Me ha llegado al correo una nueva nota de prensa del GM
Socialista con un artículo de opinión del secretario general local volviendo a
insistir en el Parque Tecnológico de Benidorm. Y ha sonado de repente la vieja
canción… “para tocar con Lorenzo, mañana
sábado día de la Virgen. Me lleva él o me lo llevo yo, pa’ que se acabe esta
vaina…”. Y no dudo ni un instante de los técnicos de la concejalía
señalada. Y precedentes, para llenar la Fosa de las Marianas.
Ya en abril salí en tromba contra la ideíca, aunque no la colgué en este blog. E insisto: el espíritu es loable. Ahí tenemos 80.000 m2 y
si conseguimos que se instalen empresas y se creen puestos de trabajo, pues
miel sobre hojuelas. Y seguro que el nombre no va a ser un inconveniente:
Parque, Polígono o lo que sea. Pero pongamos las cosas en su sitio.
En Alicante, promovido desde la Universidad de Alicante -porque
estas cosas de los parques tecnológicos precisan del empuje de una universidad
o entidad de porte tecnológico- hay uno con 9 empresas; algunas son una spin-off (anglicismo para señalar una escisión
de una empresa mayor) promovidas de la propia comunidad universitaria para
desarrollar actividad a partir de iniciativas desarrolladas desde la propia
universidad. La Universidad Miguel Hernández (Elche/Elx) tiene otro: Parque científico
empresarial, con 65 empresas de diverso corte y capacidad. Y cuestan un
cataplín y un ojo de la cara ponerlos en marcha y hacerlos funcionar; ni te
cuento lo de rentabilizar la iniciativa y que produzcan los beneficios
necesarios como la diversificación de la actividad productiva de la zona (que
sería cojonuda), el progreso tecnológico y el desarrollo económico (objetivo
final de la cuestión).
En España hay ya 80 parques que puedan optar a esa categoría
de Parques Tecnológicos… con 62 operativos y 16 que están desarrollándose, y 2
en embrión. 24 de estos parques, la mitad de los operativos, están abanderados
por universidades; hasta 46 universidades españolas están metidas en el fregado
de los parques. La mayoría de ellos (68) están asociados en APTE.
La idea es buena, pero ponerla en marcha requiere un
operativo de narices y unos riñones económicos como los del caballo de
Espartero, que también los debería tener. Ya de principio, “Los Parques Científicos y Tecnológicos son
zonas urbanizadas gestionadas por una entidad
promotora (de la que la idea vertida en artículo de opinión no dice
nada), cuyas parcelas son ocupadas única
y exclusivamente por entidades públicas o privadas cuyo objetivo básico es favorecer la generación de
conocimiento científico y tecnológico y la promoción de la transferencia de
tecnología”. Lo de la generación empleo, como en el servicio militar de
antes el valor… “se le supone”.
Ciencia y tecnología son -y lo serán cada vez más- claves en
el desarrollo del futuro. La idea, tanto en abril como en agosto, está bien: “los estudios sobre ciclos económicos
demuestran el papel que juega la aparición de innovaciones para generar e
impulsar períodos de expansión importantes. Los períodos de crisis actúan como
motores en la aparición de nuevos productos y procesos. Las oleadas
tecnológicas son decisivas para entender las variaciones de los ritmos de
crecimiento de las economías locales y regionales (Preston-Hall, P., 1990;
Méndez, R., 1998; Ondategui, J.C., 2001).
Pero ojo, que no todo el monte produce orégano. Muchas
iniciativas que ya han demostrado que funcionan, son absolutamente insuficientes
para convertirse en un detonante de economías locales y comarcales. Algún
ejemplo tecnológico “local” lo tengo a siete kilómetros de casa; y no es
Carrefour precisamente, aunque está al lado. Es que resulta que las necesidades del tejido económico que
nos circunda deben aliarse con la concertación de objetivos perseguidos y con…
conseguir los recursos financieros
necesarios… que es aquí dónde echo sal en la herida, pues si bien puede que
se den exenciones fiscales municipales (que ya quisieran), autonómicas (que
bien vinieran) y nacionales (para las que hay un plan estatal y más peticiones
que corbatas pueden haber en el armario de Carrascal), la cuestión es que nadie
ha dicho nada de la entidad promotora
ni de los cuartos para que eche a andar. Y todo es cuestión de lo que no
tenemos en el Ayuntamiento de Benidorm: euros.
