Preguntaba Josep
Bigorra (Compromís-Los Verdes) autor de la propuesta para cambiar
el escudo de Benidorm ante la situación que veía en el Salón de Plenos
(sólo el PSPV secundaba su propuesta): “¿Y cuándo es el momento?”.
Es que no se cambia, oiga; y casi todos le dijeron que no era el momento.
Y la propuesta de Bigorra no era mala: abrir un debate. Porque lo que encerraba su propuesta -“que
se tramite el expediente para que se considere y se presente la propuesta de
escudo de Benidorm del Ilustre señor Pere Mª Orts i Bosch como escudo oficial
de la ciudad”- no entraba, ni de soslayo, en el campo de la herejía. A
fin de cuentas, explicaba, lo que pretendía es que se abriera ese debate sobre si el escudo de don Pere María o el escudo que -seguro,
dijo- alegaría don Francisco Amillo
(más por la labor hacia las armas de los Fajardo del siglo XVII que por las del
señor de Montjuit del XIV, por muy almirante que fuera aquél, como “fundador”
[está como nunca, está como nunca, ¡Fundador!] del Benidorm moderno) es el que
más y mejor viene al caso heráldico como representante de Benidorm.
Es que el ‘actual’
escudo, se llegó a decir, “es franquista”; porque es del 54. Pues
como yo, que nací en el 57: franquista de nacimiento. Lo mío es más grave: soy,
además, “baby boomer”. Un desastre: franquista baby boom. Estigmatizado
estoy… como ‘concentrado estoy’ que ‘decía’ la pastilla del doble caldo
Starlux. Las cosas del franquismo. Pero no me digan que Margit, la chica del cartujano
tordo de Terry (lo de tordo, en un cartujano, es una redundancia: tordo es
blanco), montando a pelo a Descarado
no era un puntazo del franquismo: “Terry
me va; Ud. sí que sabe”.
Ya lo conté: En el XIX se pide, en un arranque de
nacionalismo patrio, que cada pueblo desempolvase su escudo. Entonces la gente
intentaba demostrar que o bien era descendiente del mismísimo Babieca o del oso que mató a Favila. Estos últimos lucirían más alta
alcurnia, por la pátina de la antigüedad más antigua del oso. Y había pueblos
que de escudo no sabían. Y para ello la ley ya les dijo que las Armas de España
y como leyenda, el nombre del lugar. Y claro, había “tantas Armas de España” que lo único que diferenciaba era la bufandita que le pintaban a los pies
del escudo. En la primera mitad del XX poco importó; pero al comenzar la
segunda mitad del XX -por el Imperio
hacia Dios; Dios que le doy la razón a Bigorra- todo quisque se apuntó a la
idea del escudo. Y desde el 54 que tenemos escudo. Y bien majo que luce.
Ahora bien, no está el de Benidorm en el catálogo del Consejo Técnico de Heráldica… y alguien
en el Pleno planteó si la heráldica no habría que rasparle la roña de tantos
años y colocarla también en el siglo XXI. Y por cierto: resulta que no es obligatorio estar en ese catálogo;
y no es óbice -ni tampoco cortapisa- poner en marcha el expediente y permitir a
eruditos y charlatanes opinar y desinformar -según el caso- sobre este
menester. Pero como no es obligatorio, pues… buen escudo es el que hay.
Sí, el escudo actual es “con el que nos identificamos”
muchos. Sí, “la costumbre y el sentimiento también es historia”. Sí, llegado
el caso de ‘cambiar de escudo’… “habría
que cambiar hasta el escudo de la Plaza de los Chorros de Polop”; lo
que es verdad. Un cambio que no se producirá: 9 votos a favor y 15 en contra.
Se dijo que “no era el momento”; que había cosas de mayor trascendencia.
Como señalé al principio, sólo el PSPV-PSOE estaba en comunión tradicionalista (¡Jo!, que términos
empleo; pero es que unieron escudo y tradición heráldica) con Compromís-Los Verdes. Así que hoy
supimos lo que piensan nuestros munícipes de la idea de Bigorra: Partido Popular, Ciudadanos por Benidorm,
Ciudadanos y Liberales no están por iniciar el trámite que pueda llevar a
cambiar el escudo de Benidorm.
