Esto de que hoy sea festivo -Fiesta Nacional- se lo debemos a una austriaca (archiduquesa de
Austria -emparentada con el contrayente por ser tataranieta del gran Carlos III-, aunque nacida en Moravia,
concretamente en la gris y feísima Brno), Maria
Cristina de Habsburgo-Lorena (a quién el pueblo de Madrid puso por nombre “Doña
Virtudes”), reina de España tras matrimoniar en segundas nupcias con Alfonso XII, “El Pacificador” -también llamado “El Triste” por la peli -(¿cómo llamarán a Don Juan Carlos I?)-,
cuando presidió los fastos del IV
Centenario del Descubrimiento de América. Lo más seguro que la idea fuera
de Sagasta (Práxedes Mariano
Mateo-Sagasta y Escolar), aunque el bienio (julio 1890-diciembre 1892)
presidiera el Consejo de Ministros Cánovas
(Antonio Cánovas del Castillo). Y como Fiesta
Nacional quedó, en rojo y feriado en almanaques y calendarios, desde aquél 12 de Octubre de 1892.
El siguiente paso se dio en 1908 con motivo del IVº Centenario de la Colonización de Puerto
Rico. La cosa estaba dura después de los 110 días de guerra con los EEUU,
cuando perdimos Cuba (Desastre
de 1898) que nos costó, además, Puerto
Rico, Filipinas y Guam. Pues con esas a cuestas, diez
años después de El Desastre, los
borincanos quieren acordarse de la Madre Patria y organizan fastos
festivos (para distanciarse de los yankees)
en el Casino Español de San Juan y en el Ateneo Puertorriqueño (en homenaje a Juan Ponce de León, que además de Puerto
Rico se dedicó a La Florida -motivo por el que los yankees aceptaron-), que en 1909
la Junta de Festejos de Cádiz y para conmemorar en 1912 el Centenario de las
Cortes de Cádiz recogió con fuerza buscando la comunión de ambas orillas del
Atlántico, desde Cádiz a toda América, y que recogió luego la Sociedad Unión Iberoamericana.
Y ahí entró en liza Faustino
Rodríguez-San Pedro y Díaz-Argüelles (bisabuelo que es de Rodrigo Rato -exministro de Aznar y
expresidente del FMI- diputado que fue por Alicante en 1884) que en 1899 ya era
senador vitalicio (con lo que vemos que la cosa ha cambiado poco en los últimos
ciento veintitantos años después). Fue varias veces ministro con Alfonso XIII “El Africano” (insisto, ¿cómo llamarán a Don Juan Carlos I?; se
están quedando sin nombres) y llegó a presidir la Unión Iberoamericana. Así la
cosa, este Faustino lanza la idea en 1913
para que se celebre lo que llamaron Fiesta
de la Raza Española con el pretexto de “exteriorizar la intimidad
espiritual existente entre la Nación descubridora y civilizadora y las formadas
en suelo americano, hoy prósperos estados”… Y así comenzó la esto, como
una fiestecilla casera hasta que en 1917 el presidente argentino Yrigoyen (en
realidad, Hipólito Hirigoyen Alem) declaró este día, 12 de Octubre, Fiesta
Nacional… y comenzaron a llamarle De la Raza y hoy en día le llaman
(desde 2010; ¡ay los Kitchner!) Día del Respeto a la Diversidad Cultural.
En España, el Día de
la Raza se oficializó por Ley de 15 de Junio de 1918, el llamado Decreto Maura
(Antonio Maura y Montaner), y así se mantuvo hasta 1934… Y terminada la
contienda española, el 9 de marzo de 1940
una Orden del Ministerio de la Gobernación dijo en su artículo 7º que “Son Fiestas Nacionales Absolutas el 19 de
Abril (Fiesta de la Unificación[1]),
18 de Julio (Fiesta del Trabajo Nacional),
1º de Octubre (Fiesta del Caudillo) y 12
de Octubre (Día de la Raza)… y así hasta 1958.
Lo del Día de la
Hispanidad nació en Argentina de la mano del obispo Vizcarra (Zacarías de Vizcarra y Arana, un vasco colaborador que
fue del cardenal Gomá -Isidro Gomá Tomás-, clave en la organización en España
de Acción
Católica). Vizcarra, en su etapa bonaerense, en 1926, escribió “La Hispanidad y su verbo”
postulándose a favor de ese nombre, Hispanidad
(frente al de Raza), que recogió, un par de años después (1926), el embajador de España en Buenos Aires, el periodista Maeztu (Ramiro de Maeztu y Whitney), quien
asumió y abanderó a través de la revista Acción
Española (de ideología ultra católica y monárquica; de diciembre de 1931 a
julio de 1936) difundiéndolo en la península y en Iberoamérica, con buena
aceptación. El 12 de Octubre de 1935
se celebró en España el primer Día de la
Hispanidad. Luego vendría la guerra y la postguerra con el franquismo que
vuelva a Raza, aunque el 10 de enero de 1958
un Decreto de Presidencia del Gobierno oficializa en España el Día de la Hispanidad… aunque en muchos
discurso oficiales -y ahí están-, desde 1943,
se alude más del Día de la Hispanidad que al de la Raza.
Y así hasta la España constitucional y monárquica de 1982 en que el 12 de Octubre es la Fiesta Nacional de España y Día de la
Hispanidad (BOE 1, 1 de Enero de 1982 publica Real Decreto 3217 de 27 de
Noviembre de 2011) que ya en 1987
adquiere rango de ley -Ley 18/1987 – BOE 241/87- que establece que el Día de la Fiesta Nacional es el 12 de
Octubre, asociando el hecho del Día del Descubrimiento, pero
prescindiendo de Día de la Hispanidad.
Bueno, para todos, aquí, hoy es el Día del Pilar, de la Virgen
del Pilar, patrona de Zaragoza (1642), del Reino de Aragón (1678), de la
Guardia Civil (1913), del Cuerpo de Correos (1916)… de varios cuerpos e
instituciones miliares y de la
Hispanidad (1945, Pío XII; Gran Madre
de la Hispanidad).
Con todo esto: Felicidades a las Pilares… y a los baturros y
baturras.
¡Que lo voy a hacer si yo, también, nací en el Mediterráneo…!
[1]
norma jurídica dictada
en Salamanca en 1937 que disolvía todos los partidos existentes entonces y
creaba un partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS
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