Por edad, y no es para llorar, los personajes de la tele de
mi niñez fueron los Hermanos Malasombra, que eran malos de verdad. Uds. disculpen
pero Valentina
era repelente, el Capitán Tan le seguía los pasos, Locomotoro era vomitivo y
el Tío
Aquiles producía urticaria. Pero los Hermanos Malasombra, que
eran malos de verdad, ponían una pizca de absurda sal en el ñoño panorama. “Valentina, una sabionda; es un pelma el
capitán; al chalado del tío Aquiles no podemos aguantar…” Dicho esto, mi
reconocimiento a los actores Maricarmen
Goñi, Félix Casas, Paquito Cano y Miguel Armario que nunca tuvieron la culpa de que yo sea así. Mi agradecimiento
a Luis Gzlez Páramo y a Carlos Meneguini que tenía que hacer de
pistoleros tontos vistiendo a la guisa de Adam Cartwright (Bonanza). ¡Qué
tiempos!
Por supuesto que no he vuelto a ver programa infantiles,
pero sé quién en Triki, el “Monstruo de las Galletas”. Aunque
para mí, el auténtico Triqui (que fonéticamente suena igual)
era mi amigo Andrés, en aquellos años juveniles en donde pedíamos, a la hora
del gin tonic, un “dos con una” (dos Rives con una Schweppes).
Triki,
con K, era un personaje de aquella tele de mi hermana pequeña, Carmen, hoy
economista bristoliana.
Bueno, pues el Triki azul se me ha vuelto a
aparecer… en un teletipo.
El antes y el después de la actuación de "Triki" |
El miércoles, EFE,
a las 12:13:41 lanzaba un “Alemania Curiosidades: El Monstruo de las
Galletas reivindica el robo del emblema de Bahlsen”. Y es que un
propio, “disfrazado de Triki, había reivindicad el robo de la galleta que
adornaba la fachada de la central de la
empresa alemana de productos dulces Bahlsen, de donde desapareció hace dos
semanas”.
Prueba "de vida" que envió el ladrón al periódico |
Los hechos ocurrieron en Hannover y Triki pide como rescate
de la dorada y emblemática galleta Bahlsen que la galletera
regale galletas a los niños de un hospital, y donar mil euros al asilo de
animales de Langenhagen. La carta que todo esto contaba y que contenía la foto
de Triki,
a modo de Rafa Nadal hincándole el diente a un trofeo tenístico, fue remitida a
la Redacción del Hannoverschen
Allgemeinen Zeitung, periódico de Hannover.
La Bahlsen, por
su parte, ha ofrecido mil euros por pistas que conduzcan a la recuperación de
su galleta, robada a plena luz del día y ante testigos.
Ayer jueves, a las 10:29:05, la Agencia EFE lanzaba otro teletipo en el que “el fabricante alemán de dulces
Bahlsen ha asegurado que no cederá al chantaje”. Esto se tensa: no
ceden al rescate y contraatacan: mil euros por una pista.
La galleta “secuestrada” pesa unos veinte kilos, es de metal
dorado y estaba en la fachada del establecimiento ya un siglo.
Werner Bahlsen |
Werner
Bahlsen, el patriarca del clan galletero fundado en 1889 (nieto es del
fundador), está dispuesto a entregar 52.000 galletas reales a 52 instituciones
benéficas en cuanto recupere su galleta emblema.
Me he dado un voltio por la web de Bahlsen y me relamía. Voy a ver cómo termina la cosa, pero le pegan
bien al chocolate: “Una persona que no come chocolate, se olvida de la vida” reza
su web, una frase de Fredirck Morton,
escritor judío austríaco que tras la “Anexión” (Anschluss) emigró a Inglaterra y a los EE.UU. Algo sabría, comenzó
de panadero.
Los productos estrella de Bahlsen son las galletas de mantequilla
Leibnitz y las barritas de chocolate Pick Up!
Me mosquea del Triki este, ladronzuelo, el que siendo
también una especialidad las galletas de chocolate, según AFP (Agence
France-Presse) el secuestrador de la galleta exige que las que se entreguen en
el hospital sean “las de leche entera, no las que tienen chocolate negro encima”.
En fin, las exigencias propias del bandido teutón que se esconde tras el peludo
y azulón disfraz. Que yo haya podido investiga, Triki no hace remilgos a
ninguna. El tipo este es un impostor; no es Triki.
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