Comentaba yo en un reciente Post que esto de los Medios de Comunicación en Benidorm
había cambiado mucho.
Me pongo la “tirita” antes de que me hagan la herida: ahora
no sé cómo están las cosas del día a día, pero… no veo yo lo de “mis tiempos".
Recuerdo que cuando llegué aquí me encontré con que aún
dentro de la tradicional competencia por la mejor y más completa información,
por la exclusiva, por ser los primeros en contar algo, y contarlo bien, había una sana camaradería. Más que
sana, sanísima.
Nosotros, los plumillas,
a pesar de todo, salíamos por la noche a tomar copas. No es que uno cubriera de
información por otros, pero -aún- manteniendo las distancias había amistad y
camaradería.
Otoño de 1987 |
Como ejemplo, esta foto del otoño de 1987 en la que se nos
une un concejal. Pero ahí estamos, de izquierda a derecha, en la fila de atrás:
el incombustible Vicent Fuster, yo, un breve compañero de fatigas que
ahora mismo con sitúo bien en nombre, curso y número, el infatigable Vicente Zaragoza, el llorado Manuel Ballestero, un joven Carlos Esteve y el concejal (Chema
Pajín) que de cuando en vez (que no es lo mismo que de vez en cuando) se nos
unía. En primera fila, la de abajo, y también de izquierda a derecha, el genial
Flix, entonces aún Félix Sánchez
Luego, el siempre inquisidor Jaime
Esquembre y un genial Manolo Aroca
que había dejado las bártulos diarios por el Gabinete de Prensa del
Ayuntamiento. De los que estábamos en la brega diaria de entonces falta en la
foto Leopoldo Bernabéu quien, tal
vez por las fechas postreras de 1987 a las que se refiere este documento
gráfico, estaría de pugna con Blas Candela (digo yo) y por eso no aparece en la
foto. Pero eso es un suponer que no fideliza mi neurona.
Éramos una panda y
una pandilla. Al poco se nos fueron uniendo más y aparecieron las periodistas. No es que entonces, y
antes de entonces, no las hubiera… (entonces Mª José García y antes Coque
Barceló… y otras) pero no estaban en las farras y en las barricadas.
Fueron tiempos épicos. Y claro, tampoco están los que no
estaban en la brega diaria y que seguía en la prensa como Miguel Alberto Martínez Monge, Juan
Portolés, Manuel Esquembre (MAESBA)
y alguna otra firma que existía pero que ya no se prodigaba tanto. Incluso
fotógrafos, como el incombustible -e inolvidable- César.
Seguro que me dejo alguno, pero los de la foto éramos los
del día a día.
Por ahí rulan una fotos donde estamos absolutamente todos los de los Medios de Comunicación acreditados
en Benidorm, que en el 96 éramos legión,
en una cena casi de despedida de Eduardo Zaplana como alcalde de Benidorm;
estábamos todos, pero no era como en el 87… había codazos.
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