Desde luego que el
cine no es lo mío, pero “tengo” películas que soy capaz de ver una y otra vez
sin cansarme. Hasta casi se me los diálogos. Una de ellas es recurrente, muy
recurrente: “Los últimos de Filipinas”.
"Los últimos de Filipinas" ya en el cuartel Jaime I de Barcelona, en 1899 |
Ya sé que es blanco y negro y todo eso, pero es que me
gusta. Y “lo más grave”: siempre la veo por estas fechas, cuando se habla del Día de las Fuerzas Armadas. Es mi
homenaje. Lo hago, como lo he hecho hoy, y se me vuelve a poner la carne de
gallina cuando la tagala Tala (la actriz Nani Fernández) canta “Yo te diré”… y sigo sin saber si es
un bolero a una habanera, pero se me pone un nudo en la garganta cuando la
escucho.
Ya desde ‘CEA
Distribución presenta’, con la puerta de Alcalá en una esquina, me embarga
la emoción. Veo siempre los créditos. La voz en of narra el momento y cabalga
el correo con la noticias y las órdenes, hostigado por el enemigo, y consigue
llegar a Baler… ¡coño!, es Tony Leblanc… y le ordenan que reparta
el correo… y la tagala Tala canta… Yo te diré / porqué mi canción / te llama sin cesar. /
Me faltan tus risas / me faltan tus besos / me falta tu despertar. / Cada vez
que el viento pasa se lleva una flor / pienso que nunca más volverás mi amor / no
me abandones nunca al anochecer / que la luna sale tarde y me puedo perder. / Y
ya sabrás / porqué mi canción / se siente sin cesar. / Mi sangre latiendo / mi
vida pidiendo / que no te alejes más. / Cada vez que el viento pasa se lleva
una flor / pienso que nunca más volverás mi amor / no me abandones nunca al
anochecer / que la luna sale tarde y me puedo perder. / Yo te diré…
El soldado Juan Chamizo es Fernando Rey… y el correo que había
estado de permiso en España les cuenta cómo estaba la patria a ellos que
estaban a 11.800 km… que si el tranvía,
que si el cinematógrafo –“¿y eso qué es?”, que si el duelo entre Guerra
y Guerrita
a verónicas… el desertor, el héroe, el amigo… están todos. Hasta, cómo no, el
tabernero traidor. “Lucharéis contra la emboscada y la traición…” o “sin
permiso de Dios la muerte no mata a nadie…” son frase cincelada por la
película.
Llevaban desde el 30 de junio de 1898
defendiendo Baler, refugiados en la construcción más sólida, la iglesia de San
Luis de Tolosa, rechazan el oficio del general Ríos, en febrero de 1899, donde
se les ordena “evacúe la plaza trayéndose el armamento y las arcas del Tesoro…”
porque no tenía número de salida. La burocracia española era la burocracia ya
en aquellos días.
Y envían al correo a Manila en busca de
confirmación de las órdenes… y lo capturan. Los insurrectos lo devuelven a
Baler, pero el correo se escapa y es abatido. La misiva para Manila decía: “En
caso de no recibir órdenes en contrario, seguiremos resistiendo indefinidamente”.
Cuando vuelve a sonar el “Yo te
diré…”, casi una hora después de la primera, el corazón está en un puño.
Tala canta para desanimarlos. Al ritmo de bolero (o habanera) llega la
respuesta por bulerías… hasta que una bala siega aquella garganta.
Incluso el enemigo de la guerra de 1898, los
EEUU, intenta rescatar a la guarnición de Baler. “Yorktown” envía una sección
de fusileros que son barridos desde la costa por los tagalos.
Los de Baler repelen una y otra vez los asaltos;
la lucha es cuerpo a cuerpo.
Entonces aparece el Teniente Coronel Aguilar: “Hace 6 meses que las Filipinas no
son nuestras”. El teniente Martín
Cerezo le dice que para rendirse necesitaba “órdenes de la superioridad”.
Por los periódicos de España que les
entregan confirman que de verdad la guerra terminó. No cabe mantener la
posición… “Hemos obrado como mandan las Ordenanzas Militares” aduce Martín
Cerezo. La condición de rendición es que “la fuerza sitiada no quedará como prisionera
de guerra”; advierten que de lo contrario saldrían a vida o muerte
porque aquella tierra aún era de España.
El final es apoteósico: ellos han mantenido
la bandera y resistido el asedio durante 337
días. El 2 de junio de 1899 abren
las puertas de la iglesia de donde han permanecido atrincherados y los
sitiadores les presentan armas. “De a cuatro, izquierda”, ordena el
teniente y abandonan Baler.
“La bandera no es un desafío es simplemente
dar cuenta de que estamos aquí…”. Aunque en un momento del cerco se
arrancan cantando lo de “5.000 filipinos, 4 cañones, una bandera al
viento, treinta españoles… una bandera al viento y sus riñones”
El 10 de diciembre de 1998 se firma el
Tratado de París; en Baler, “ellos no se enteraron, ni quisieron
enterarse”… “Y otra vez el teniente Martín Cerezo se
enteró de las noticias con retraso…” le concedieron la Laureada de San Fernando.
El decreto del presidente Aguinaldo |
PD.-
En la iglesia de Baler quedaron sitiados un contingente español de cincuenta
soldados y clase de tropa, al mando del capitán Enrique de las morenas (muerto
de beriberi), los tenientes Juan Alonso Zayas (muerto por bebiberi) y Saturnino
Martín Cerezo, cuatro cabos, un corneta, 45 soldados, el teniente médico
Rogelio Vidal de Quiñones y 3 sanitarios. También formó parte de aquél grupo el
párroco de Baler, en cuya iglesia se refugiaron, y dos religiosos franciscanos del vecino pueblo de Casiguarán. En
total, 57 militares y tres frailes.
De ellos, desertaron seis (cuatro
soldados y los dos sanitarios filipinos) y fallecieron
dieciséis, entre ellos el párroco de Baler y los 2 oficiales de mayor rango.
En total, sobrevivieron al asedio 38 españoles.
En el lado filipino se desconoce el número de tropas sitiadoras, que no
formaban parte todavía de un ejército regular, pasando el mando del asedio por
manos de varios oficiales. Se calcula que sufrieron 700 bajas entre muertos y
heridos.
Por
decreto del presidente de la República de Filipinas Emilio Aguinaldo se consideró a aquellos hombres amigos y se les proporcionó
pases para regresar a España. Lo hicieron a bordo del vapor “Alicante” que partió de Manila el 29 de
julio de 1898 llegando a la ciudad condal, donde se les tributo homenaje, el 1º
de septiembre. En el vapor “Isla de Pamay” volverían a España en
1904 los cuerpos de los 16 fallecidos.
* Los pormenores de "El Sitio de Baler" en http://www.eldesastredel98.com/capitulos/pacifico6.htm
* Los pormenores de "El Sitio de Baler" en http://www.eldesastredel98.com/capitulos/pacifico6.htm
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