Otra pasada de políticos por “Los cafés del Meliá”.
Esta vez el café fue para un intento de verso suelto del PP local: David Devesa, concejal popular que
reivindica renovación en el partido…
y que desde Alicante y Valencia pasan mucho de acceder.
David Devesa (foto Mario Ayús) |
David es
hijo de Domingo Devesa (y sobrino de
Pere Joan), un amigo de los de
verdad que se nos fue por culpa de un cáncer. Ya con esa tarjeta de
presentación, sobra todo. La de tardes de dominó y güisquis de sano contubernio
que pasamos. Y qué claro lo tenía todo.
Bueno, pues David Devesa, abogado (U Alicante), con
máster en el Instituto de Empresa (Madrid) y cuatro años en PwC (Madrid), y
despachos hoy en Benidorm y Valencia, más su participación familiar en un
importante grupo hotelero local, entró -él dijo “entré”- “en la
listas del PP local pidiendo renovación”… y ahí le han dado; y más con
la que ha caído. “Todo ciclo tiene su tiempo; Benidorm necesita otras cosas”.
Pero es que David
se ganó a pulso que de cara a las últimas elecciones municipales le salieran varias
novias: todos lo querían. “Por afinidad”, así nos lo dijo, se
unió al Partido Popular y en sus
listas fue. 11-11-3 fue aquél
resultado que por 160 votos dio la
ventaja al PSPV sobre el PP… y aquí,
así, estuvimos más de un año de desparrame hasta que los 3 concejales de Gema Amor (ex PP) ganaron el corazón de
Agustín Navarro (PSPV) y éste sigue
en la alcaldía… aunque su nº2, Juan
Ángel Ferrer, ha cogido el portante electoral, que no para la vida civil, y
sigue como “no adscrito”. Ferrer vendrá una tarde de estas a tomar café. Es que
nos va esto de los políticos; y estamos aún en 2013…
Nos contó David que entró en política “por una razón épica”. No
necesita lo de la política, y quiere apostar fuerte por un proyecto de
renovación “que no va contra nadie”.
Pero es un clamor, en buena parte del partido, que no encuentra
eco en los órganos directivos… y el plazo acaba en marzo, “cuentan los periódicos”.
Que esa es otra: “todo lo que sé es por la prensa”.
Demencial.
Se mostró ciertamente pesimista: “Esto no tiene pinta da arreglarse”.
Pero ni tira la toalla, ni se va: “quiero que se vote”… y… “aceptaré
el resultado”. “Democracia interna”, sentenció; y nos
confesó estar muy comprometido; que por nada ni por nadie “voy a vender el proyecto”
en el que ya están tantos. “Ovejas negras”, que -sin acritud- digo
yo que dijo alguien de la tertulia, aunque… “tantos no podemos estar equivocados”
que él respondió. “Haciendo partícipe a todos el mundo conseguiremos mucho más”,
sentenció.
Sigue en marcha su #queremosvotar y se mostró muy
satisfecho de la respuesta a la llamada de su candidatura. Hoy mismo leo en la
prensa que a sus seguidores “se les agota la paciencia”. Y a tenor
de lo que se cuece en las redes, pues tuitean
que no vean, de paciencia andan flojos
Puso un nombre sobre la mesa: “lo que pide la militancia es una
renovación y Toni Pérez no la encarna”.
Tertulianos en tertulia. (foto Mario Ayús) |
Ahí, se mojó; pero señaló que como grupo político siguen
codo a codo en su labor de oposición municipal. Cada cosa tiene su momento.
Se quejó, eso sí: “en
los partidos hay palmeros y enemigos. Y eso no es así”. Cierto, los
contrincantes siempre se ha dicho están en el partido contrario.
Partidario de las listas abiertas y de revisar tanto la
Administración como la Función Pública, señaló que “si a los ciudadanos hay que pedirles
esfuerzos, hay que darles a cambio mucho más”.
También hablamos de Benidorm en el ámbito municipal, no
crean: lamentó aspectos de la escena urbana y apostó por buscar fórmulas
público-privadas para actuaciones. Señaló que él persigue desarrollar un programa de ciudad que, por supuesto,
necesita tener antes muy claro un modelo
de ciudad. Y para eso quiere liderar al PP local.
Se le ve enormemente seguro, con los pies en la tierra: seguro
de lo que hace y de lo que quiere. Derrocha energía y ganas, y tiene gancho… y
seguidores. A lo mejor es que ya es el momento de medir fuerzas y acabar con
esto. Es que, miren: oportunidades ha tenido de medrar y de acabar con todo
dando un saltito; menudo colchón le hubieran puesto en Alicante y Valencia. Pero
no ha querido. Tiene un buen concepto de Benidorm y quiere trabajar por
Benidorm…
Y ya no se van a poner de acuerdo. Es hora de que escuchar
la voz de las urnas y zanjar todo esto. Porque, ¿y si resulta que el sector oficialista
gana?
Lo suyo es un signo de sana rebeldía; pero no quiere decir
que las tenga todas consigo: “en los
partidos hay palmeros y enemigos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario