22 dic 2018

DE POLITICA TURÍSTICA (y IX) - De que el turismo es indestructible, ¿O no?




Y llegamos al siglo XXI en este repaso, mi repaso (mi muy particular repaso), a la política turística de este país cuando está a punto de entregar la cuchara el octavo año de la segunda década.

El segundo gobierno Aznar (2000-2004) diseñará su política turística y sus planes de excelencia turística para el periodo 2000-2006 a través del PICTE (Plan Integral de Calidad del Turismo Español), que surcando la cresta de la ola turística nos colocará con buenos resultados ante el inicio de la crisis económica mundial que el Turismo advierte en 2007.

El PICTE ya analiza las transformación que se avecinan en el sector y en el comportamiento del turista; las nuevas tendencias son objeto de análisis. Los efectos de la globalización se analizan; se tienen en cuenta la subcontratación de actividades; las nuevas formas de la intermediación y comercialización; el factótum Internet y las nuevas tecnologías. Se aventura lo que ocurrirá y, de hecho, ocurre al compás que el PICTE está en la calle.

Se creó el Observatorio del Turismo… pero se ha pasado el tiempo buscando ovnis.

El PICTE se centró en aspectos de calidad y desarrollo tecnológico. Los Sistemas de Calidad pasaron a ser la tónica del sector. Se creó el ICTE (Instituto de Calidad Turística Española). El ICTE nos llevará al Sistema de Calidad Turística Española y a la calidad en destinos turísticos (SICTED).

A través del Instituto Cervantes, se programará un Plan de impulso al turismo idiomático bajo el prisma de la enseñanza del español como recurso turístico que llevará a programaciones específicas, independientes, de turismo cultural creándose el marco de una auténtica oferta turística cultural que, la verdad, siempre había existido y habíamos presumido de ella, pero no orquestado.

En 2004 ganará las elecciones José Luís Rodríguez Zapatero. Estábamos en una etapa dulce en que las millonarias ayudas de los gobiernos despertaban adhesiones por doquier.

Y, de repente llegará la crisis. Todos hablan de la crisis de 2008; pero en 2007 los hoteleros de media España ya dijeron que las cosas estaban mal. Aunque como siempre estaban quejicosos, poco caso se les hizo. En octubre de 2007 las subprime (hipotecas basura; DR Horton, en marzo, lo anuncia) explotaron, Bear Stearms y los hedge funs la crisis hipotecaria llegó al sistema financiero USA (quiebra de Lehman Brothers) y en nada al internacional (informe OCDE: “la crisis financiera podría alargarse por tiempo indefinido”), con los problemas de liquidez (derrumbes bursátiles de enero y octubre), crisis alimentaria (que nos pillaba lejos), el desempleo (que se disparó)… La crisis bancaria (2010) y los rescates bancarios, el movimiento 15M (2011)…

Aún en 2017 se especulaba con que si España había salido de la crisis. Toda una década. Y eso que se consideraba que en 2014 habíamos salido de ella.

El caso es que Rodríguez Zapatero (2008-2011; 2º mandato, tras negación y brotes verdes de moho) y Rajoy Brey (2011-2018) encararon la situación. Aquí es economía pura y dura: 100.000 millones de euros a la banca en rescates y 50.000 millones del Plan E, con reforma laboral de unos y otros. Sí, por que a la de ZP siguió la de Rajoy con más recortes desde aquel 21 de diciembre de 2011 y todas estas cuestiones las tenemos más frescas.

¿O no? Porque los planes de 2009 para atraer turismo chino aún me martillean en la cabeza; como las de impulsar el turismo sostenible. Zapatero fue el de “las cifras del turismo asustan” (y estábamos en crisis) apostando por equilibrar los flujos turísticos. José Montilla y Joan Clos fueron los titulares del departamento 2004-2008; Miguel Sebastián y Elena Espinosa los responsables hasta 2011. De destacar, en Plan Renove Turismo (400+600+1.000 millones de €) o el Plan FuturE (500 millones a través del ICO) para sostenibilidad energética y accesibilidad. Y sí, con el turismo llegó el célebre traspiés ante el micrófono, hablando de la promoción del turismo español en Rusia, ante el primer ministro Medveded, de un acuerdo para “estimular, para favorecer, para FOLLAR (apoyar) ese turismo”.

Es Zapatero quien comienza con los consejos de ministros monográficos para el turismo; recuerden lo malita que estaba la cosa: congelación tarifas aeroportuarias y nuevas rutas de navegación comercial. Y como España estaba en la presidencia del Consejo de la UE (enero-junio 2010) hasta se convocó la primera Reunión de Ministros de Turismo de la UE; de las llamadas “informales” hubo varias (y sigue habiendo), pero aquella, en la que se invitó a Iberoamérica, una y solo una. No más. Y también una Conferencia Euromediterránea de Ministros de Turismo a la que, muy en la línea zapateril, se invitó hasta a la Liga Árabe. Y no olvidemos la Declaraciónde Madrid (15.04.2010) sobre sostenibilidad medioambiental, cultural y social del Turismo. Y hasta llegamos a la Nueva Economía del Turismo y el Plan 2020 que excede mi capacidad de comprensión y consiguiente explicación para este Post.

Y el 22 de diciembre de 2011 presenta Rajoy su nuevo gobierno, tras su victoria en la urnas, y el canario José Manuel Soria es ministro de Turismo (e Industria y Energía), al que sucederán como titulares Luís de Guindos, brevemente (abril a noviembre de 2016) y Álvaro Nadal hasta junio de 2018.

Rajoy pedía “cuidado y mimo para el turismo” cuando arrancó la turismofobia. Y pidió más: responsabilidad y sensatez. Reconoció que el turismo “tiraba del carro” de la Economía española. Y es que con Rajoy y sus duras, durísimas medidas, la economía se fue ajustando y con viento de cola procedente de Europa y del mundo, esto fue mejorando. Comenzó recortando el presupuesto de turismo en 2012 un 30%... cuando había dicho en su discurso de investidura que “El turismo es nuestra principal industria exportadora”. Todos se apretaban el cinturón y Turismo, también. Y como íbamos de récord en récord, una de aquellas tardes palmesanas dijo aquello de que “el Turismo en indestructible”.

Fue el tiempo de expansión de las ayudas a jóvenes emprendedores y del FOMIT, Fondo financiero del Estado para la modernización de la Infraestructuras Turísticas. También un Plan Integral de Turismo y, como en todo este tiempo, desde mediados de los años ochenta, las Comunidades Autónomas gestionando planificación y políticas por su cuenta.

Y sin ninguna política de Estado más.

Primero, porque estábamos en los inicios (1951-1962); luego, porque estábamos en fase de desarrollo (1962-1974); después, porque nos estábamos modernizando (1974-1982) y pesaban mucho las incertidumbres. Luego, llegaron las CCAA y la dualidad; pero eso abre una nueva etapa. Primero, nos tuvimos que adaptar (1982-1991); luego, nos tuvimos que poner las pilas e innovar al compás de los tiempos (1991-1996) para iniciar un periodo de cooperación entre administraciones (1996-2006) que la crisis mandó al garete.

Y como la cosa era -y es- tan solvente que resistió, aquí que estamos pensando como subsistir cada uno por su lado. ¿O no?






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