Sí, así: de reflexio profunda, en latín.
Porque profunda es latín correcto y reflexio lo mismo: reflexión
profunda, en cristiano.
Yo, tal día como hoy (15 de Agosto) de hace 54 años |
15 de
agosto. Hace 55 años que estoy por aquí; fui madrugador. 6’30 AM
(Leo-Leo-Leo), lo que me valió un “OK”
de Mauricio Sandró cuando Manuel Martín Ferrand me fichó para aquella aventura
que fue Antena de 3 de Radio, SA., aún en la parte alta del Hotel Cuzco de
Madrid, cuando no habíamos recalado en Oquendo 23. De poco más me ha servido
eso de Leo-Leo-Leo; sobre todo porque no cree uno en esas cosas astrales.
Hoy, la verdad, no me he levantado como otros días; pesa la
espada de Damocles de un ERE inmerecido e impostado[1]
que afecta a tirios y troyanos[2],
por igual.
Mañana mismo, estamos convocados a una huelga… y serán seis
jornadas , seis, en lo que queda de mes, por un ERE que sí, o sí, saldrá
adelante y afectará a todos, y mucho más a los que sumen a la protesta pues con
la nómina de agosto definirán las indemnizaciones. Es una batalla perdida, conciencia por
delante; pero la rabia no la puede quitar nadie. Profesionales como la copa de
un pino ven, vemos, en entredicho un
futuro inmediato.
No temo a tener que buscar a estas alturas un nuevo trabajo;
temo a la creciente desazón que me provoca el verme abocado a esa situación.
Hay luz al otro lado, pero es un golpe, una hachazo invisible que dijo el poeta
orcelitano.
Pero no por ello he renunciado a comer con un Gran Claustro
Cuvée especial 2007, rematando la cosa, nunca mejor dicho, con un par de
copitas de Marc de Cava, también de Perelada, para que todo quede en casa, y un
Cohiba edición limitada 2012, pirámides extra (gracias, José María, por la caja), que me ha dado la puntilla… que
a estas altura de la noche aún noto.
Mientras he estado en duemevela canicular vespertino le daba
vueltas a una frase que me ha enviado mi amigo José Tomás, que no es el torero
aunque torea de salón, el mu lozano alicantino: “Los seres humanos no nacen para
siempre el día en que sus madres los traen al mundo, sino que la vida les
obliga a alumbrarse a sí mismos una y otra vez”. Dice que es de García Márquez; pues qué bien.
Pues alumbrémonos de inmediato; qué caray. En setenta y dos
horas… más calvo y buscando nuevo curro. Voy a desempolvar currículos, títulos,
cursos, certificados y otras lindezas que avalen la próxima etapa.
No, si este agosto sabía yo que…
PD. Para este inminente y próximo alumbramiento no me
confundan con los Alumbrados, versión española de los Iluminados. Uno quiere ya
marcar distancias.
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