Pasó a tomar café con los tertulianos de “Los
cafés del Meliá”, siguiendo el ciclo de candidatos para los próximos
comicios locales del 24M, la amiga Gema
Amor Pérez, líder de Liberales. Llegó
con documento de gestión, pues no en balde ha sido gobierno de Benidorm entre
agosto de 2012 y febrero de 2015.
Y vino en estado puro, “animal
político” que la han llamado. No se anduvo por las ramas: “confío en poder gobernar”; “el objetivo es doblar. Han sido 3
concejales hasta ahora… pues aspira a seis; a seis de 25. Y eso son palabras
mayores pues en donde ella espera pescar hay varias embarcaciones más.
Lo suyo, insistió, “es
cuestión de lealtad a Benidorm”. Y de lealtades puede presumir un rato. 602
apoyos en su partido a las primeras de cambio. Y Liberales es de nueva hornada.
Y hasta de gestión presumió: pocas veces un folio ha sido
mejor aprovechado, digo yo. 7 epígrafes para sus acciones: ‘medidas fiscales’, ‘grandes
temas’, ‘Más Turismo, Más Benidorm’ (que me recordó aquella revista del amigo
Flix), ‘Pequeños detalles’, ‘nuestras playas’ (y mira que hay empeño en
añadirle el calificativo de ‘urbanas’), ‘otras acciones’ y ‘regeneración
urbana’. Orgullosa recuerda y plasma que “del
intento de subir el IBI el 31’2% en 2012 hemos bajado un 10% en 2013, 2014 y
2015” o que “frente a la posible
intervención de Gobierno de las cuentas municipales en 2012, hemos conseguido en
2014 un superávit de 9 millones y otros 20 millones de remanente”.
Y ahí anda: “barrio a
barrio; programa abierto”. Recordó su reciente encuentro con los jóvenes: “apoyo a los emprendedores”. Y eso sí: amable
con las cuestiones del momento electoral pero, al mismo tiempo, enérgica en
cuestiones de gobierno. Presume de ideas de gobierno: Armanello, “mismo aprovechamiento y usos, pero cambio de
modelo. Imprescindible que siga el modelo Benidorm, que funciona,
terciariarización”. Y añade la novedad: “dotándolo de equipamiento deportivo”. Piensa en ‘stages’ deportivos.
Y me sorprendió cuando NO apostó por poner en marcha un
nuevo Plan General; yo considero que el de 1990 está agotado, pero ella dijo,
con convicción, que “es momento de
microcirugía; de regenerar la escena urbana en vez de programar un nuevo
urbanismo”. En todo caso, la que puede gobernar es ella; pero yo programaría
el Benidorm de 2050 (hay nuevos retos que los geógrafos detectamos) y dejaría
la microcirugía… porque soy muy manazas.
Eso sí, ella tiene claro -y van dos- que una prioridad
inmediata es “la Avenida del Mediterráneo”
y, naturalmente, “los retranqueos”.
Ya sé que esto lo dicen (dirán) todos los que pasan (pasen) por “Los
cafés del Meliá”; porque es de cajón, pero ella habla desde la
convicción. Y convencida está -y no me convenció, pero quién soy yo- de que hay
que dinamizar Poniente; “playa
infrautilizada” me pareció entenderle (así lo anoté). Ahí debimos
profundizar más porque, tal vez -digo yo y otros tertulianos también- el ‘encanto’ de Poniente es que no es
Levante. Y no es una perogrullada; es que hay que ser de Benidorm para
entenderlo. Por eso digo que ahí, sobre Poniente y la playa, debimos
profundizar más lo que quería decir entre tazas de café.
Me encantó oírle preguntar: “¿para qué sirve el INVAT.TUR?”. O manifestar que: “ante las necesidades sociales, incluso
cruzar líneas rojas” y puso como ejemplo el operativo de limpieza sobre la
inconclusa obra del IES Orts i Bosch, comunicando a los Servicios Territoriales
que ella iba a actuar de inmediato… Y Rovira aceptó.
Pero no coincido con ella en su defensa del nuevo ‘logo’ de
Benidorm -que no del programa de marketing- o en lo de tirarse a la cabeza el
“municipio turístico” como han hecho PP y PSPV. Ah, su logo de Liberales, dijo,
es de otra empresa y está registrado en la OAMI. Y es que una ‘L’ es una “L”.
Gema Amor tenía agenda, pero quiso estar hasta el final en
la Tertulia. Relató tiempos en el PP de Benidorm, en el grupo municipal y hasta
en el gobierno de la Generalitat, consellera que fue; sus ‘choques’ con la
cúpula del PP local, sus conversaciones con Fabra y sus contactos con UPyD: “no hubo nunca sintonía con Rosa Díez”. Y
resulta que “sí la hubo con Ciudadanos”,
pero chocan, ahora mismo en lo reciente, en lo del AVE (que no quiere Riera) o
en cuestiones de salud pública (que esgrimió hace poco Carolina Punset). Es
que, insistió Gema, “nuestro proyecto se
llama Benidorm”. Y se basó en que “la
libertad de poder decidir lo mejor para tu ciudad es fundamental; ¡no!, a las
ataduras (de partido) y ¡no!, a la
disciplina (de partido)”.
Llegado el caso -recordemos que aspira a doblar- “pactaríamos -dijo- con quienes tuvieran ideas y ganas por Benidorm”. Eso sí, recalcó:
“siempre con mucha determinación, siempre
por Benidorm”.
Recordó que los Liberales “han estado ahí; en el gobierno” y pueden presumir de “la consolidación de la Fundación Visit
Benidorm” donde ya se integran 35 empresas (y la aventura comenzó con 3),
del desbloqueo del PAI Murtal y del PAI Armanello, de los Planes de Reforma
Interior a favor de los hoteles de 3 estrellas, del SATE (atención a
extranjeros) y de la FilmOffice; del Benidorm gastronómico y de un importante número
de pequeños detalles... Incluso de la publicación de la biografía de Pedro
Zaragoza, don Pedro, y del cortometraje ‘Bikini’;
y del Diccionari de Benidorm…
Es cierto que -‘contra
natura’- una política formada en el PP (y que llegó a ser presidenta local)
terminó por pactar con el PSPV y dar estabilidad, seguridad jurídica,
confianza, dinamismo y determinación al gobierno municipal de Benidorm. Y
cuando se cansó se fue.
Declarada zaplanista, lo que no esconde -y le honra-,
insistió en lo de su “máxima determinación
por Benidorm”. Su lema ha pasado del “Amor
por Benidorm” a “Benidorm es amor”.
Ella, Gema Amor Pérez.
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