Pero, ¿qué piensa ‘el -socorrido- pueblo’ de esto del
escudo?: “No lo sabemos”, aventuró el alcalde Antonio Pérez.
Y ante la duda existencial de Bigorra sobre la idoneidad del
momento en que presentar la iniciativa -Y, ¿cuándo es el momento de hacerlo?-,
Pérez le indicó que cuando una mayoría suficientemente clara lo planteara. Y,
¿cuándo será eso?, pregunto yo. Pues… cuando haya una conciencia clara de la
necesidad heráldica de unir Benidorm a su pasado que, nos guste a o no, es tan
reciente que no entiende ni de señores de Montjuit, ni de Fajardos. ¿Para qué gaitas se abolieron los Señoríos y
la gente salió gozosa a celebrarlo?... oí jalear por allí… que se oía de
todo en la tercera fila.
Se oyó decir cosas que hendían el tronco de la historia con un
hachazo, casi, del feudalismo. Pero como es tan reciente nuestra historia, con el
hachazo del caciquismo. El caso es que no
prosperó la idea de Bigorra; no habrá que velar armas y sí disfrutar con
historias de dos playas, de dos torres y del idealizado castillo en Can Falig.
Que si la isla a la izquierda y que si un barquito a la derecha; ¿quién sabe si
era el jebeque del Hijo del Trueno o
de cualquier otro de nuestros corsarios? Por cierto: ¿para cuándo una moción a favor de nuestros corsarios?; ¿o de nuestros esforzados guardacostas?
Un poquito de por favor…
Vale que ni el losange (y estoy seguro que el 95%
de los presentes no tenía ni p… idea de lo que es el losange; ni con la pista
de “con las barras de Aragón”) nos es
propio; no fuimos de realengo. ¿De realengo?, pero si Isabel I concedió a la villa de Gibraltar la llave que la señalaba
como la llave de España y pidió que nunca la perdiéramos… y Gibraltar es Reino
Unido. ¿A quién, coño, le va a importar que queramos señalar que esas barras
nos unen a esta tierra?; ¿quién, coño, se va a fijar si ‘el castillo’ tiene la puerta con arco ojival, de medio punto, conopial
o peraltado?; ¿pero el de herradura no comenzó con los visigodos? ¿Quizás fuera
un arco túmido, y no hemos reparado en ello?
En fin, que echaron un ratito esta mañana nuestros
munícipes, sabiendo que la tele les retrataba, planteando la inexistente
necesidad de iniciar el trámite para cambiar el escudo ‘franquista’ de Benidorm porque ‘lo
parieron’ en 1954, aunque al final resultó que lo que querían era “honorar
a eixe gran benidormer que va a ser Pere Maria Orts”; que ya tiene un
instituto a su nombre, como Beatriz Fajardo.
Y no entro en el hipermegatedioso debate del punto 7 -Propuesta
de Alcaldía en defensa del Trasvase
Tajo-Segura- donde se oyó de todo: desde que “en España sobra agua”
olvidando a Unamuno -“España
tiene un problema de 600 -y no era el SEAT-: 600 mm más de lluvia y 600 metros
menos de altitud-, Manuel
Lorenzo Pardo y tantos otros miles más, hasta que “aquí los únicos que han hechos
obras hidráulicas han sido Franco -¡cielos!, de nuevo el franquismo que
nos persigue- y el PSOE”, que ha sido la
boutade cum laude y chorreras de la jornada; porque si hay cordón umbilical
con el Taibilla fue cosa de García Antón;
y si hay desalinizadoras (que lo que se desala es el bacalao; y se desaliniza
el agua) fue cosa del PHN de Aznar; que del Programa A.G.U.A. mejor
no hablar, ni recién confesado. Luego lo quiso arreglar exponiendo una verdad:
donde más y mejor se gestiona el agua es en Benidorm y en el Consorcio de Aguas
de la Marina Baixa. Pero esta mañana volvió a ser el agua motivo de facción y
fricción política, cuando sólo debía ser H2O.
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