Pasó a tomar café con los tertulianos de “Los
cafés del Meliá”, siguiendo el ciclo de candidatos para los próximos
comicios locales del 24M, el amigo Agustín
Navarro Alvado, por el PSPV-PSOE.
Navarro es aún alcalde de Benidorm. Aún, porque la Administración 2011-2015 aún
está en marcha. Administración porque administra; y no legislatura, porque los
Ayuntamientos no legislan. Llegó sin documento físico de gestión, como sí
hiciera su colega de gobierno (VIII-2012 / II-2015) pero sí con las ideas muy
claras. Es lo que tiene la púrpura; que genera ciencia municipal infusa.
Agustín Navarro escucha al decano de los tertulianos, Martínes Monge. Foto: Alex Rdríguez |
Navarro ha aprovechado bien estos seis años de Primera
Autoridad local; progresa adecuadamente en filosofía de la gobernanza.
Y comenzó a las bravas: “Todo
lo que no hemos podido hacer hasta ahora, empleo y escena urbana, para los
próximos 4 años”. E insistió: “arreglado
el Presupuesto municipal, ya podemos invertir en escena urbana. Hace falta
cambiarle la imagen a la ciudad: no podemos tener hoteles de ocho estrellas y
calles de una”.
Iba Navarro a piñón fijo: “no voy a decir que voy a arreglar la Avenida del Mediterráneo; la del
Mediterráneo y otras 4 avenidas más”. Y no se arredraba: “buscaré financiación en Europa”.
Tenía cita con Mario Gaviria (que el lunes, por la mañana
sacará un conejo de la chistera y por la tarde conferenciará) e iba con prisas:
“hay que traducir ocupación (hotelera) en empleo”. Y ahí salieron a relucir
proyectos que están sobre la mesa: hoteles en Terra Mítica, hotel en el Casino,
más hoteles… y el centro comercial… “56.000
m2 y 1.800 empleos”. Es que, dijo, “al
Ayuntamiento le toca ahora la escena urbana y facilitar proyectos que creen
empleo”. Y sacó a pasear el teleférico de Punta Llisera a la Cruz (todos
estamos por la idea; otra cosas es la financiación y… otra más ectoplástica, la
rentabilidad), donde hay un mínimo trocito urbanizable, y hasta iglesias
ortodoxas (al menos, dos). A pares, oiga; proyectos a pares que esperan la
bonanza de los tiempos.
Y los tertuliamos preguntamos; y él sentencio: “la ciudad funciona a pesar de su alcalde”.
Y se creció: “voy a demostrar osadía
porque no me voy a presentar más; este será mi último tiempo (como si fuera
la prórroga de un partido de fútbol) en
la alcaldía”. Y la verdad es que Navarro, en Los cafés del Meliá,
manifestó osadía en la gobernanza.
No dejó títere con cabeza, ni obvió tema: “a favor del AVE que pase por Benidorm”,
pero ante la realidad, las lanzaderas; “la
solución está en ADIF”, pero “negociaremos
con la próxima administración alicantina” (se ve ganador y alcalde); “negociaremos con prioridad los temas
sociales” (y ahí entran cuestiones de gobierno con otras formaciones)… y
salió a relucir la lista electoral.
Hombre, le comentamos que baluartes de su equipo se han
quedado fuera de una lista conformada en primarias que, opinamos más de un
tertuliano, parece primar la simpatía frente a la eficacia: “satisfacción por la lista y por la gestión
de los que no están en ellas”. Es que las Primarias las carga el diablo,
querido alcalde.
Hablamos de mascotas y de funcionarios. Nadie piense peor;
es que por ambas cosas preguntó el mismo tertuliano. Y aquí hubo frente
informativo: “hay 148 funcionarios menos
que cuando yo entré” (es que Navarro es funcionario municipal); o “se jubilan los de la Brigada de obras y no
puedo reemplazarlos” (por la estabilidad presupuestaria) o que “algunos técnicos y funcionarios bloquean el
Ayuntamiento”; que tiene miga. Apostó por una “eficaz valoración de puestos de trabajo y un jefe de personal externo”.
Y claro, es que valoraciones de esas -VPT- se han hecho ya algunas; algo falla
alcalde.
Hablamos de la “necesidad
de supervisar las contratas” porque “a
veces no se hace bien” y Navarro se jactó: “yo he sido el único alcalde de Benidorm que ha quitado una contrata
(Parc Control)… y estamos en los juzgados”.
Esto había que trabajarlo más y mejor porque, dijo que: “todas las contratas acaban ahora; en 2017 llegan las renovaciones”.
Lo que confirma la extraña relación entre los políticos y el tiempo
cronológico: ‘ahora es en 2017’. Jo, cuando un político te diga ‘pronto’,
échate a temblar; y cuando te digan ‘mañana’… todos calvos!
Sonó la palabra ‘retranqueo’ y Navarro tiró de solera: se
sabe de lo de “regularizar”, con lo
que Cecilio se calmó; recordó que “nadie
se pone de acuerdo en la forma” y que “hay
muchos tipos de retranqueos”, para terminar con un “no voy a pasar a la Historia de Benidorm por ser el alcalde que arregló
lo de los retranqueos” para, acto seguido, reivindicar “la necesidad de una imagen de comercio”.
Tiene tablas Navarro. Así, despachó lo de Turismo con soltura: “la concejalía a disposición de la Fundación
(Turismo Benidorm)” y “dotarla de
recursos propios”.
Luego, como todos, se prodigó en típicos tópicos que
configuran la esencia de cada programa. El agua: “garantizada”. Municipalizar servicios: “no me niego a estudiarlo; algunos pequeños, podría ser”. Auditoría:
“colgada en la web”. Patrimonio municipal: “desordenado”.
Serra Gelada: “sucia”… y así, a base
de cal y arena, construyó su mensaje.
Navarro, indudablemente (es lo que da la púrpura
cardenalicia municipalista) sabe de la teorética de la gobernanza y la ha
venido aplicando. Lo tiene muy claro: “mociones
ideológicas al margen de los pactos de gobierno”, que viene siendo un
anuncio para el día 25 de mayo; “conozco
mi ciudad” y un ‘conozco con quien no pactar’, amplio, que añado yo.
A mí, que llevo la espina clavada del “Parquecillo
Tecnoilógico” ese que salió a relucir breves fecha ha, me contó que es dar otro
cariz al concepto ‘polígono industrial’; pero lo hizo con tablas; llena el
escenario.
Y como no eludió nada hasta habló con elegancia del cabeza
de lista de Ciudadanos por Benidorm: “en
los juzgados estamos”.
Y con prisa de reloj, Navarro se marchó de la tertulia
dejándonos el regusto de sus respuestas, entre sorbos de café, esperando a la
siguiente hornada de candidatos. Con estos tres primeros cerramos la serie de
los candidatos de Gobierno; ahora llega el tiempo de quienes pueden llegar a
sumar… o restar.
Nota: Sólo una
fotografía, porque Mario Ayús estaba "de asuntos propios" de su
condición de esposo; un beso Mari.
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