La verdad es que hasta que no “aterricé” profesionalmente en
Benidorm en 1987 no tenía ni repajolera idea del “todo incluido”. En aquél
final de verano la noticia estaba en la posición contraria a esta medida
hotelera y recuerdo (porque conservo las anotaciones) que había disparidad de
criterios en cuanto a su aplicación y hasta de su viabilidad en Benidorm. Algún
tiempo después José Miguel Iribas y Domingo Devesa me lo explicaban y
razonaban el concepto, la viabilidad y el contexto, en Benidorm. Entonces hablamos
de Club
Med… y de la intentona local de una determinada cadena hotelera.
Hace unos días, la propuesta del PSPV local -“ElPSOE pide poder coto al ‘todo incluido’ en Benidorm” despertaba la
cosa. La respuesta hotelera fue inmediata: “Ocurrencia”. Amable
calificativo del presidente de HOSBEC al tiempo que lanzaba la andanada: “los
políticos no pueden decidir por los clientes”. Hoy mismo ABRECA (bares,
restaurantes y cafeterías), OCIOBAL (salas de fiestas y discotecas) y AICO
(comercio) han citado a los medios y nos han dicho que “apoyan” esta iniciativa
socialista y que verían con buenos ojos que los demás grupos políticos también
la apoyaran. Dijeron más cosas, lo que les convierte en actores de un próximo
post.
El “todo incluido” -que yo ni aplaudo ni
condeno- es un invento de los años 30 ddl siglo XX; parecía inglés, pero puede
que sea corso de espíritu riso blanco… y las bebidas blancas, ya se sabe. Y
hasta parece que es del año 1935, pero… chi lo sà? Vale que en España nos
quitábamos en 1935 la pátina labriega y nos preparábamos para darnos de
guantadas, pero en Francia y Bélgica estaban pensando ya en las vacaciones
pagadas y los resorts turísticos. También en Inglaterra.
Sé que hay quien dice que fue un invento de Sir William (Bill) Butlin para sus Butlin’s,
campamentos vacacionales
familiares de verano. El primero de los campamentos lo montó en la costa Este
de Inglaterra, frente al mar del Norte: Skegness
(inaugurado el 11 de abril de 1936, antes de las fiestas de Pascua), en la
finca del conde de Scarbrough, en Ingoldness.
Lo de Bill Butlin (lo de Sir llegaría años después) eran atracciones de feria,
junto al mar. Y lo que propuso como novedad era el alojamiento en cabañas,
actividades de ocio e incluso una elemental restauración. En 1938 abrió el
segundo Butlin’s en Clacton-on-Sea
(después de abrir el año anterior un parque de atracciones al reflujo de la
ciudad balneario construida por Peter
Bruff). En realidad, el de Clancton fue el tercero; pues había abierto otro
campamento de vacaciones en Dovercourt,
en 1937, pero fue requisado por las autoridades para un programa de niños evacuados
de Alemania en ese año, antes de la guerra.
Con la experiencia “colaborativa” con los militares, cuando
estalló la IIGM, los campamentos Butlin’s tuvieron uso militar (entrenamiento)
hasta 1945; pero desde 1946 retornaron el uso lúdico y se multiplicaron los campamentos
vacaciones Butlin’s por el Reino Unido, Irlanda y hasta las Bahamas. He tenido
la oportunidad de saber de Sir Bill Butlin en el galés de Barry Island (gracias,
Molly Clemett -una “casaca roja”-,
por las explicaciones).
Los Butlin’s se hicieron famosos en la
primera posguerra porque ofrecía vacaciones con alojamiento, actividades y 3
comidas al día para toda la familia por el equivalente a una semana de salario
del cabeza de familia (que me dijo la Srta. Clemett que era sólo de 35 chelines
en 1946 y no me voy a poner ahora a comprobar). La historia turística de los
campamentos Butlin’s es extraordinaria, pero excede de este Post.
De Butlin’s habría que citar los sellos de ahorro (savings
stamps) que eran coleccionados por las familias para conseguir descuentos durante
las vacaciones en los Campamentos Butlin’s y, cómo no, el “all inclusive”.
