Bueno pues, después de un lapsus dedicado a los exámenes de
diciembre (hay que prepararlos, desarrollarlos y corregirlos), retomo la
actividad con una frase ya estereotipada: “Pasó
por Los Cafés de Meliá…”
Sí, porque, pasó por Los
Cafés del Meliá el chef Abdelkader El
Mlih… Vamos, Abdul; el chef de Casa Abdul, aquél lugar que trajo el
sabor de marruecos a la Calle la Palma de Benidorm desde los años 70.
Aprendió Abdul el
oficio en los fogones de su abuelo, que hacía el rancho para las tropas
españolas en tierras de soberanía en el Norte de África… y poco a poco fue
entrando en ese mundo que le llevó a trabajar ya en otro restaurante tangerino…
hasta que los años 70 recala en Benidorm.
En la Calle la Palma trabajó en un restaurante y llegó a
montar hasta otros dos, como copropietario: L’Escargot y Casa
Abdul, historia gastronómica de Benidorm. Pero con los socios que se
buscaba no le salían las cuentas y lo dejó. Mucho esfuerzo para que se
esfumaran los resultados.
Se abandonó hasta que nuevamente emprendió la aventura,
ahora en La Nucía. Y allí vuelve a
brillar su cous-cous y sus
especialidades de cocina marroquí. Vuelve a brillar su humanidad y saber hacer.
Sus amigos bien saben de él, y su cous-cous sigue ganando adeptos.
Esta es una tierra que desde aquellos tiempos de la
migración gaviota, por su vínculos con el norte de África (Benidorm, limita al
Sur con Argelia, mar Mediterráneo por medio), hay pasión por esa comida. Y Adbul nos dijo que no hay muchas
diferencias a la hora de comer entre las cuatro orillas del Mediterráneo.
Pero, hoy, hablar de Abdul
es hacerlo también de Cocina por la Paz,
una iniciativa del malagueño Samuel
Perea y del israelí Victor Gloger
que ha unido ya a otros chefs del Mediterráneo -como el palestino Ahma Nuaf y nuestro Abdul-
en un homenaje a la paz, la convivencia
y la gastronomía. Mira, a lo mejor/peor la Casa del Mediterráneo podría echarles un ojo a ver qué tal puede ir
la cosa.
Samuel Perea es
también conocido por haber desarrollado la fórmula matemática del “arroz
perfecto” donde se miden todos los ingredientes en gramos y mililitros, donde
son claves los diámetros de paella o perol /olla, donde la temperatura de
cocción en grados centígrados es muy tenida en cuenta… y donde la única
constante es “t”, el tiempo: 17 minutos.
Y resulta que “c” es la cantidad de caldo, “r” el número de
raciones (y se aplica 2r para raciones pares y 2r-1 para impares), “t” es el
tiempo (que es de 17 minutos según dice el autor; luego sería (-1)17),
“T” es la temperatura (que no sale en la fórmula) e “i”… ¿qué c… es “i”? Como
se enteren los de Wikipaella…
A mí no me salen los números; si le metemos una buena lumbre
de sarmiento… ¿qué temperatura alcanza la cosa y qué tiempo subimos a la
ecuación?
Bueno, pues los de Cocina por la paz tienen en marcha un
documental, Armonía, y un libro que lo explica todo… como Chefs por la Paz han hecho lo propio,
desde 2001… y son más famosos.
En fin que muchos chef están por la paz… y esto sigue siendo
una merienda de negros.
En fin, que a “nuestro
Abdul” le vaya muy bien por La Nucía; lleva muchos años en la brega sacando
sonrisas de satisfacción en torno a la buena. Abdul se lo ha currado.
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