21 dic 2014

DE UNA BRONCA (POLÍTICA) A COSTA DE CRUCEROS Y CRUCERISTAS


Al único político correoso y de trinchera que anida en la parte socialista del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Benidorm le salió la vena cuando a sus oídos llegaron (él no estaba allí cuando ello ocurrió) las palabras del conseller Buch cuando soltó aquello, antes del brindis de Navidad de HOSBEC, de que “el crucerista ensucia más que gasta” y que todos entendimos… menos él. Ahora, como va de político (lleva años destilándolo) pues se entiende que echara los pies por delante al día siguiente con lo de “ataqueal turismo”. ¿A qué “Turismo” atacó Buch?

En todo caso, le endilgó una colleja al alcalde, que orgulloso contó que se firmarían acuerdos con navieras en 2015 para visitas en 2016. ¡Largo me lo fiáis!, que no paraba de repetir Tenorio, don Juan

Y por eso no doy crédito a lo que le leí al día siguiente: “…que un conseller de Turismo llame sucios a los turistas que visitan la comunidad…” se atrevió a decir el concejal. Pero lo más grave es que nadie le replicó.

Y así, siguió a lo suyo confiando en que “… dentro de pocos meses será otra gente más profesional y cualificada la que valore si los turistas de crucero son interesantes…”.

¡Coño, Conrado!, que tú como yo -y varios miles de millones de personas más en el planeta- sabemos que lo de los cruceros y Benidorm no pasa de ser una anécdota, feliz anécdota, en la trayectoria turística de Benidorm. Y, lo más grave: el conceller tiene razón; que ahí están los estudios que demuestran lo errado de tu postura .

Y hoy domingo, el descojone supino: “Si al conseller le molestan loscruceristas, que nos los envíe a todos a ensuciar aquí” que califica al autor (es) de semejante exabrupto por su abultada connotación política y evidente ausencia de tino socio-económico.

Los productos turísticos más rentables (Delotte Turismo 2012) son el paquete vacacional y los cruceros. Vale, minipunto para Conrado y adláteres.

Pero luego está el análisis de Wind Rose Network (Industria del Crucero; Análisis General y Estimación. 2013) para bajarnos de la nube y ponernos los pies en el suelo y que cuenta que el único que saca tajada con el turismo de cruceros es la compañía que los trae: “Los principales ingresos de la industria del crucero son generados en su mayoría por los pasajeros, y la habilidad para atraer y mantener una clientela es consecuentemente esencial para su éxito financiero”.

Cada vez son más importantes las “estrategias para generar ingresos a bordo”. Actualmente, “los barcos de crucero ofrecen un elenco cada vez más amplio de tiendas y boutiques, spas y servicios de cuidado personal, departamentos de fotografía y subastas de arte -y todo lo que Ud. pueda imaginarse- a precios que compiten con los de los establecimientos en tierra”.

Las compañías de cruceros han introducido también diversas prácticas para atraer a clientes a gastar su dinero en, por ejemplo, restaurantes y bares alternativos o con tarifa extra, servicios de telefonía por satélite, cibercafés y diversas formulaciones para la generación de ingresos en los camarotes de los pasajeros. También existe una oferta creciente de actividades y servicios a bordo, tales como el Bingo y el juego de casino, deportes de aventura, talleres culinarios, videojuegos, centros de realidad virtual y ordenadores, noches temáticas, etc.”. que en tierra nunca van a encontrar, y menos a esos precios.

Y llegamos a puerto -a tierra que dicen ellos- porque no siempre vamos a estar en altamar. Y ahí es donde la compañía deja de controlar el gasto del pasajero. Y entonces, desde principios de los años 90, comenzaron a comercializar actividades y servicios en tierra para seguir controlando el gasto de los pasajeros. Desde entonces, las excursiones guiadas y los guías portuarios, contratados con concesionarios locales y operadores turísticos para ser vendidos después a los pasajeros a bordo, se han convertido en la mayor fuente creciente de ingresos para algunas empresas de cruceros. Por esta razón, no dejan que nada escape a su control. Se trata de “viajes desde el crucero de varias horas de duración mientras el barco está en puerto o anclado a unas pocas millas de la costa, que ofrecen diferentes temas y excitantes actividades: turismo visual, con excursiones a reservas naturales, ecológicas y de la biosfera, y a áreas protegidas que incluyen contemplación de vida salvaje; y excursiones basadas en la historia y cultura, con un contenido fuertemente educativo derivado de la oportunidad de visitar museos y reservas patrimoniales monumentales. A lo mejor, lo que nos interesa es que los cruceros que lleguen a Alicante y Valencia puedan vender excursiones a Benidorm, pero ¿Benidorm, por sí misma, interesa al turista de cruceros? ¿Qué le ofrecemos que él no encuentre a bordo o en las expectativas que se ha marcado en el viaje?

Preguntas, preguntas.

Por eso, ahora nos vamos a centrar en lo que nos pudiera interesar: operaciones en Tierra.

Así, “la industria del crucero también ha mostrado su habilidad para establecer y mantener relaciones efectivas con la industria del turismo en tierra. Más aún, el creciente poder de compra y negociación de las compañías de cruceros tiene un significativo impacto en los proveedores de tales servicios, en competencia y forzados a un recorte de precios para asegurar un contrato con una empresa de cruceros, lo cual permite a la industria la obtención de ingresos adicionales provenientes de la diferencia entre los precios de compra y venta de tales productos y servicios.

Resulta que las excursiones en tierra y las visitas a puerto proporcionan generalmente un ingreso extra a las empresas de crucero. Así, “los pasajeros suelen recibir un mapa para ilustrarles sobre los itinerarios más recomendables, incluyendo una guía de compra que identifica un listado de tiendas y establecimientos comerciales en el área, aprobados por la empresa de cruceros sobre la base de unos buenos precios y garantía de calidad. No todos saben que para ser aprobados e incluidos en las listas, esas mismas tiendas y negocios han tenido que pagar una tarifa por adelantado o accedido a compartir un cierto porcentaje de las compras de los pasajeros.

Si quieren, sigo. No hace falta. Pero si el comercio de Benidorm sabe de esto más que nadie… Por ello no entiendo esto. Si habláramos de 100.000 pasajeros año, pues tendría un pase esta diatriba; Pero es que hablamos de 300 pasajeros y un futuro de 3.000 pasajeros. ¡I-na-u-di-to!

Yo pediría más sentido común y menos vena política; que mayo está a la vuelta de la esquina. Si llegan los cruceros… no me malgasten tanto en recibimientos (que producen fotos con las que Amnistía Internacional podría iniciar actuaciones) y consigan que ofrezcamos una imagen lo suficientemente apetecible para que hablen bien de nosotros. Ahora, no esperen que esos mismos nos lleguen a visitar -el día de mañana- por tierra o aire. Ya lo hicieron por mar y esos, oscuras golondrinas, ya no volverán.

Y lo peor es que todos lo sabemos.

Ah, y estoy esperando al verdadero balance socio-económico de la visita de “Amadea” porque, como siempre, la realidad supera a los números de ficción. Me bastaría con que me engañaran con la cantidad extra de litros de cerveza que esos alemanes bebieron (y pagaron) en Benidorm aquella mañana. Por favor, dénmela en mililitros… que abulta más.

Esto es absurdo.






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