Vale que lo de la Damocles y la famosa espada colgando sobre
su cabeza y sólo sostenida por una crin de caballo ejemplifica el peligro que
se instala en aquellos que detentan un gran poder y pueden perderlo de golpe;
más llanamente sería la alusión a una amenaza constante que puede llevarnos a
un trágico desenlace. Vale pues, pero es que los que trabajamos en un medio de
Comunicación como Canal 9 TVV hemos tenido
esa espada sobre nuestras cabezas desde que en pasado mes de julio se puso en
marcha lo del ERE.
Y si vale que la entropía es la medida del desorden de un
sistema; este ERE nos ha salido entrópico a más no poder.
Finalmente el sábado supimos el desenlace de este culebrón y
todos, absolutamente todos, recibimos el e-mail que decidía nuestro futuro.
Algún compañero había salido ya de la casa, pero la gran mayoría aún estábamos
bajo el acero. Estamos afectados, en esta tanda, 848 profesionales. El que más
y el que menos tiene título académico que lo adorne.
Yo, al filo de las 10’30 horas del sábado en la web de la “casa”
accedí al correo corporativo y supe que estoy afectado y soy del “prestigioso” club
de los afectados para el 30J.
Resulta que el 30 de junio me darán por finalizada mi
relación contractual con la empresa; vamos, que ni plaza por oposición ni gaitas.
El 30-J daremos por concluida una relación de 16 años… menos dos días.
Total que el sábado, cayó la espada; la crin de caballo no
pudo con el peso de un chafarote de doble filo como la del sábado en forme de
e-Mail. Me lo venía venir; uno ya peina canas en la barba, porque lo que es en
la “azotea”… y ha resultado curtidillo en algún que otro lance, políticos por
medio.
La parte metafísica (naturaleza, componentes, estructura y
principios de la realidad) llegó en la mañana de hoy, lunes, con la vuelta “al
tajo”.
Y tú, ¿qué?, era la pregunta de unos a otros.
Resulta que unos pocos se quedan a bordo, pero la inmensa
mayoría nos vamos. La despedida la tengo escrita para su momento, el 30 de
Junio. Pero hoy, al vernos las caras…
Hoy ha sido un día terrible. Muchos, el mismo sábado se
encontraron, desde las 10 de la mañana, en situación de “permiso retribuido”;
se van a lo largo del mes, incluso en marzo.
Hoy han ido a retirar pertenencias
y vaciar mesas y ordenador. Otros iremos desfilando en este “apaga y vámonos”
hasta el verano… los últimos, el 31 de agosto. El “selecto” club del 30J es
importante: haremos “Hogueras”, por aquello de San Juan, y con la Feria de San
Pedro… con la puerta en las narices.
Hoy ha habido lágrimas, besos y abrazos. Sí, ha sido un mal
trago para los que se nos han ido hoy mismo; incluso para los que en 139 días
lo haremos. Y no vean para los que se quedan por no estar afectados por el ERE.
En una misma Redacción se quedan compañeros no afectados por este maldito ERE
que hoy no sabían qué decir (decirnos) ante las miradas de los compañeros de
siempre. ¿Por qué yo sigo y ellos no?; ¿Por qué ellos siguen y nosotros no?
Yo sé, imagino -vamos-, el por qué yo no; pero no me atrevo
a preguntarme por qué ellos y no yo; por qué tantos otros salen y qué méritos
anidan entre los que se quedan. Es, ha sido, un ere entrópico. Y la entropía,
ya se sabe, mide el desorden de un sistema.
Lo que tengo muy claro es que ni una sola lágrima de las
muchas que se han vertido esta mañana debería quedar sin enjugar con justicia…
El nudo en la garganta de muchas y muchos, el último abrazo, lo decía todo sin
mediar palabra
No por mí, pero viendo el panorama me pregunto por los
criterios que han cercenado tantas
ilusiones.
Y pese a todo, todos los que no estábamos de permiso
retribuido, haciendo de tripas corazón, hemos trabajando como siempre… por lo
menos hasta el 30J, los de mi club. En
fin, como le oí a Escobar: “me echarán porque quieren, no por ser un mal
profesional”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario