Así de calentito tenemos el Mediterráneo; y al rojo vivo frente a Benidorm |
He estado esta mañana un par de horitas con Jorge Olcina (y con Antonio Rico, y con José María Díez hablando de agua y de
Benidorm) y se me ha olvidado preguntarle por cómo teníamos la espada de
Damocles de la gota fría (DANA;
llámeme DANA, por favor), porque tenemos el mar como una taza de caldo
hirviente. Hay mañana que se ven cómo se forman las nubes.
Este aspecto -lo del agua del mar calentuja- lo conozco por las referencias de miembros de la familia
y por los Medios; que yo no piso la playa.
Ya en agosto leía en una nota de Europa Press una frase -con
palabras entrecomilladas de Jorge Olcina- en la que se decía que “el
riesgo o ‘factor de base’ para una situación de lluvias torrenciales o gota
fría en Alicante está ‘presente’ debido a que la temperatura del mar
Mediterráneo está ‘muy caliente’”. La redacción, obviamente, es del “plumilla” de turno -y no de un geógrafo
experimentado- porque la temperatura del mar no puede estar “muy caliente” sino “muy alta”; el agua del mar Mediterráneo
sí puede estar “muy caliente”.
El redactor jugaba con las declaraciones de Jorge aunque,
esta vez, de forma más acertada: “el mar ‘está muy caliente ya desde finales
de julio’”. De hecho, frente a la costa de la provincia de Alicante, la
temperatura alcanzaba entonces los 27 grados centígrados, mientras que el agua
está a 26 grados en el sector marítimo entre Alicante, Valencia y las Islas
Baleares. Bueno, pues eso era el 20 de agosto porque el agua del mar frente a
Benidorm en los primeros días de septiembre, con datos del Ayuntamiento de
Benidorm alcanzó los 29ºC, como publicó
el Diario Información el viernes pasado, día 4: “Un mar para hacer sopa”.
“Ahora queda esperar a que -seguía explicando Olcina en agosto- se
den las circunstancias propicias, es decir, que se instale aire frío en las
capas altas atmosféricas para se pueda desencadenar una buena situación de
lluvias abundantes”. Y ese aire frío no se esperaba, me dijo el viernes
pasado Jorge, hasta mediados del mes que viene: octubre. Y hoy no le he
preguntado si los modelos han cambiado.
Por aquí cerca (de Benidorm) la última gota fría (DANA; llámeme DANA, por favor) de entidad fue la de 2007 (11 y 12 de
Octubre) con más de 400 litros (en
12 horas; aunque las generalizadas oscilaron entre los 100 y los 300 mm, en 12
horas) en algunos puntos de La Marina
Alta con lo que el puente de Beniarbéig,
sobre el río Girona, sí se fue a fer la
mà.
De momento, lo único con lo que contamos es que tenemos el
caldo al fuego echando humo. Veremos cómo termina la cosa.
Ah, que se den las condiciones para desencadenar una gota fría/DANA no quiere decir que nos caiga “la mundial”[1].
Cada año se producen como 8 o 10 episodios de este tipo y sólo en muy concretos
casos se “abren los cielos”[2].
Como siempre que abordo este tema, quiero recordar que “gota
fría” es un término de infinita simpleza para dar a entender, desde los
sucesos de 1982 (incluso antes), un episodio de lluvias torrenciales con graves
destrozos. Se popularizó y la gente automáticamente asocia “gota
fría” con “la de Dios”[3].
Por sí mismo, el término “gota fría” no tiene base científica
alguna.
Ahora bien, a determinados episodios modernamente les
llamamos DANA (Depresión Aislada en
Niveles Altos) por aquí; que los anglosajones llaman cut-off low (Depresión Aislada; luego lo de NA -de niveles altos-
sobra). Las DA/DANA son perturbaciones
en altura que se pueden desplazar de arriba abajo y que son, en realidad una perturbación ciclónica aislada que se
refleja verticalmente en todos los niveles y lleva asociado un seno de aire
frío preferentemente en capas medias y bajas. Ese seno de aire frío es
purita inestabilidad.
Bueno, pues ya sabemos: estas perturbaciones ciclónicas se
separan del chorro, se quedan aisladas por allí arriba y se cabrean que no veas
y… pasa lo que pasa. Vamos, igualito que un inglés de vacaciones que se
emborracha y lo dejan tirado los “amigos” de francachela: la lía parda con todo
lo que pilla. Así se lo explicó Iribas a Mr. Egg, un alto funcionario del
Foreing Office allá por 1988 cuando los desmanes de ingleses borrachos en
Benidorm señalando la importancia de la manada hispana cuidando del borracho
hispano frente al abandono de la manada inglesa sobre el individuo beodo.
En fin, fumando espero que se nos metan -30º (30ºC bajo cero)
a unos 5.000 metros para liarla… porque el mar está hecho un caldo. Y, ¡Ojo!:
que si no te gusta pueden darnos dos tazas.
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