Es que la cosa se puso al rojo vivo cuando entró en escena
Sir Frederik (Fred) Pontin y puso en marcha, en 1946, en
un viejo campo de entrenamiento del Ejército de los Estados Unidos en el Reino
Unido, en Brean Sands, el Campamento
de Vacaciones Pontin para hacer la competencia a Butlin. Y para el
verano siguiente Fred Potin (lo de Sir llegaría años después) puso en
funcionamiento el Pontins Osmington Bay… y así siguieron otros 3 más. Aquí, el
personal vestía de azul: “casacas azules”.
El caso es que Butlin y Pontin se fueron haciendo de oro y la
puñeta desde 1946 (entiéndase, la competencia) y en 1965 costaba una semana de
vacaciones familiares 16 libras en Butlin’s y 10 en Pontins…
y para contrarrestar esa diferencia de precio Butlin’s tenía a su favor los
sellitos de descuento y el “all inclusive” implantado poco a
poco desde finales de los años Cuarenta.
A pesar de estas evidencias, hay quien mantiene que quien de
verdad puso en órbita el “all inclusive” fue Gerard Blitz -un waterpolista belga
metido a negociante turístico que por no ser inglés no llegó a Sir- en su Club
Med (Club Méditerranée). El belga fundó en 1950 una organización sin
ánimo de lucro (entonces) dedicada al alojamiento de turistas internacionales en tiendas de campaña plantadas en suelo
balear (sí, en España, en las Islas Baleares; en Alcudia) como “antídoto
a la civilización”. En 1954, Blitz se asoció con el suministrador de
las tiendas, Gilbert Trigano, y, con
financiación del Barón Edmon Rothschild,
montaron su imperio de vacaciones.
Verano 1950; Primer campamento Club Med, en Alcudia, Mallorca |
Blitz, en realidad, copió la idea del ruso Dimitri (Dima) Philippoff (un presunto aristócrata ruso blanco, y waterpolista -así
conoció a Blitz- que se ganaba la vida como periodista del motor porque la
revolución rusa había acabado son sus títulos e ingresos) y que había montado
en 1935, en Córcega un club de vacaciones junto a las playas del Golfo de la
Ravellata, l’Ours Blanc (“El Oso
Blanco”, el sobrenombre del equipo ruso de waterpolo) bajo la fórmula “tout
compris” (el también “todo incluido” versión gabacha). La
IIGM dio al traste con la idea de Philippoff y en la muy difícil posguerra en
Córcega el oso blanco perdió la piel aunque en 1946 comenzó la nueva etapa de
l’Ours Blanc integrado en el Club Olympique de Calvi hasta que
terminó fagocitado en el Club Med, en 1956, con lo que la idea tout compris/all inclusive/todo incluido
quedaba en casa.
En fin, que si hay que echarle la culpa a alguien por eso
del todo incluido pues repártanla entre el ruso Philippoff -por, parece, ser el 1º en inventar esto del “todo
incluido”, el belga Blitz y
los británicos Betlin y Pontin. Entre todos lo implantaron.
Y para guinda de este pastel, una anécdota: Betlin quiso
comprobar cómo eran los campamentos de Pontin y visitó uno de incógnito; y se
fotografío en el bar para demostrar su osadía. Esa foto fue utilizada por
Pontin para publicitarse: “las mejores
personas vienen a Pontins”… lo que no gustó nada a Betlin.
PD.- Butlin’s y Pontins sucumbieron cuando los ingleses
descubrieron el chárter y el paquete turístico como medio de viajar a la
soleada España (península, Baleares y Canarias) y a otras partes del Sur de
Europa. Pero estos campamentos se hicieron tan populares como el Sunday Roast o
la Morris Dance. Los campamentos aún existen y siguen siendo un entrañable
lugar de vacaciones en el Reino Unido. Ahora mismo Bourne Leisure es la
propietaria de los Butlin’s a través de Butlin’s Skyline Ltd. Y quedan 3 de los
10 que tuvo la empresa original, pero trabaja otros resorts y líneas de negocio
de ocio y turismo; los adquirió en el año 2000 a The Rank Group, que los había
comprado en 1972. Los campamentos Pontins terminaron (2008), tras un periplo
accionarial, integrados en Ocean Parks.
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