2 dic 2018

POR LOS COMPAÑEROS Y AMIGOS DEL DIARIO INFORMACIÓN




Malos tiempos para la lírica… dijo alguien refiriéndose a dificultades en un mundo mercantilista como este donde sólo se valora la rentabilidad económica. Malos tiempos, ¡Vive Dios!, para las cabeceras de los Medios de Comunicación.

El viernes por la tarde la Asociación de la Prensa nos comunicaba la situación de loscompañeros del Diario Información deAlicante, la única cabecera en papel que queda. Es que hasta la pervivencia del Información es hoy cosa de la lírica.

Lo que hoy es el Diario Información de Alicante se creó en el año 41 -un 18 de julio, cómo no; la ley es del 13 de julio- como periódico de la Falange (FET y de las JONS) -La Información de Alicante- heredero de La Gaceta de Alicante de 1939 a partir del cierre del diario comunista Nuestra Bandera. Desde entonces ha pasado Información por muchos avatares y manos: desde Prensa del Movimiento a Medios de Comunicación Social del Estado (1976-1984), hasta integrarse en Prensa Ibérica que mantiene actualmente 19 cabeceras por toda España; aunque ha cerrado cuatro.

Y esa es la cuestión: la amenaza -si no de cierre- de que la provincia se quede sin su única cabecera provincial, el despido de trabajadores y enmudecer una voz impresa que informa y crea opinión. Que, obviamente, te puede gustar o no.


Es que de colocar en el mercado sesenta mil ejemplares ha visto Información cómo sus rotativas tiran menos de papel porque ahora tiramos más de móvil y nos cuesta un huevo -y parte de la yema del otro- rascarnos el bolsillo para leer algo que nos aparece en la pantalla del móvil. Y si es una ‘noticia de pago’, con sólo leer el titular… nos la imaginamos y a otra cosa mariposa, porque siempre estará el bar -el bar de la esquina- donde en un ejemplar más manoseado que la baranda del puente y con más manchas -de aceite (de la tostada de turno)- que la piel de un dálmata leeremos por fin, en un ejemplar todo descuadernado, esa noticia, ese comentario o esa foto de máxima actualidad.

Así la prensa escrita no marcha y los periodistas no tienen, tenemos, ni por venir, ni por llegar.

En la última Noche Off the Record, en el ADDA, hablábamos de cuando Vocento cerró la delegación de La Verdad en Alicante (y la provincia) y de que el periodismo era una profesión cargada de incertidumbre. 2017 fue un año duro a nivel provincial y nacional; hubo reajustes y mucho más.

Hace unos días me decía una compañera que tenía las maletas hechas porque aquí, en Benidorm, ya no había posibilidad de seguir. No quedaba puerta de Medio por tocar, a pesar de la indigna precariedad. Periodismo local; y ahora el periodismo provincial.

Y me vienen con lo de reforzar la credibilidad para recuperar aquella posición de fortaleza de los Medios. Sí, fue una de las propuestas de los gurús en 2017; sólo así se ganarían seguidores. Pues ya ves. ¿O es que al Información no le hemos dado siempre toda la credibilidad?

Y luego está la precariedad a la que están siendo abocados los periodistas. La precariedad es la que en los últimos años está incidiendo en la credibilidad de los profesionales y de los propios medios. Se cuestiona la independencia de los periodistas en su trabajo y la confianza de los ciudadanos en la información, por la precariedad en que se mueve el sector.

Ni te cuento si quiere ir por libre.

Incluso los medios digitales tienen que hacer encaje de bolillos para subsistir.

Sí, las tecnologías de la información y la digitalización de la sociedad da muchas, muchísimas, posibilidades, pero es necesario estructurar la cuestión en cuanto a la información: hay que saber hacer información y crear opinión.

Llevamos ya años cuestionándonos el futuro del periódico en papel. Todos sabemos que tienen los días contados, pero precisan de una transición ordenada. El papel, sabemos, no es el futuro. Pero es increíble que la solución venga de las redes sociales porque no cuestan nada. Y es donde todo vale.

Y hablando de las redes sociales, decía el profesor Cervera (URJC) que los datos, ahora, “pasan a ser irrelevantes”; que la imaginación de quien usurpa el papel del periodista pasa a ser “el respaldo de los bulos” y cuando se demuestra que es mentira -fake news- entonces se refuerza aún más la creencia: “las noticias se inventan, se difunden y se defienden, y si se demuestra que son falsas, se convierten en chistes y se descartan con un encogimiento de hombros”.

Esto tenemos que hacérnoslo mirar: ¿es que no nos importa que lancen infundios?; ¿es que no importa que no sean verdad las cosas que se publican?; ¿Por qué lo creemos todo y lo aceptamos sin más?

Ahora cualquiera lanza su concepción -incluso invención- de un tema, de un acto, o de cualquier cosa sin intentar contrastar. No pido que -como la ciencia- sometamos la cuestión a falsación, pero sí que los principios éticos del periodismo presidan esa acción, a veces refleja, de comunicar la actualidad. Y para ello no hay nadie más capacitado que el periodista en el pleno ejercicio de su labor.

Sí, hay que ser curioso, tener la capacidad de transmitir esa curiosidad, ética, persistencia, habilidad en el manejo de las palabras y concepción sucinta de la realidad expresada. Sí, el qué, quien, cuándo, cómo, dónde y el por qué deben seguir siendo un una meta. No basta con la inquietud y la ilusión; es necesaria la vocación. el espíritu práctico y mirada crítica. A sabiendas, ¡Ojo!, de que la objetividad absoluta no existe -todos tenemos nuestro corazoncito- pero sí la total independencia de criterio.

El periodista es aquél  que puede abrirse sin prejuicios a la realidad, lo que implica un respeto a la naturaleza de las cosas y el esfuerzo por descubrirla. Es quien demuestra actitud reflexiva que se concreta en el sentido crítico adquirido, la aptitud de análisis en que ha sido instruido y la capacidad de síntesis para contarlo todo en un espacio medido acorde a la importancia del hecho. El referente permanente debe ser la búsqueda de la verdad y su comunicación adecuada, utilizando el lenguaje y los modos apropiados; cosas que se enseñan y el tiempo afianza. Como el afán por documentarse y actualizar continuamente la línea del tiempo de actualidad.

Y tal como está el parque va a terminar siendo real la frase del profesor José Cervera (y vuelvo a él) para con sus alumnos de último año de Periodismo en la Rey Juan Carlos: “Tendréis que empezar a buscaros los garbanzos en algún medio de comunicación que acepte al periodista como animal de compañía...”. Y no, no es eso.

Hay que recuperar el seno ejercicio de comprar el periódico cada mañana; es por nosotros. La libertad de prensa la ejerces tú, lector. Sí, comprando el diario que tú quieres, con el que tú quieres informarte. Sólo así mantendremos ese vector que nos ayuda a desarrollar nuestro pensamiento crítico y estimula nuestra conciencia.



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El hashtag es #menosdespidosmásinformacién






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