La cosa se está liando y de culebrilla de verano vamos a
pasar a serpiente, tipo boa, de verano.
Ayer metieron en esto al Secretario autonómico de Turismo,
Francesc Colomer.
Él, que está disfrutando de la tarjeta Visit Benidorm (ah, ¿que
no existe?; pues deberían inventarla), con tanto ir y venir y reunirse aquí, y
todo eso, y va y se encuentra ayer con
que le endilgan lo del AI. Y van y le piden un posicionamiento.
Y el señor Colomer, que fue alcalde del turístico municipio
de Benicasim se encontró ante la tesitura de elegir entre tres respuestas
posibles:
a) el AI es una cabronada de espanto, aunque más
bien es un espanto de cabronada el AI.
b) no sé a qué viene tanto revuelo y si me pincho,
grito ¡AI!, y
c) exponer la letra menuda del Capítulo LXVIII del
tomo IX del Libro de Petete de la Filosofía del Turismo, de la escuela del
realismo científico y del idealismo lógico, siempre y cuando apostando por el
método Dilthey de las ciencias del espíritu, sean tenidas en cuenta las
propuestas del Círculo de Viena -en concreto, las de Kauffman-, para lidiar con
dos dobles cambiadas.
Y, ¿qué es lo que hizo el señor Colomer? Pues encaminar sus
pasos por la tercera vía: la C. Hablar, habló, de la bondad de la diversidad del turismo.
Y el colmo es que hay quien encuentra en esa respuesta el
clavo ardiente al que agarrarse y va y dice que Colomer les dio la razón.
Llevé ayer toda la tarde intentando saber qué se quiso decir
con lo de la diversidad del turismo,
porque en la cualidad de lo variado no encuentro yo sostén al concepto. ¿O sí? Como
siempre hay alguien cerca que sabe más (aunque a veces es de sabor y no de
sabudiría) me explica que se refería el político a las clases y actividades. Y
por un momento pensé en el colegio: clases y actividades. Y no, clases de
turistas en función de lo que buscan o a lo que aspiran. ¡Toma ya!
Pero no; hasta hubo quien me habló de la diversidad en el
Turismo pero referida al trabajo en hostelería. Así que pensé y pensé, y
terminé por exclamar: ¡Cuán diversa es la composición de la fuerza laboral en
el turismo! Y tras hacerlo, advertí que Colomer no iría por ahí.
¿A quién se le ocurre preguntar al Secretario autonómico -así,
a bote pronto; sin anestesia ni nada- por la cuita local? Lo lógico era una
respuesta similar a la propinada sobre el sexo de los ángeles.
Y luego vino lo de la “ciudad
abierta”. Me acordé, aun siendo cinéfobo, de Rosellini (Roma, ciudad abierta)… que no es el caso
de Benidorm. Y hasta me acordé de quienes preconizan que cuando se acabó el
open-field, nació el enclosure, el hombre encontró el camino hacia el futuro y
el progreso. Aperturasssss. ¿Recuerdan lo que nos trajo la apertura en el 7º
Arte patrio? Pasamos del “Alba de América” al “Pierna creciente al falda
menguante” y ‘éxitos de taquilla’ similares.
Nuevamente, alguien me insinuó que Colomer no iba por ahí.
Debí imaginarlo.
De todas maneras, para entender la cosa y ya que mañana
tengo sesión con los que se posicionan contra el AI, voy a ilustrarme con el
documento Tot Inclòs de la Coordinadora Libertaria de Mallorca. Lo que no
averigüe ahí… Dicen que es un “material
de combate”.
Y parece que de eso se va a tratar a partir de ahora.
PD. Por… cierto. Luego se reactivó el compromiso con la Cátedra
Pedro Zaragoza Orts. ¿Han reparado en que el profesor Mazón, su director, y su
equipo es hipermega competente en estudios de Sociología del Turismo…? El que
avisa es avisador.
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