Esta mañana me he dado de bruces con la alarma creada por el
“anuncio” de la “inminente desaparición”
de otra isla norteamericana engullida por el mar. ¡Cielos, qué
problema!
Primero fue Kivalina que, considero, ya desmitificamos unpoco. Ahora es Tangier Islands… que
desmitificaremos, espero. Sí, la cosa, en ambos casos, no es sólo achacable al
aumento del nivel del mar, sino a la acción del hombre. Obviamente la
variabilidad climática ayuda a engrandecer el problema.
La Isla Tangier es,
en verdad, sólo una protuberancia
pantanosa de no más de 4 metros de altura (en el punto más alto) sobre el
nivel del mar que pertenece a Virginia
y que está frente al Lower Eastern Shore (Costa Baja
Oriental; vamos, que poca defensa contra la acción del mar) de Maryland, en la Bahía de Chesapeake (o Bahía de Santa María, como la bautizó
el primer europeo que la vio, el español Lucas
Vázquez de Ayllón). Como digo, la Isla
Tangier es Virginia (USA) en todo su esplendor, pero están enfrente de Maryland.
Hay por ahí, ahora, un video -que es de 2011- donde el
alcalde de Tangier Island, James Eskridge
(pescador de cangrejos azules de caparazón blando), cuenta lo de su terruño
inundado y lo dura -y rentable- que les es la vida allí. Ahora ha vuelto a aparecer
el vídeo (y la noticia) y ha puesto Tangier
Island (Virginia, USA) en el mapa de los desastres naturales.
En la Bahía de
Chesapeake desaguan ¡¡ciento
cincuenta ríos!! -entre ellos, el Potomac
que sale en todas las pelis con Washington
DC como protagonista; bueno, el Potomac o el Anacostia, que ambos dos son los ríos de Washington- y hay un lío
de corrientes en la dinámica marina de armas tomar (aguas dulce y salada) muy
batida por el intenso tráfico naval. La Bahía de Chesapeake es famosa porque la
recorrió -y cartografió- el capitán John
Smith, el mismísimo John Smith de Pocahontas
(nada que ver con la de Disney, faltaría más), porque de ella parte el Canal Intracostero Atlántico de los EEUU
(Atlantic Intracoastal Waterway; AICWW, el “hoyo”)
que une el Océano atlántico con el Golfo de México, y por muchas cosas más
como, por ejemplo, la gran base
aeronaval de Norfolk, con de 6 a 9 portaviones y todas sus unidades de
apoyo y grupos de combate, y hasta con puertos comerciales de mucha importancia
(en un estuario de 311 km de largo y entre 5 y 40 de ancho) como los de Newport News, Porstmouth y Baltimore.
Vamos, que las hélices hacen lo suyo; las militares y las civiles.
Parte del cinturón de defensas ya está construído |
Total que entre ríos, tráfico y estuario se forman una serie
de corrientes de guas dulces y saladas (a tenor de las mareas atlánticas) que
mantiene más de 3’2 millones de
hectáreas de pantanos de marea que se llaman, y que desarrollan
una particular dinámica marina que
viene alterando desde siempre el paisaje y sumergiendo y aflorando zonas de
tierra. Desde comienzo del siglo XX varias de las islas existentes en la bahía
han sido sumergidas por la acción marina y/o abandonadas por sus moradores. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de losEE.UU. tiene el tema bastante estudiado y desde hace años varias
universidades (especialmente la de Maryland, sobre Chesapeake) trabajan sin
descanso en intentar encontrar el patrón que siguen las corrientes marinas que
están atacando muy seriamente toda la arenosa Costa Este de los EE.UU.
Bueno, pues mientras que las demás islas de la bahía han
sido abandonados o “han perecido” sumergidas, Tangier Island (37º49’33’’N
– 75º59’32”W; 3’2 km2 y 727 habitantes en el censo de 2010) se mantiene viva -con
el agua al cuello, pero viva- porque es la capital
mundial del cangrejo azul de caparazón blando (Soft-shell crab) y porque
allí se consiguen unas sensacionales ostras.
En aquellas marismas los pescadores capturan el cangrejo y lo mantienen vivo hasta
que cambia el caparazón y cuando lo hacen lo trasladan enseguida a tierra firme
y a los mejores restaurantes de la Costa Este.
Mapa Turístico; Tangier Island |
Tangier Island
aparece en la Lista Nacional de Lugares
Históricos de los EE.UU por haber sido habitado por los indios Pocomoke (de la familia de los Algonquinos),
por lo de John Smith, por su tradicional aislamiento del resto del continente y
por su endogamia. Gracias a su aislamiento han mantenidos unas formas
ancestrales del habla inglesa que están dispuestos a conservar. Es, aún en el
siglo XXI, un lugar remoto: enfrente sólo tiene a la Smith Island que es Refugio de Vida
Salvaje de los EE.UU. Hoy en día TangierIsland -habitada por pescadores (decangrejos y ostras)- se ha decantado por el turismo. Allí sólo se llega por
barco o por avión, aunque disponen de TV por cable (¡faltaría más!) e Internet,
que estamos en el XXI y ellos son de los EE.UU.
Tangier Island une
su conjunto por puentes (construidos en los años 30) y la pantanosa zona norte,
los Uppars, ya fue abandonada en 1928 porque la erosión se llevó por
delante el terreno sólido donde se asentaban las casas. Vamos, que la cosa no
es de hoy. A comienzos del XIX Tangier
Island sumaba unas 5.000 hectáreas
que eran muy productivas en sandías y criaban un pasto excelente para vacas; y
ya era famosas por sus cangrejos azules. A finales de los años 90 del siglo XX
apenas superaban las 750 hectáreas; hoy
en día no llegamos a las 75 hectáreas de tierra firme. ¡Menos mal que se da
bien el cangrejo!
Lo más alto de Tangier Island: el depósito de agua y la torre de mircroondas para Internet y comunicaciones |
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EEUU (USACE) les está construyendo una faja
perimetral que estará finalizada en 2017
para preservar el terreno actual de la erosión de las corrientes, pero si esto
falla, en cincuenta -o cien- años, la dinámica marina de la Bahía de
Chesapeake, aliada con los últimos ciclones tropicales que han subido tan
arriba, terminarán por anegar lo poco que queda… ¿y dónde vamos a criar esos
cangrejos azules de caparazón blando? La
Comisión de Recursos Marinos de Virginiaestá en ello, pero ello parece que no
está en posición de ser reversible por mor de la dinámica marina de la zona,
por el intenso tráfico naval (muchas hélices generando un efecto de batida
sobre las corrientes) y por las prácticas de los pescadores, especialmente los
ostreros.
Hasta ahora, Tangier
Island era más conocido por ser el
sitio donde se estudió la Enfermedad de Tangier que por otra
cosa. Es que una sociedad tan endogámica como aquella (apenas una dos docena de
apellidos se repiten una y otra vez) ha generado una deficiencia genética, un
trastorno hereditario muy poco común, que se manifiesta en una excesiva
producción de HDL, el llamado “colesterol bueno”. Pero tanto colesterol
bueno es malo y ocasiona un prematuro desarrollo de arterioesclerosis y de
enfermedades cardiovasculares.
En fin, esperemos que le construyan la faja, que funciones y
que sigan produciendo excelentes cangrejos azules de caparazón blando para
deleite de paladares gastronómicos y de bolsillos de pescadores.
Pero que conste que lo de la isla obedece a la dinámica
marina de la zona… que es cosa del hombre, sí.
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