Los parques tecnológicos son muy molones |
La IASP (International Association of Science Park) tiene
colgado en su web una entradilla que -traducción libre de 1º de Nivel Básico-
viene a decir que para estas cosas, “nadie parte de la nada: debe existir un
conocimiento científico previo acumulado y unas líneas previas de
especialización en disciplinas muy concretas”. Lo del “conocimientos científico previo acumulado”
lo vamos a dejar en suspenso en nuestro caso, pero es tan grave o más que el
saber que “el objetivo es crear sinergias conectados con una Universidad que
investigue y genere los proyectos de donde salen las spin-off ” famosas
y con quien deben colaboran las nuevas empresas que llegarían a instalarse y
que pudieran conectar con las demandas de la economía regional. Y de momento,
lo que más demandamos es turistas.
Sí, sí: un parque tecnológico, tecnoilógico o lo que haga
falta. Pero, ¿dónde está la pasta?; ¿dónde está la entidad promotora? Tener
80.000 m2 como de libre disposición para
la cuestión es como tener un tío en La Habana (aún hoy); yo tengo uno
petrolero a orillas del Maracaibo y sólo me manda una postal por tal día como
mañana: día de la Virgen de Agosto. No sólo hay que tener los 80.000 m2; sino
hay que tenerlos en situación de “excelencia
urbanística” (que aún no he conseguido saber exactamente qué es) y saber
que la inversión (ah, ¿pero que hay que
hacer una inversión por parte del promotor de la idea además de poner la cama
(entiendan los 80.000 m2)?) sólo se
rentabiliza cuando triunfa la innovación tecnológica. Si no, es como un
aparcadero de empresitas que poco a poco van tirando.
Es que llamarle polígono industrial a estas alturas del XXI -y
sabiendo lo que hay en algunos polígonos industriales- queda muy feo: 80.000 m2
para un polígono industrial suena fatal. Yo pongo el bar para los almuerzos. Y
ojo, que el futuro está en la tecnología. Y si no lo hacen atractivo no vende.
Pues ya saben: entidad promotora y euros. ¿Los tenemos?, no.
Pues, ajo y agua; pero que nadie nos quite el soñar.
E igual que comencé cuando me vino a la mente la canción (“me lleva él o me lo llevo yo, pa’ que se
acabe esta vaina del parque poligonero) me vino el chiste: “Papá, ¿cómo se llama lo que hay en las
esquinas de los polígonos?”. “Putas”,
respondió el padre. Y el niño dijo: “¿entonces
quito lo de ángulos?”
Pues eso, polígono sin ángulos en 80.000 m2.
PD (domingo, 16): Ya que cita la nota que inspira (o provoca; no sé muy bien) este Post una iniciativa francesa, yo le adjunto otra, leída en las páginas salmón de EL PAÏS de hoy (aunque fechada el día 13), donde se cita una iniciativa municipal (del Ayuntamiento de París) junto a otras privadas. Así es como deberían planterse las cosas y no como una quimera demagógica al socaire de los tiempos.
PD (domingo, 16): Ya que cita la nota que inspira (o provoca; no sé muy bien) este Post una iniciativa francesa, yo le adjunto otra, leída en las páginas salmón de EL PAÏS de hoy (aunque fechada el día 13), donde se cita una iniciativa municipal (del Ayuntamiento de París) junto a otras privadas. Así es como deberían planterse las cosas y no como una quimera demagógica al socaire de los tiempos.
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