mapa con distancias,
donde -por cierto- no aparece la distancia del problema ni a Londinium ni la
Pérfida Albión; ¡para qué vamos a alarmar a la parroquia diciéndoles a qué
distancia están del problema! Pero, sepan, está un poco más arriba de París… y
pongamos que está a 4.800-4.900 km.
Es más, defiende el articulista que el Ébola no es el
principal problema mortal en África; el SIDA y la malaria van en cabeza
(produciendo más muertes). Y es más, acusa al público lector, en general, de no
tener ni repajolera idea de cómo es África: “sin embargo, en la mente de
muchos visitantes, toda África es un solo país”. Y eso suena a verdad.
Yo me acuerdo, en la Universidad, cuando íbamos a comenzar aquella asignatura
que se llamaba Compartimentación Territorial de África, te daban un mapa mudo
de África y te decían aquello de “identifica
todo lo que sepas de África”… y candidatos a geógrafo, ya en 2º de carrera,
lo dejaban en blanco; alguno señaló el Nilo y ¡¡puso pirámides!! No fue mi caso,
confieso: hasta el delta del Okawango que le puse. Pero sí, hay un
desconocimiento general sobre África.
Hoy sabemos que el
turismo representa casi el 10% del PIB del África subsahariana, donde los
safaris tienen una fuerte demanda. En
2013 más de 36 millones de personas visitaron África y se volcaron
mayoritariamente por esa modalidad -safari- aunque sólo fuera fotográfico. Y
ahora, por el tema (y escribo “tema” por no escribir la palabra “miedo”) del
Ébola resulta que muchos lodges de
safari están a punto de cerrar -por la pérdida de clientes- y colapsar -porque despiden a los
trabajadores y éstos se dedican, por subsistencia, a la caza furtiva- perdiendo
decenios de trabajo... y animales.
Luego, al margen del Ébola y sumando negativos, está el tema
del terrorismo. Países como Kenia, paraíso del turismo de las 3 “eses”: Sol,
Sand (Arena) y… Safari (la “otra ‘ese’” es más nuestra), destina una
importantísima partida de su PIB a combatir el terrorismo de Al Shabah (que desde Somalia da continuos
golpes de mano). Su última campaña de promoción -Keep calm and go to Kenia- ante la falta de interés europeo y
norteamericano la han dirigido a China. Sin los ingresos del turismo, no son
nadie.
Y grupos terroristas hay en todos los países centrados en el
safari.
Y volviendo al Ébola, también el fútbol se ha visto
afectado: Marruecos ha declinado ser anfitriona de la Copa Africana de Naciones que en su 30ª Edición, al final, irá a Guinea Ecuatorial (17.01-08.02.2015). El epicentro del Ébola está en Guinea-Conakry,
Sierra Leona y Liberia. En Guinea Ecuatorial manda un viejo conocido
nuestro (España), un tal Teodoro Obiang
Nguema y dice que atiende a la OMS
y a la OMT y ambas no prohíben viajar por África ni eventos de este tipo. El 14de noviembre la OMT, incluso, ha emitido una Declaración al respecto.
No sé si todo esto
sirve para concienciar de la necesidad de atajar el problema (del Ébola,
del SIDA, de la Malaria, del terrorismo)… que
no es otro que la propia supervivencia económica y social de África. Y es
cosa de todos: atajar la enfermedad (la vírica y la socio-religiosa extrema) y
facilitar el desarrollo. Y para ello, el
Turismo es pieza clave.
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