Otra más. Y van…
Es que me tiene que caer bien este hombre. Sitúense:
diciembre de 1968.
Sí, veníamos de la Primavera
de Praga, del Mayo francés y de
las protestas en suelo
norteamericano por la Guerra de Vietnam
(la matanza de My Lai) o del asesinato
de Martin Luther King; incluso de la matanza
de Tlatelolco (México).
Y en España, mal
que les pese a muchos, también hubo su
“68”. La Universidad hervía; tanto como los antidisturbios actuaban. En
abril, se cerraron las facultades Sevillanas; “por la Feria”, se llegó a decir.
También en Mayo, Raimon, en la
Complutense, exaltaba a los estudiantes con más éxito que los cortes de calles
y los encierros que duraban poco. Sólo el Diario
Madrid contó algo de aquello, y lo enmudecieron por 4 meses. Sí, el mismo
año 1968 en que ETA comienza a matar
(al guardia civil Pardines -José
Pardines Arcay, del Destacamento de Tráfico- y al comisario Manzanas -Melitón Manzanas González, jefe de la
Brigada Político-Social-)… y el mismo
1968 en que recibimos al turista 19 millones, en que un tal Gabino Moral Sanz acertó “los 14” en la quiniela y se llevó 30 millones “del ala” -Gabino
el de los 14-, en que Massiel,
la Massielona, ganó Eurovisión con el
La,
la, la… y hasta el año en que nació Felipe Juan Pablo Alfonso y de Todos los Santos De Borbón y Grecia,
el que hoy es Felipe VI. Menudo
1968.
Pues en medio de todo esto, el municipalismo seguía su marcha y en la ciudad de Nueva Orleans estaba convocado para el
mes de diciembre el 12º Congreso
Interamericano de Municipios. A esta edición se va a sumar el Capítulo Extraordinario
Hispano-Americano-Luso-Filipino en el que, por primera vez, todo lo que fue
“Imperio español” acudía a un foro internacional a hablar de municipalismo. Pese
a ello, sólo tenues las reseñas en la prensa patria; no estaba el horno para
bollos y sólo en medios académicos extranjeros encontramos repercusión.
A la cita norteamericana acudieron los alcaldes de Madrid (Carlos Arias Navarro) y Barcelona (José Mª de Porcioles Colomer)… y el presidente de la Diputación de
Alicante, Pedro, don Pedro, Zaragoza Orts, benidormer y ex alcalde de Benidorm.
Hay programa de actos y reseñas académicas y del Foro Municipalista
Internacional.
Es que se iban a aprovechar las relaciones surgidas un par
de años antes entre las Cámaras de Comercio de Madrid y Barcelona con la Cámara
de Comercio de la ciudad del Mississippi y a ello se sumaron otras serie de
contactos bilaterales surgidos tanto en Madrid como en Barcelona.
Entre los actos paralelos, la 1ª Piedra de la Plaza de España. Sí, Nueva Orleans, además de
Bourbon Street y Plaza de Armas y no sé cuantos nombres más relacionados con
muchos años de pertenencia a la Corona de España, tiene Plaza de España, con sus azulejos, los escudos de las provincias y
toda la parafernalia ceramista que han reparado en varias ocasiones ya los profesionales
ceramistas de Castellón para que luzca hermosa en la margen izquierda del
Mississippi, en Riverwalk Marketplace,
casi en la última curva urbana del penúltimo meandro del caudaloso y lento río.
La plaza era un proyecto que desde 1963 venían rumiando el
Cónsul General de España, José Luis
Aparicio, el que al poco sería alcalde, Victor H. Schiro, y Lloyd J.
Cobb, presidente de Trade Mart
International y luego alto cargo de Defensa.
Total, que el 8 de
diciembre de 1968, recién llegada la delegación española, se pone la 1ª
Piedra de la Plaza de España en Nueva Orleans, que sí destacó toda la prensa
patria. La Plaza se inauguró en 1971
y con motivo del Bicentenario de los EE.UU. (1976) se remozó a fondo, igual que
en 2001, por, como dije, azulejeros castellonenses y los cuartos de la
Generalitat Valenciana, que todo hay que contarlo.
Hasta ahí todos bien. Batallas florales y dosis de
inspiración municipalista en sesudas sesiones cuyas actas demuestran que esta
es una cuestión que siempre se ha tomado en serio, aunque nunca se han
alcanzado soluciones satisfactorias para el común de los ayuntamientos del
planeta.
Pero el caso es que la Universidad
de Tulane (Tulane University; Saint Charles Avenue, en el norte de Nueva
Orleans) organizó, coincidiendo con el Congreso
Municipalista, su VIº Seminario
Interamericano sobre Asuntos Municipales (Escuela de Ciencias Sociales y Servicios
Públicos). La Universidad de Tulane está aún muy implicada en este tema, pero
su fama moderna se debe a que en ella, en la Universidad de Tulane, el 23 de abril de 1975, el presidente Gerald Ford anunció el Fin de la Guerra del Vietnam. Y en el 2005 el Katrina le
arrimó un meneo que no veas, pero se recuperó y sigue funcionando.
Bueno, el caso es que el 10 de diciembre acudían los tres políticos municipalistas españoles
al Seminario de la Universidad Tulane y
fueron “recibidos” por un nutrido grupo de estudiantes que protestaban por la
dictadura franquista. Arias y
Porcioles, arropados, por los organizadores, esquivaron la protesta y entraron
en el edificio. Pero Pedro, don Pedro, no.
Se fue hacia los
estudiantes, dialogó con ellos y… formaron parte de los alumnos asistentes al
Seminario III impartido por Pedro, don Pedro, Zaragoza Orts. Las Actas,disponibles en la Librería de la Tulane y en la de Standford, NO recogen el
“incidente” en el exterior del recinto, pero
hay reseñas documentales que recuerdan que: tras un diálogo (de Pedro, don
Pedro) con los manifestantes, éstos se sumaron al auditorio y siguieron las
explicaciones del ponente.
Aquél año de 1968, un 24 de diciembre -por más señas-, un
trío de astronautas yankees -Borman, Lowell y Anders, en el Apollo 8-, nos
enseñaron la cara oculta de la Luna.
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